"ESTAMOS FINANCIANDO CON NUESTRAS MATERIAS PRIMAS EL DESARROLLO INDUSTRIAL DEL PRIMER MUNDO.."    

Entrevistamos a Víctor De Gennaro, Secretario General de CTA, la Central de los Trabajadores Argentinos que nuclea a 288 organizaciones gremiales y tiene 782.000 afiliados, el 35% de los trabajadores sindicalizados. Nos habló de las privatizaciones argentinas y de los referendum en Uruguay. Estas fueron sus palabras:

La privatización de las empresas públicas es la consumación de la transferencia del patrimonio social acumulado del pueblo a grupos económicos muy pequeños pero muy poderosos.

Hay que entender que las empresas públicas son un patrimonio social, son una construcción colectiva de muchos años, que no son del gobierno, que no son del estado.

En Argentina, por presiones externas, por la sumisión de los gobiernos, por la complicidad de los negociados de los que gobiernan, las empresas del estado fueron transferidas con la excusa de mejor beneficio, con la excusa de mejor funcionamiento, con la excusa de menor costo de los servicios para la comunidad y con la excusa de mayor trabajo. Todo esto fue coronado con una propuesta que era: más educación, más salud, más previsión.

La realidad demostró que quedaron 500.000 trabajadores en la calle, que aumentó la desocupación, que los negociados han aumentado en las empresas privatizadas. Y que han aumentado las tarifas de los servicios públicos privatizados, que se han vuelto cada vez más exclusivos. Aquel que tiene puede gozar de servicios y la inmensa mayoría hoy está cada vez más afectada por la falta de servicios.

La plata no fue destinada como muchos creían para educación, para salud y previsión, y ahora están privatizando la salud, la educación y la previsión.

COMO SE CONSUMO ESTA TRANSFERENCIA ?


Argentina fue un país con mucha conciencia nacional, donde las empresas estatales fueron pioneras. Hubo pueblos enteros que se construyeron alrededor de las empresas estatales: de petróleo (en el sur), fábricas militares, empresas de acero como Somisa en San Nicolás.

En la época de Martínez De Hoz, en la época del genocidio, las empresas estatales fueron endeudadas, fueron utilizadas como ámbitos de negocios de estos grandes grupos económicos.

Recordemos que en aquel momento de la dictadura militar las empresas públicas fueron manejadas por ejecutivos de las empresas privadas (el 75%).

O sea, hicieron contratos y terminaron transfiriendo los grandes negocios y en esa medida entraron en crisis o en endeudamiento.

Fueron mal administradas, pero el gobierno en vez de democratizar el manejo lo que hizo fue privatizar.

En la época del 90, despues de la caída del muro, el pensamiento único de Regan, Tatcher y todos esos versos trataban de plantear que no había ninguna otra alternativa.

Hoy está comprobado que la mayoría (de las privatizaciones) fueron grandes negociados.

La empresa Aerolíneas Argentinas fue privatizada con un per saltum, que determinó la Corte Suprema, a pesar de que estaba prohibido y era anticonstitucional.

La votación de la privatización del petróleo fue con un diputado trucho.

Y podemos seguir mostrando ejemplos, después la práctica mostró realmente lo que significaban. A tal punto que en la última encuesta, hace un año, el 76% de los argentinos opina que las privatizaciones fueron malas para el país.

A principios de la década del 90, la mayoría de los encuestados decía que las empresas publicas funcionaban mal. Nosotros estabamos de acuerdo, pero decíamos que había que democratizarlas, que no había que privatizarlas.

Una cosa que siempre me sorprendió: el problema no era que fueran estatales, sino que eran argentinas. Se privatizaba por que el estado no era eficiente, pero los compradores fueron empresas estatales francesas, españolas, italianas.

Y la realidad demostró que después fueron un desastre para la gente.

Cuando nosotros hicimos paros y movilizaciones para defender el agua, Menem sacó un decreto que decía que paralizar las tareas estaba en contra del derecho de recibir los esenciales servicios públicos. Hoy, aquel que no paga el agua – porque no tiene trabajo, porque no tiene posibilidades - le cortan el servicio.

EJEMPLOS ARGENTINOS


Hay dos ejemplos muy concretos que demuestran cabalmente lo que significan las privatizaciones

Uno es la privatización de Obras Sanitarias (del agua). Hoy se está cortando el agua a aquellos que no pueden pagar, hoy directamente las empresas hace juicio y rematan la casa a aquellos que tienen deuda por el agua. En Santiago del Estero, cientos de personas, en una población en la cual hay un empobrecimiento muy grande y marginalidad, están por ser rematadas sus casas porque no pueden pagar el agua, no solamente le cortaron el agua sino que le están sacando sus bienes.

En el Gran Buenos Aires es diario el corte de agua, el corte de un derecho esencial. Supongamos que te cortaron porque no pagás, y si querés hacer un pozo en tu casa, en tu tierra, en tu pedazo de terreno y vas a buscar la napa y sacar el agua, no lo podés hacer porque es un delito, porque han privatizado hasta las napas, o sea que se adueñan absolutamente de todo.

El otro negocio fue el del petróleo. Se privatizó YPF. Según decían ellos porque daba pérdida, una empresa petrolera que daba pérdida. Obviamente fue endeudada en la época de los militares, fue utilizada para desmembrar toda la estructura económica del país y se la dieron a una empresa española. Hoy en España se paga, la misma nafta, a mitad de precio y el impuesto es mayor. Acá se paga el 76% de impuestos y allá el 82%. Los españoles la pagan a la mitad, siendo nosotros el país productor y ellos el país consumidor.

Esto es la demostración cabal que estamos financiando con nuestras materias primas el desarrollo industrial del primer mundo.

LA EXPERIENCIA URUGUAYA


Para el plebiscito en Uruguay del año 92, la CTA empezaba a formarse, compañeros de varias de organizaciones integrantes de CTA fuimos a asambleas y debates convocados por el PIT-CNT.

Recuerdo muy bien que los compañeros de Uruguay decían que las noticias de lo que pasaba en Argentina eran tan claras que los llevó al éxito. Yo siento que no fue un éxito de los uruguayos solamente sino que fue un éxito de toda Latinoamérica. Como sucedió cuando los portorriqueños dijeron NO en un referéndum a la privatización de la telefónica.

Después viendo las estadísticas (de la votación del 92), las ciudades en las que el NO sacó más votos eran las fronterizas con Argentina. Las que más escuchaban las radios argentinas, las que más escuchaban la verdad, sabían, por experiencia en cuero ajeno, lo desastroso que había sido.

Si en aquel momento era desastroso, hoy después de tantos años podemos decir que fue nefasto. Ha sido una transferencia de riqueza, espectacular, descomunal, que triplicó el endeudamiento externo y enajenó la soberanía.

Hoy los grupos económicos manejan gobiernos con una absoluta facilidad, porque manejan cosas esenciales como el agua, la luz, el gas, los teléfonos, las comunicaciones atraves del peaje en las rutas o el ferrocarril.

Fue nefasto ya en aquel momento porque perdimos 500.000 puestos de trabajo!

Pero después el deterioro ha sido mucho peor. Primero porque no invirtieron para mejorar los servicios. Acá después de muchos años ya podemos decir: los servicios están peor y no alcanzan a toda la población.

Yo recuerdo que era un caballito de batalla de aquel momento, que hizo dudar a muchas personas, que se iba a gerenciar mejor, porque las empresas privadas son mejor manejadas. Como si las empresas privadas no quebraran ! Cada vez hay más cierres de cuentas de empresas privadas.

Decían que la plata que el estado iba a ahorrar iba a ser usada para la educación, para la salud o la previsión. No solo se llevaron el negocio productivo fundamental sino que hoy vienen por el negocio de la seguridad social.

Si en aquel momento nosotros necesitábamos de ese NO rotundo del pueblo uruguayo, que fue una esperanza para todo el resto de los movimientos sociales latinoamericanos, hoy necesitamos esa reafirmación.

La CTA se siente hermanada con el PIT-CNT, con la FUCVAM, con todas las organizaciones y con el ejemplo que representan, así que estoy a disposición de ustedes.

Buenos Aires 20 de enero de 2001.



Haciendo clic aqui encontrarás la opinión de un reconocido economista sobre las privatizaciones en Argentina


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