La Protección de los Niños

Los esfuerzos que viene realizando nuestra sociedad para evitar que los niños sean objetos de crímenes no han avanzado al mismo paso que la creciente vulnerabilidad que les confronta. Después de oír cuentos trágicos de niños secuestrados o que han sido víctimas de abusos, la mayoría se sorprenden al saber que muchos de los crímenes que se cometen contra los niños SE PUEDEN EVITAR. Este folleto tiene que ver con la protección de los niños. Sin embargo, los mensajes que aquí se presentan podrían diferir de otras instrucciones acerca de seguridad y prevención que usted pudiera haber leído.

Para conseguir la protección de los niños, lo más importante es la comunicación eficaz con ellos. Recuerde que los niños que no encuentran quien los escuche en la casa son los más susceptibles a que los rapten o secuestren, y a que se aprovechen de ellos. Lo primero que usted debe hacer en el hogar es establecer una atmósfera en la cual los niños se sientan en plena confianza de hablar sobre cosas delicadas y de contar lo que sea que les haya ocurrido con cualquiera que se les haya acercado de una manera impropia o que los haya fastidiado. La pura verdad es que muchas veces los niños tienen demasiado miedo o se sienten demasiado confundidos para comunicar sus experiencias y sus temores. Hasta cierto punto, usted debe tratar a los niños como trataría a sus amigos adultos — permítales que hablen en confianza sobre sus gustos y aversiones, sus amigos, y su manera de sentir en realidad.

Lamentablemente, el mayor conocimiento que se tiene acerca de los maltratos que sufren los niños ha dejado a muchas familias realmente atemorizadas. Usted y sus hijos deben tener cuidado, pero no tienen que vivir asustados. Hábleles a los niños calmada y razonadamente, cuidándose de no hablar de los alarmantes detalles de lo que le podría pasar al niño que no siga los consejos de seguridad.

El mayor conocimiento que se tiene acerca de los delitos que se cometen contra los niños — y en particular contra los niños desaparecidos — ha dejado a muchas familias sintiéndose vulnerables. Es importante que los padres estén conscientes y alertas, pero usted y sus hijos no tienen que vivir asustados. No obstante, los padres deben tener ciudado con los mecanismos o artimañas que aparentan proteger a los niños.

Lo más importante para la seguridad de los niños es la comunicación eficaz con ellos. Recuerde que los niños que no encuentran quien los escuche o atienda en la casa son los más susceptibles a que los secuestren o abusen de ellos. Lo primero que usted debe hacer en el hogar es establecer una atmósfera en la cual los niños se sientan en plena confianza de hablar sobre cosas delicadas y de contar lo que sea que les haya pasado con cualquiera que se les haya acercado de una manera impropia o que los haya fastidiado. La pura verdad es que muchas veces los niños tienen demasiado miedo o se sienten demasiado confundidos para comunicar sus experiencias y sus temores. Hasta cierto punto, usted debe tratar a los niños como trataría a sus amigos adultos. Permítales que hablen en confianza sobre sus gustos y aversiones, sus amigos, y su manera de sentir en realidad.

El abusador o el secuestrador: no es ningún "extraño"

"No te le acerques, o no le hables, a ningún extraño," les decimos a los niños — para evitar que los secuestren o abusen de ellos. Sin embargo, lamentablemente, muchos niños son víctimas de secuestros y abusos por parte de personas que de algún modo están familiarizadas con ellos, conozcan o no conozcan los padres a estos abusadores.

El uso de la palabra "extraño" implica un concepto que los niños no entienden, e ignora lo que sí sabemos de la gente que maltrata a los niños. Hace que los niños crean equivocacadamente que deben cuidadarse sólo de gente de apariencia extraña o sucia o desaliñada. Por el contrario, es mejor enseñar a los niños a cuidarse de ciertos tipos de SITUACIONES O ACCIONES, más bien que de cierta clase de gente.

A los niños se les puede criar para que sean finos o educados, y también amigables, pero es conveniente que los niños sospechen de cualquier adulto que les vaya a pedir ayuda. Los niños ayudan a otros niños, pero no hay necesidad de que se pongan a ayudar a personas adultas.

A los niños no se les debe pedir que guarden secretos sin contárselos a sus padres, y — por supuesto — nadie les debe pedir que le toquen a nadie las partes privadas del cuerpo; ni deben permitir los niños que nadie los toque por esas partes.

Con frecuencia los abusadores o secuestradores inician lo que parece ser un contacto inocente con la víctima. A lo mejor intentan familiarizarse con los niños y hacer amistad. Usan tácticas mañosas, que tanto los padres como los niños deberían reconocer. Los niños deben aprender a mantenerse alejados de personas que vayan en autos o "vans"; y deben saber que está perfectamente bien decir que NO — hasta a un adulto.

Recuerde: los niños entienden mucho mejor una explicación clara, calmada y razonada sobre los tipos de situaciones o acciones que deben reconocer o evitar, que la reseña particular de un "extraño."

LO QUE USTED PUEDE HACER PARA PREVENIR LOS ABUSOS Y SECUESTROS DE NIñOS

• Sepa por dónde andan los niños en todo momento. Familiarícese con las actividades diarias de los niños y con sus amistades.

• Esté pendiente de los cambios que pudieran ocurrir en el comportamiento de los niños; le indican que debe sentarse a hablar con ellos sobre lo que pudiera haber ocasionado tales cambios.

• Esté al tanto de cualquier persona joven o adulta que esté prestando demasiada atención a los niños, o dándoles regalos impropios o caros.

• Enseñe a los niños a confiar en sus propias corazonadas, y hágales saber claramente que tienen el derecho de decir que NO a lo que ellos crean que esté mal hecho.

• Escuche atentamente cuando los niños le estén contando acerca de sus temores, y apóyelos en todo momento.

• Enseñe a los niños que nadie se les debe acercar ni los debe tocar de manera que se sientan fastidiados. Si alguien lo hiciere, los niños deben decírselo a los padres inmediatamente.

• Tenga precaución con las niñeras y toda otra persona que cuide a los niños.

REGLAS BáSICAS DE SEGURIDAD PARA LOS NIñOS

Tan pronto los niños empiezan a hablar, ya pueden ir empezando a aprender a protegerse contra los (posibles) secuestros y abusos. A los niños se les debe enseñar:

• Si están en un lugar público — como por ejemplo en una tienda, un centro comercial, un carnaval o un parque de diversiones — y se separan de sus padres, los niños no se deben poner a buscarlos. Vayan a una caja registradora (o punto de inspección), a la oficina (de seguridad) o al lugar de las cosas perdidas — y digan enseguida a la persona encargada que han perdido a su mami y papi, y que necesitan ayuda para encontrarlos.

• No deben montar en ningún auto, ni ir a ninguna parte con ninguna persona, a menos que sus padres les hayan dado permiso.

• Si alguien los sigue a pie o en un auto, manténganse alejados de esa persona. No tienen que acercarse al auto para hablar con las personas que estén adentro.

• Los adultos y personas mayores que necesitan ayuda no deben estar pidiendo ayuda a los niños; deben pedir ayuda a otras personas mayores.

• Nadie les debe estar pidiendo direcciones o indicaciones para llegar a un lugar, o que busquen a un perrito extraviado; y no le hagan caso a nadie que les diga que su mamá o papá están en dificultades y que él los va a llevar adonde están ellos.

• Si alguien trata de llevarlos a cualquier lugar, rápidamente escápense y griten: "Este señor me está tratando de llevar," o "esta persona no es mi papá (o mamá)."

• Deben tratar de usar el "sistema de los amiguitos"; nunca vayan a ninguna parte solos.

• Siempre pidan permiso a sus padres para salir del patio o lugar de juego o recreo, y para ir a la casa de alguien también.

• Nunca pidan que los lleven o recojan en automóviles que pasan, ni dejen que nadie los lleve a la casa, a menos que sus padres les hayan dado permiso.

• Nadie les debe pedir que guarden un secreto. Si alguien lo hace, díganselo a sus padres o a la maestra (o al maestro).

• Si alguien les quiere tomar una foto, díganselo a sus padres o a la maestra (o al maestro).

• Nadie les puede tocar las partes del cuerpo que sólo cubre el traje de baño, y los niños no tienen que tocarle esas partes a nadie tampoco. El cuerpo es algo personal y privado.

• Está bien que los niños sean enérgicos y enfáticos en decirle que NO a cualquiera que trate de llevarlos a cualquier lugar, que los toque, o que de cualquier manera los moleste o fastidie.

PERCATáNDOSE DEL ABUSO SEXUAL

El abuso sexual no se debe confundir con los contactos físicos que resultan de verdaderas expresiones de cariño. Una relación sana y cariñosa puede existir si los adultos respetan al niño y tienen límites en cuanto al contacto físico.

Con frecuencia el abuso sexual que se comete con un niño ocurre repetidamente. Muchos niños son engañados una serie de veces. La realidad del abuso sexual es que muchas veces la criatura se siente muy confundida, fastidiada y sin deseos de hablar con los padres, maestros u otras personas sobre su experiencia. Pero los niños sí hablan si de antemano se ha creado un clima de confianza y apoyo en el hogar, para que los pequeños se sientan en libertad de hablar sin temor de que los vayan a acusar o culpar. Los padres deben estar pendientes a los indicadores del abuso sexual:

• Cambios en el comportamiento, extremados cambios de ánimo o de disposición, tendencia a retirarse o apartarse, timidez y llanto excesivo.

• Orinarse en la cama, pesadillas, miedo de irse a la cama, u otros desórdenes al dormir.

• Conducta sexual impropia, extraordinario interés en asuntos sexuales.

• Repentina expresión de impulsos sentimentales, comportamiento atrevido o rebelde.

• Retroceso o regresión al comportamiento infantil.

• Miedo de ciertos lugares, actividades, personas, especialmente de quedarse solo(a) con cierta gente.

• Dolor, picazón, sangre, fluidos o irritación en las partes privadas.

LA PROTECCIóN DE LOS NIñOS ES RESPONSABILIDAD DE TODOS

Ya que los niños no se pueden cuidar a sí mismos, es nuestra responsabilidad atenderlos. En todos los hogares y escuelas debe haber programas que enseñen bien a los niños las medidas de seguridad y protección. Como padre, o madre, usted debe interesarse en todo lo que concierne a sus hijos, y debe escucharlos. Enseñe a sus hijos a ser enérgicos y enfáticos para que puedan protegerse a sí mismos de los abusos y secuestros. Y, más que nada, rodee su hogar de un clima de confianza y apoyo que llene las necesidades de los niños — para que así no tengan que irse a buscar el amor y el apoyo de los demás.

Si usted tiene conocimiento sobre el paradero de algún niño que haya desaparecido, favor de llamar al siguiente número: 1-800-843-5678.

Traducción de Inter-American Language Services, PO Box 39210, Washington, DC 20016.


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