12 de
Marzo. Excursión a Toledo organizada por María Aguilar para visitar dos
jardines privados.
La mañana, con un tiempo estupendo, la pasamos el palacio de Galiana a orillas del Tajo,
que el rey Alfonso VIII de Castilla restauró para la judía Raquel. Este antiquísimo
jardín con magníficas vistas sobre la ciudad fue el principal escenario de la trágica
historia de amor entre el rey y Raquel que Alfonso X el Sabio cuenta en su Crónica
General. También se relata en el drama de Lope de Vega La judía de Toledo y
en una novela histórica con el mismo título escrita por Lion Feuchtwanger y publicada
por Edaf. Comemos (estupendamente, por cierto) a unos 25 Km de Toledo, en un restaurante
de carretera llamado Los Cazadores, entre Pulgar y Cuerva.
Por la tarde y ya con un frió pelón visitamos la finca El Castañar. Increíbles encinas
y un sorprendente jardín francés en el mismo corazón de La Mancha. Tomamos café con
sus propietarios que nos reciben amabilísimos.
21 de Marzo.
Julia y Leandro Silva celebran la entrada de la primavera con una fiesta en El Romeral de
San Marcos. Encontramos en flor almendros y cerezos, pero sobre todo llaman la atención
los viburnos, especialmente el perfume de las flores del V. carlesii. Por mucho que
lo intentamos seguimos haciéndonos un lio con los nombres. Como siempre la casa se llena
de gente y eso que coincidimos con el puente de San José. Como invitados especiales dos
paisajistas vascos: Juan lriarte e lñigo Segurola.
27 de Marzo.
Visitamos el jardín de Vista Alegre, en Carabanchel, que en la actualidad pertenece a la
Comunidad de Madrid.
Aunque muy deteriorado este jardín decimonónico sería un fácilmente recuperable pues
conserva huellas del trazado romántico, árboles estupendos y muchos rosales antiguos.
Sin embargo, nos tememos lo peor ya que el palacio con un maravilloso invernadero adosado
ha quedado machacado trás una supuesta "restauración". Ahora parece una
estación de autobuses con pretensiones.
Manolo Gómez Anuarbe ha escrito a la Consejería de Cultura de la Comunidad.
8 de
Abril. Coincidiendo con la floración de las filas y los Cercis volvemos a
El Capricho. Un recorrido de lo más íntimo ya que sólo fuimos cuatro (¿gatos?).