Introducción
Redes Locales Inalámbricas
Hasta ahora más promesa que realidad, las redes locales inalámbricas
no han sabido o podido conquistar el mercado. Aunque con un gran nivel
de aplicabilidad a distintos escenarios donde el cable resulta
inadecuado o imposible, la falta de estándares y sus reducidas
prestaciones en cuanto a velocidad han limitado tanto el interés de
la industria como de los usuarios. La aparición, sin embargo, de la
norma IEEE 802.11 podría suponer una reactivación del mercado, al
introducir un necesario factor de estabilidad e inter-operatividad
imprescindible para su desarrollo. Y ya se trabaja para conseguir LAN
inalámbricas a 10 Mbps.

Una red de área local por radio
frecuencia o WLAN (Wireless LAN) puede definirse como una red local
que utiliza tecnología de radiofrecuencia para enlazar los equipos
conectados a la red, en lugar de los cables coaxiales o de fibra óptica
que se utilizan en las LAN convencionales cableadas, o se puede
definir de la siguiente manera: cuando los medios de unión entre sus
terminales no son los cables antes mencionados, sino un medio inalámbrico,
como por ejemplo la radio, los infrarrojos o el láser.

La tecnología basada en
microondas se puede considerar como la más madura, dado que es donde
se han conseguido los resultados más claros. La basada en
infrarrojos, por el contrario, se encuentra de momento menos
desarrollada, las distancias que se cubren son sensiblemente más
cortas y existen aún una importante serie de problemas técnicos por
resolver. Pese a ello, presenta la ventaja frente a las microondas de
que no existe el problema de la saturación del espectro de
frecuencias, lo que la hace tremendamente atractiva ya que se basa en
un "espacio libre" de actuación.
Las WLAN han surgido como una opción dentro de la corriente hacia la
movilidad universal en base a una filosofía "seamless" o
sin discontinuidades, es decir, que permita el paso a través de
diferentes entornos de una manera transparente. Para ser considerada
como WLAN, la red tiene que tener una velocidad de transmisión de
tipo medio (el mínimo establecido por el IEEE 802.11 es de 1 Mbps,
aunque las actuales tienen una velocidad del orden de 2 Mbps), y además
deben trabajar en el entorno de frecuencias de 2,45 GHz.

La aparición en el mercado de
los laptops y los PDA (Personal Digital Assistant), y en general de
sistemas y equipos de informática portátiles es lo que ha generado
realmente la necesidad de una red que los pueda acoger, o sea, de la
WLAN. De esta manera, la WLAN hace posible que los usuarios de
ordenadores portátiles puedan estar en continuo movimiento, al mismo
tiempo que están en contacto con los servidores y con los otros
ordenadores de la red, es decir, la WLAN permite movilidad y acceso
simultáneo a la red.

En una LAN convencional,
cableada, si una aplicación necesita información de una base de
datos central tiene que conectarse a la red mediante una estación de
acogida o "docking station", pero no puede estar en
movimiento continuo y libre. La WLAN puede ser autocontenida o bien
puede actuar como una extensión de la red de cable Ethernet o
Token-Ring.
Ventajas
y Desventajas
Las
principales ventajas que presentan las redes de este tipo son su
libertad de movimientos, sencillez en la reubicación de terminales y
la rapidez consecuente de instalación. La solución inalámbrica
resuelve la instalación de una red en aquellos lugares donde el
cableado resulta inviable, por ejemplo en edificios históricos o en
grandes naves industriales, donde la realización de canaletas para
cableado podría dificultar el paso de transportes, así como en
situaciones que impliquen una gran movilidad de los terminales del
usuario o la necesidad de disponer de vías alternativas por motivos
de seguridad.

Los
inconvenientes que tienen las redes de este tipo se derivan
fundamentalmente de encontrarnos en un periodo transitorio de
introducción, donde faltan estándares, hay dudas que algunos
sistemas pueden llegar a afectar a la salud de los usuarios, no está
clara la obtención de licencias para las que utilizan el espectro
radioeléctrico y son muy pocas las que presentan compatibilidad con
los estándares de las redes fijas.
Lenta
evolución
A pesar
de su importancia, desde un punto de vista tecnológico y estratégico
(el paso de la telefonía móvil a la computación móvil, las
perspectivas de un multimedia móvil o la banda ancha en el contexto móvil),
el mercado de WLAN ha evolucionado muy lentamente, sin obedecer a las
expectativas generadas en los últimos años, que hablaban de
importantes crecimientos de negocio. Esto se ha debido, entre otros
motivos, a los propios problemas que siempre conlleva el nacimiento de
una tecnología: los desequilibrios entre la oferta y la demanda y la
debilidad del modelo de relaciones, asociado, los problemas de
excelencia de la propia tecnología (las prestaciones de los productos
o servicios), los precios, normalmente elevados, y la ausencia de
normas.

Sin embargo,
parece que ahora el panorama podría cambiar realmente. Se finalizaron
los trabajos relativos a la norma IEEE 802.11 para redes locales inalámbricas,
con lo cual se tiene ya una norma que introduce un factor de
estabilidad e interoperatividad. En este sentido es de presumir que la
actitud de espera mantenida por la industria hasta ahora respecto a
estas tecnologías, que genera un retraimiento general tanto de la
oferta como de la demanda, quedará considerablemente debilitada. Además,
la existencia de una normativa coherente constituye un factor
importante para su desarrollo debido a la gran cantidad de técnicas,
tecnologías y normas existentes en el ámbito de las comunicaciones móviles
y la consiguiente complejidad inherente a la universalidad en las
comunicaciones. En este contexto, la norma ayuda a la tecnología a
encontrar su posición en el mercado, pues se trata de tecnologías
fuertemente sensibles a la estandarización y la regulación.
La norma
recientemente publicada IEEE 802.11 no está exenta de cierta polémica.
Algunos sectores argumentan que el enfoque de esta norma limita las
prestaciones y las posibilidades de mejora de la tecnología,
limitaciones que impiden la generación de soluciones potentes en
ancho de banda como el soporte a multiaplicaciones concurrentes.
Otros argumentos
se refieren a la ausencia de esquemas de modulación avanzados como
QAM (Quadrature Amplitude Modulation) o a problemas de
interoperatividad entre sistemas basados en esquemas DS (Direct
Sequence) y en FH (Frequency Hopping). En cualquier caso, es realmente
previsible una mejora notable de las prestaciones y de los precios, lo
que unido a actuaciones como las del recientemente constituido
Wireless LAN Interoperability Forum para promover y ayudar a verificar
y certificar la inter-operatividad de productos, ha generado
predicciones en torno a crecimientos anuales del 45 por ciento, hasta
alcanzar 500 millones de dólares en el año 2000. De todas formas, lo
que sí es indudable es que el mercado WLAN, aunque con sus propias
peculiaridades, va a seguir la misma línea que el mercado de las
comunicaciones móviles en general, fundamentalmente porque se tiende
a la unificación de los sistemas para obtener un sistema universal en
el que la WLAN es un importante eslabón. En este sentido se puede
decir que, en términos generales, se espera un crecimiento más bien
importante para las comunicaciones móviles o "wireless",
desde un punto de vista global para los próximos cinco años. La
situación frente al cable se puede estimar más bien de complemento,
apoyo o cooperación que de pura competencia, por lo menos a medio
plazo. Esto es debido fundamentalmente a que, desde un punto de vista
puramente técnico y de momento, parece difícil conseguir la
velocidad/ancho de banda que proporcionan las soluciones basadas en
cable. A esto hay que añadir los importantes movimientos que se están
produciendo en la industria del cable para hacerse con parcelas
importantes de mercado hacia una tecnología multimedia interactiva.
Aparece la TV por cable con sus servicios asociados conocidos como la
banda ancha residencial que está dando lugar a que se hable ya de las
autopistas del cable, un mercado también emergente y, por tanto, no
exento de riesgos pero que ofrece perspectivas realmente importantes.

Los esfuerzos en
el ámbito de la radiofrecuencia también se orientan a conseguir este
multimedia interactivo al que se asociaría, lógicamente, la ventaja
inherente a este tipo de comunicaciones es la movilidad. Es
interesante citar un proyecto en esta línea, Teledesic, un sistema
basado en una constelación de satélites LEO para proporcionar
servicios de banda ancha. El hacer un estudio para la predicción de
la evolución de estas tecnologías cae, obviamente, fuera del
contexto de este informe por su magnitud y complejidad, pero, sin
embargo, sí se puede apuntar como una realidad fuera de discusión
que la tecnología basada en radiofrecuencia, aunque sea realmente
atractiva por el factor de la movilidad asociada, por otra parte es más
compleja que la tecnología del cable, porque el entorno en el que se
desarrolla la radiofrecuencia, es decir, el espacio libre, es
cambiante, sujeto a factores externos al propio sistema de transmisión,
vulnerable y, consecuentemente, difícil de predecir y controlar lo
que genera un factor de incertidumbre en este contexto que no existe
en el cable.
Además la
tecnología radio no tiene el "background" histórico del
cable, lo que también ayuda a aumentar las dificultades. Sin embargo,
la existencia de dificultades no constituye un factor absolutamente
decisivo para predecir la evolución de un proyecto o tecnología,
sino que estos factores se apoyan más bien en la excelencia de la
planificación, estrategia y gestión de los trabajos, así como del
equipo humano asociado.
18
años de historia
El
origen de las LAN inalámbricas (WLAN) se remonta a la publicación en
1979 de los resultados de un experimento realizado por ingenieros de
IBM en Suiza, consistía en utilizar enlaces infrarrojos para crear
una red local en una fábrica. Estos resultados, publicados en el
volumen 67 de los Proceeding del IEEE, puede considerarse como el
punto de partida en la línea evolutiva de esta tecnología.

Las
investigaciones siguieron adelante tanto con infrarrojos como con
microondas, donde se utilizaba el esquema del
"spread-spectrum"(frecuencias altas), siempre a nivel de
laboratorio. En mayo de 1985, y tras cuatro años de estudios, el FCC
(Federal Communications Comission), la agencia federal del Gobierno de
Estados Unidos encargada de regular y administrar en materia de
telecomunicaciones, asignó las bandas IMS (Industrial, Scientific and
Medical) 902-928 MHz, 2,400-2,4835 GHz, 5,725-5,850 GHz a las redes
inalámbricas basadas en "spread-spectrum". IMS es una banda
para uso comercial sin licencia: es decir, el FCC simplemente asigna
la banda y establece las directrices de utilización, pero no se
involucra ni decide sobre quién debe transmitir en esa banda.
La asignación
de una banda de frecuencias propició una mayor actividad en el seno
de la industria: ese respaldo hizo que las WLAN empezara a dejar ya el
laboratorio para iniciar el camino hacia el mercado. Desde 1985 hasta
1990 se siguió trabajando ya más en la fase de desarrollo, hasta que
en mayo de 1991 se publicaron varios trabajos referentes a WLAN
operativas que superaban la velocidad de 1 Mbps, el mínimo
establecido por el IEEE 802 para que la red sea considerada realmente
una LAN.
Confluencia
tecnológica
En este
contexto, la previsión más realista, que también podría ser
tachada de conservadora, apunta a una confluencia de ambas tecnologías:
una red en la que coexistirá la radio y el cable y que, incluso la
dualidad/antagonismo entre cable y radio aparecerá como algo
transparente al usuario en el sentido de que sólo percibirá "la
red", una red sin costuras en la que el cable y el radio convivirán
para proporcionar cada una de las partes sus puntos fuertes,
complementándose para conseguir soluciones óptimas en cada entorno.
En definitiva, precio, prestaciones y normas son los tres factores
que, combinados, determinarán realmente la evolución del mercado de
las WLAN: para que estos productos tengan el éxito necesario o lo que
es lo mismo, para hablar de crecimientos desde una posición realista.
Las WLAN tienen que presentar la misma capacidad y calidad de servicio
al usuario que sus homólogas cableadas o, por lo menos, si no la
misma, comparable. Se requiere además un precio accesible y unas
normas claras y operativas que no supongan una barrera a la innovación
y que contribuyan a favorecer la interoperatividad.

De
momento, las prestaciones de las WLAN se encuentran bastante por
debajo de sus homólogas cableadas. Las WLAN trabajan a una décima
parte de la velocidad de las LAN convencionales, entre 1,5 y 2 Mbps.
En particular, la mayor parte de fabricantes afirman haber conseguido
velocidades de 2 Mbps en la banda de 2,45 GHz con una filosofía
Ethernet. El próximo hito lo sitúan en 10 Mbps en base a mejoras de
carácter incremental.
En lo que se
refiere a este aspecto de una evolución de carácter incremental es
importante destacar que se está observando actualmente una tendencia
que, en algún momento, podría suponer una ruptura de la evolución
de la tecnología de redes locales inalámbricas.
Cuando el modelo
evolutivo de la tecnología está fuertemente marcado por el
"technology push", es decir, cuando son los avances tecnológicos
los que generan mercados, el modelo puede presentar discontinuidades y
producirse rupturas con las secuencias tecnológicas anteriores
correspondientes a un modelo evolutivo lineal, caracterizado por
avances incrementales motivados por una preponderancia del
"market pull". Esta ruptura vendría dada por la tecnología
ATM, con la que se podrían llegar a conseguir, según parece, hasta
20 Mbps. Actualmente, existen ya proyectos en curso sobre ATM por
radio todavía en el estadio de investigación.
Normalización
En 1990,
en el seno de IEEE 802, se forma el comité IEEE 802.11, que empieza a
trabajar para tratar de generar una norma para las WLAN. Pero no es
hasta 1994 cuando aparece el primer borrador.

En
1992 se crea Winforum, consorcio liderado por Apple y formado por
empresas del sector de las telecomunicaciones y de la informática
para conseguir bandas de frecuencia para los sistemas PCS (Personal
Communications Systems). En ese mismo año, la ETSI (European
Telecommunications Standards Institute), a través del comité
ETSI-RES 10, inicia actuaciones para crear una norma a la que denomina
HiperLAN (High Performance LAN) para, en 1993, asignar las bandas de
5,2 y 17,1 GHz. En 1993 también se constituye la IRDA (Infrared Data
Association) para promover el desarrollo de las WLAN basadas en
enlaces por infrarrojos.
En 1996,
finalmente, un grupo de empresas del sector de informática móvil
(mobile computing) y de servicios forman el Wireless LAN
Interoperability Forum (WLI Forum) para potenciar este mercado
mediante la creación de un amplio abanico de productos y servicios
interoperativos. Entre los miembros fundadores de WLI Forum se
encuentran empresas como ALPS Electronic, AMP, Data General, Contron,
Seiko Epson y Zenith Data Systems.
Del Comité de
Normalización de Redes Locales (IEEE 802) del Instituto de Ingenieros
Eléctricos, IEEE de Estados Unidos se puede entonces destacar las
normas siguientes: · 802.3 CSMA/CD (ETHERNET) · 802.4 TOKEN BUS ·
802.5 TOKEN RING · REDES METROPOLITANAS
Por otro lado, el Instituto Americano de Normalización, (ANSI), ha
desarrollado unas especificaciones para redes locales con fibra óptica,
las cuales se conocen con el nombre de FDDI, y es obre del Comité
X3T9.5 del ANSI. La última revisión del estándar FDDI, llamada
FDDI-II, ha adecuado la norma para soportar no sólo comunicaciones de
datos, sino también de voz y video.
Para las
aplicaciones de las redes locales en el entorno de la automatización
industrial, ha surgido el MAP (Manufacturing Automation Protocol),
apoyado en la recomendación 802.4 y para las aplicaciones en el
entorno de oficina surgió el TOP (Technical and Office Protocol),
basado en la norma 802.3
Aplicaciones
Actualmente,
las redes locales inalámbricas (WLAN) se encuentran instaladas
mayoritariamente en algunos entornos específicos, como almacenes,
bancos, restaurantes, fábricas, hospitales y transporte. Las
limitaciones que, de momento, presenta esta tecnología ha hecho que
sus mercados iniciales hayan sido los que utilizan información tipo
"bursty" (períodos cortos de transmisión de información
muy intensos seguidos de períodos de baja o nula actividad) y donde
la exigencia clave consiste en que los trabajadores en desplazamiento
puedan acceder de forma inmediata a la información a lo largo de un
área concreta, como un almacén, un hospital, la planta de una fábrica
o un entorno de distribución o de comercio al por menor; en general,
en mercados verticales.

Otras
aplicaciones, las primeras que se vislumbraron, más bien de un carácter
marginal debido a que en un principio no se captaba el potencial y la
capacidad real de las WLAN, se refieren a la instalación de redes en
lugares donde es difícil o compleja la instalación de una LAN
cableada, como museos o edificios históricos, o bien en lugares o
sedes temporales donde podría no compensar la instalación de
cableado.
El previsible
aumento del ancho de banda asociado a las redes inalámbricas y,
consecuentemente, la posibilidad del multimedia móvil, permitirá
atraer a mercados de carácter horizontal que surgirán en nuevos
sectores, al mismo tiempo que se reforzarán los mercados verticales
ya existentes. La aparición de estos nuevos mercados horizontales está
fuertemente ligada a la evolución de los sistemas PCS (Personal
Communications Systems), en el sentido de que la base instalada de
sistemas PCS ha creado una infraestructura de usuarios con una cultura
tecnológica y hábito de utilización de equipos de comunicaciones móviles
en prácticamente todos los sectores de la industria y de la sociedad.

Esa cultura
constituye el caldo de cultivo para generar una demanda de más y más
sofisticados servicios y prestaciones, muchos de los cuales han de ser
proporcionados por las WLAN. De hecho, según datos de la CTIA
(Celular Telephone Industry Associations), los clientes de los
proveedores de servicios por radio se muestran en general satisfechos
con los servicios recibidos, pero esperan más tanto en términos de
servicio como de precio, tanto en el contexto celular como PCS.
Soluciones
propietarias
Otro de los factores que ha podido influir de
forma negativa en la introducción de estas tecnologías ha sido la
falta de un estándar que determine su implementación. Así, durante
los últimos años los diferentes fabricantes han ido desarrollando
sus propias soluciones, utilizando frecuencias y tecnologías muy
distintas y normalmente incompatibles. Por último, y aunque no se
deben comparar entre sí uno y otro tipo de redes dado su diferente
nivel de prestaciones, es inevitable que se tienda a comparar sus
precios, por lo que si a todo lo anterior unimos el mayor coste
inicial de una red inalámbrica respecto al equivalente de una red de
cable, tendremos una idea más clara de cuáles han sido las
principales razones por las que la introducción de este tipo de
productos no ha sido tan rápida como en un principio se esperaba.

A pesar de todo
esto, el crecimiento del mercado de redes inalámbricas, tanto mundial
como europeo, ha sido realmente espectacular durante los últimos
cuatro años, en los que ha experimentado crecimientos anuales
superiores al cien por cien, tanto en volumen de facturación como en
número de conexiones. Este crecimiento ha sido paralelo, y se debe,
en su mayor parte, al auge experimentado por el mercado de los PC portátiles,
para los que el empleo de una red inalámbrica cobra pleno sentido.
Resulta curioso
observar que mientras el crecimiento en países como Francia, Reino
Unido, Portugal o los países Nórdicos supera incluso los porcentajes
anteriormente citados, el desarrollo de este mercado en España ha
sido hasta la fecha mucho más lento. La causa habría que buscarla
quizá en la falta de conocimiento de este tipo de tecnologías; quizá
en que los presupuestos para tecnologías de información, al ser
inferiores a la media europea, hacen al mercado español más sensible
a los precios; o quizá en que en España siempre han sido más
conservadores a la hora de emplear tecnologías de radio.
Síntesis
de cuatro técnicas existentes
Infrarrojo
Los
infrarrojos son ondas electromagnéticas que se propagan en línea
recta, siendo susceptibles de ser interrumpidas por cuerpos opacos. Su
uso no precisa licencias administrativas y no se ve afectado por
interferencias radioeléctricas externas, pudiendo alcanzar distancias
de hasta 200 metros entre cada emisor y receptor.
InfraLAN es una red basada en infrarrojos compatible con las redes
Token Ring a 4Mbps, pudiendo utilizarse independientemente o combinada
con una red de área local convencional.