-Lo más importante de una dona, ¿sabes lo que es?: el hoyo.
-Sí, no te rías. Lo que pasa es que te vas con lo evidente. La teoría, para tu información, es más ilustrativa que lo empírico, a pesar de que es menos palpable. Entender el sentido del hoyo es más importante que captar el volumen del pan. ¿Qué sería de la dona sin el hoyo? ¿Realmente podría llamarse dona? Y algo más: los huecos de la dona son como los ombligos: a pesar de la semejanza, no existen dos iguales.
-Puedo comerme una dona y en cada mordisco destruir la figura, y sin embargo el hoyo permanece. ¿Captas cuál es el punto de cohesión, el núcleo de toda esa materia?
-Tú eres incapaz de comprender las cosas. Si oyes que Santo Tomás predicaba que un buey voló, tú volteas hacia el buey y esperas que levite. Que flote, pues. ¿Te parece ridícula mi escritura en el agua? Pobre de tí; jamás podrás comprender que el universo cambia irremediablemente en cada acción, con cada pensamiento. ¿No te das cuenta de que si mueves una piedra, o derribas un árbol, o entierras un pariente el cosmos ha cambiado? No puedes alterar el estado de las cosas impunemente. No importa que no entiendas; me caes bien porque escuchas como si esto realmente te importara, aunque en el fondo sienta que tu entendimiento es como un laguna tersa en la que nadie ha escrito nada.
-Una dona simboliza el principio y el fin en eterno retorno. Por donde tú la mires no hay un punto que la remita a un antes y un después, a un inicio y a un fin. Metáfora de la existencia que empieza donde acaba lo empezado. ¿No es demasiado denso para ti? ¿Y sabes qué sustenta ese siempre por siempre? ¡Claro que lo sabes! ¡Por supuesto que el hoyo!
-Además en la antiguedad la palabra dona quería decir dama, dueña... mujer, pues. Sonrió con malicia mientras sus ojos buscaban la más mínima reacción en mi cara de palo. "¿Por qué crees?."
-¿Oíste al maestro en la clase de lógica? Hablaba del ser y de la nada como dos cosas diferentes. Pobre iluso; la dona lo rebate sin remedio. Aquí -y tomó una entre el pulgar y el índice- ¿qué hay? ¿Hay un hoyo o no hay nada? Si hay un hoyo entonces es el ser; si no hay nada ¿para qué un nombre para algo que no existe? ¿Digieres la contradicción?
-¿Te queda claro, no? dijo Mariana en ese tono que no admitía
réplica.
-Sí, dije por no alegar.
Tomado de El principio y el fin. Rubén Martínez. Editado por el Instituto Colimense
de Cultura y el Gobierno del Estado de Colima. Colima, Col., 1994.