Los archivos musicales de Caracé Couto |
Entrevista: Irineo Cabral |
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"Grabar discos no es una necesidad" |
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Del folclore al rock sin escalas, la trayectoria de Irineo Cabral no tiene parangón en la música uruguaya contemporánea. Caracé Couto viajó hasta Cerro Chato y, tras semanas de búsqueda, dio con el paradero del que algunos definieron como el Bob Dylan latinoamericano. En el rincón más oscuro de un bar que bien podría haber salido de la pluma de Truman Capote, Cabral habló de (casi) todo. | |
por Caracé Couto (enviado a Cerro Chato) |
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Acodado al mostrador del único bar del pueblo, Irineo Cabral da lentas pitadas a su armado. Espera sin prisa que le sirvan otro vaso de caña y, cuando finalmente se percata de nuestra presencia -la mía y la del fotógrafo-, hace un gesto austero con la mano. Nos está saludando. Es la hora de la siesta y el lugar está vacío. No demoramos en acomodarnos en la mesa del fondo, la que está más cerca del baño y más lejos de la puerta. Es un rincón de poca luz, donde Cabral dice sentirse más a gusto. "El problema es que hoy todo se ilumina demasiado", dice. "Nos olvidamos del placer de la penumbra y las sombras". -Usted
comenzó su carrera muy joven. ¿Qué recuerdos tiene
de aquella época? -Llegó
a Montevideo en plena efervescencia de la apertura a la democracia. ¿Cómo
fueron sus primeros contactos con el ambiente cultural? -No
es muy común que un rockero tenga sus raíces musicales en
lo que mucha gente engloba como folclore. Sin embargo, a ud. la mezcla
le ha valido un estilo muy particular. -Pasaron
ya ocho años desde que se editó en vinilo Dicen que no
sirvo para esto, su único álbum de estudio. ¿Tiene
pensado volver a grabar? -Cuando
pasaba por su mejor momento artístico se auto exilió aquí
en Cerro Chato. ¿Su alejamiento de los escenarios es definitivo? (Publicado
en Volar, mensuario de la Asociación Colombófila del Uruguay,
agosto de 1997) |