Un
empate como visitante no es malo en otro contexto. Pero en la actual
situación que vive Cobreloa en la tabla de posiciones, agranda aún
más la brecha existente entre los punteros y este equipo naranja
que aún no se resigna a lo que las probabilidades ya dan como casi
seguro: este año no será campeón, ni llegará a la Copa Libertadores.
Uno de los principales asideros de la anterior afirmación es el
preocupante juego que se exhibe.
Mientras
Colo Colo golea, la Universidad Católica crece en garra y en fútbol,
y la "U" retoma la senda ganadora, Cobreloa cae vertiginosamente
en la tabla y no muestra argumentos para decir lo contrario en la
cancha.
Puerto Montt es un recinto complicado, pero el partido fue curioso
en cuanto Cobreloa tuvo un excelente primer tiempo, sólo empañado
por la desinteligencia defensiva que generó el gol del empate, y
los locales hicieron el mejor segundo tiempo de toda la segunda
rueda.
Los
méritos naranjas estuvieron en aguantar con mañas y garra un resultado
en los últimos 45 minutos, donde los "salmoneros" fueron una tromba.
El
error, no aprovechar la inferioridad numérica que se dio antes de
la primera media hora de juego (Richard Zambrano, por agresión sin
balón).
Rafael
Celedón
Quizá
el buen primer tiempo mostrado por Rafael Celedón en la creación
naranja se tradujo en la mejoría futbolística del plantel. Porque
el desorden de la zaga de Puerto Montt dio paso al agrandamiento
al nivel de figuras, de jugadores como Paolo Vivar y Nicolás Tagliani.
Cobreloa
aprovechaba la defensa del argentino, quien tuvo un par de oportunidades
para aumentar el marcador, y la movilidad y el trajín del ovallino;
sin embargo, abusó del pelotazo y no tuvo precisión en los tiros
de distancia.
De
súbito se encontró con un triunfo, porque en el minuto 6 apareció
el "Colorado" para definir con un zurdazo fuerte y abajo del portero
Oscar Gualdoni. Es más, a los 16' se pudo aumentar, cuando César
Bravo ingresó al área porteña y con un cabezazo ponía el 2 a 0,
pero el polémico y deficiente Guido Aros anuló la conquista.
Así
se diluyó Cobreloa, sobre todo cuando Puerto Montt logró el empate,
en el filo del minuto 45, a través del incisivo Juan José Rivera,
que aprovechó una falla de la zaga de Malbernat.
Pudo
ser peor El oficio defensivo ya asimilado por el plantel loíno fue
trascendental una vez más, porque el segundo tiempo de los sureños
fue sencillamente espectacular, ayudados un poco por la baja de
Cobreloa y por la ley de las compensaciones: en el 51' vio la roja
el juvenil loíno Pablo Moya.
Si
bien se pudo caer ante un renovado equipo de Puerto Montt, se trataba
de un colista versus un elenco cuyos objetivos ya le quedaron grandes.
El punto es malo, porque se necesitaba ganar todos los que quedan
para seguir con vida; pero es bueno porque dos partidos antes, se
había hecho costumbre salir con las manos vacías.
Texto:
Mercurio de Calama
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