Versión Estenográfica del Encuentro del licenciado
Francisco Labastida Ochoa, precandidato del Partido Revolucionario Institucional
a la Presidencia de la República con el Sector Obrero, hoy por la
mañana en el Auditorio del Congreso del Trabajo.
México, D.F., 1 de julio de 1999.
- LIC. FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Compañero y amigo Leonardo
Rodríguez Alcaine, presidente del Congreso del Trabajo y Secretario
General de la Confederación de Trabajadores de México; Muy
apreciados amigos dirigentes de las organizaciones del Congreso del Trabajo;
Amigas y amigos obreros: Hoy llego a la casa de mis amigos, llego a la
casa de los trabajadores, vengo para refrendar amistad, alianza y compromiso.
Llego para decir que orgullosamente son amigo de los trabajadores de México
y de los líderes de los trabajadores de México.
Conocí a Leonardo Rodríguez Alcaine y a muchos de los
dirigentes obreros en la gestión de defensa de los intereses de
los trabajadores. Lo conocí como Secretario de Energía, aprecie
en él y aprecio en toda la dirigencia obrera su capacidad de gestión,
su compromiso con los agremiados, su defensa de los intereses de los trabajadores.
Rindo por ello reconocimiento a la dirigencia obrera del país que
hoy aquí está representada.
Fui amigo también de don Fidel Velázquez, y soy con mucha
honra todavía amigo de doña Nora.
Vengo el día de hoy con mis amigos, los obreros, a solicitarles
apoyo para registrar mi precandidatura. Vengo a solicitarles el apoyo no
sólo porque somos amigos, se los vengo a solicitar porque conozco
al país, porque estoy comprometido con los mejores intereses del
país, que son los intereses de los obreros.
Porque me he preparado toda mi vida para esta contienda presidencial,
a la que aporto mi experiencia, la capacidad que he acumulado en estos
años, que tengo las manos limpias y la frente en alto, porque he
transitado por todos los puestos públicos comportándome siempre
con honestidad.
Vengo a pedirles que me favorezcan y me apoyen con su voto y con su
trabajo político, y vengo a pedirles su apoyo para hacer un programa
conjunto de Gobierno que les dé a los trabajadores de México
mejor nivel de vida con hechos y con resultados concretos.
Vengo a pedirles su apoyo para trabajar por México, por el país
que nos une y que nos cobija; pero para trabajar también por los
obreros y por las familias de los obreros.
Como dijo Leonardo Rodríguez Alcaine, no queremos trabajadores
en las calles, los queremos en las fábricas y los queremos en los
talleres.
Vengo a hablar con ustedes con la verdad, con honestidad y con sencillez,
en un lenguaje claro y directo, como nos hemos hablado siempre.
Vengo a hablar por ello de los problemas que tenemos, pero también
de las soluciones, no para construir un muro de lamentos, sino para construir
una política que nos una y que nos hermana.
Estas reuniones son, al final de cuentas, para plantearles a ustedes
con toda honestidad qué planteamos al Movimiento Obrero y al país,
para hacer que el país avance y que los obreros y sus familias vivan
mejor.
Vengo también a escuchar, como lo he hecho con ustedes, con la
dirigencia toda la vida.
Vengo a escuchar, porque entiendo que la tolerancia se expresa mejor
escuchando que hablando, y así escuchando y dialogando es como se
construyen las soluciones conjuntas entre todos los que nos sentamos a
examinar y a solucionar los problemas.
Deseo hacer un reconocimiento al Sector Obrero mexicano, lo hago profundamente
convencido de que por su posición patriótica y nacionalista
el país ha sorteado las graves dificultades económicas y
sociales que ha enfrentado; por el sentido de responsabilidad, por el amor
a la patria.
Por la capacidad para defender las causas y los intereses de los obreros
en función de las circunstancias, creo que tenemos siempre que tener
presente los mexicanos que les debemos a los obreros la estabilidad y la
marcha del país.
A los obreros y a la dirigencia obrera mi mayor reconocimiento por ello.
Planteo, que en los siguientes años intensifiquemos cuatro grandes
prioridades para avanzar en el desarrollo del país y en el nivel
de vida y bienestar de los mexicanos.
En primer lugar, darle un decidido impulso a la educación para
mejorar a fondo su calidad.
En segundo término, impulsar un gran programa de empleo en el
país para abatir el desempleo y abatir también el desempleo.
Tercero, hacer un gran programa de combate a la delincuencia, el crimen
y el narcotráfico.
En cuarto lugar, darle un fuerte impulso al campo, a la producción
de alimentos y al combate a la pobreza que en él se identifican.
Estas cuatro prioridades, en las medidas en que las cumplamos podrán
permitirnos avanzar en el cumplimiento y satisfacción de otras demandas
legítimas y justas que tienen los mexicanos.
Creo que si no impulsamos decididamente el empleo, todos los objetivos
de justicia social no los vamos a poder cumplir, por ello prioridad básica
de la propuesta es un fuerte impulso a la generación de empleos.
Obviamente todos estamos conscientes que el nivel de vida de los trabajadores
se deterioró. Se deterioró menos que el deterioro que tuvieron
el nivel de los salarios mínimos, porque sin lugar a dudas los niveles
de los salarios contractuales, gracias a la actitud y a la defensa de ellos
que hizo la dirigencia obrera, estos crecieron mucho más alto que
el nivel de los salarios.
Sin embargo, tenemos que reconocer, debemos reconocer que aquí
tenemos un problema. Lo importante es identificar con exactitud, con claridad,
con honestidad por qué ocurrió esto en el país.
Yo identifico básicamente tres causas: la existencia de crisis
recurrentes en la economía, una inflación acelerada y desbordada
en algunos años pero todavía una inflación fuerte
que provoca carestía y encarecimiento de la vida y golpea a los
que están sujetos a un salario fijo y, en tercer lugar, la baja
generación de empleos.
Las crisis recurrentes suspenden el avance del nivel de vida y suspenden
el avance en la generación de empleos, minan la confianza y, sin
lugar a dudas, agravan la desigualdad, empeoran la distribución
del ingreso y golpean a quien menos tiene. Y, ahí no debemos de
olvidarnos que el país se está cayendo o cayó en crisis
recurrentes particularmente desde 1981 y 82; afortunadamente tenemos varios
años en los cuales no se presenta. Pero este es un cáncer
que debemos de extirpar porque sino no lograremos los objetivos de prosperidad
y de mejoría en el nivel de vida de los trabajadores como efectivamente
lo estamos buscando.
En economía ocurre algo similar a lo que ocurre en la medicina:
no basta que uno identifique que una persona esté enferma y tiene
temperatura, hay que identificar a qué se deben las causas por las
cuales tiene temperatura; porque si pensamos que está enfermo de
los pulmones y el señor está enfermo del riñón,
la medicina que le damos acaba de empeorarlo e incluso hacemos que el enfermo
se muera.
Entonces tenemos que tener muy claro cuales son las causas de lo que
ha provocado el retraso en el nivel de vida y el deterioro en el nivel
de vida para atacarlo no sólo con voluntad, sino también
con talento, con conocimiento, con medicinas que nos resuelvan de fondo
los problemas que en esta materia tenemos.
Los problemas a atacar son 3 y me permito enfatizarlos: acabar con las
crisis recurrentes, bajar la inflación e impulsar muy fuerte la
generación de empleos.
¿Qué tenemos que hacer para superarlo? Yo creo que la
política enfocada a mejorar el nivel de vida del sector obrero,
debe enfocarse a tres puntos.
Primero, a generar una alta cantidad de empleos todos los años
para atender el crecimiento de la demanda de trabajo, para abatir también
el desempleo y para abatir el subempleo que hoy tenemos, porque el que
la gente se gane la vida vendiendo chicles o reflescos en la calle o artículos
de contrabando no es un empleo digno por las condiciones de trabajo, porque
no tiene acceso a la seguridad social y por todos los problemas implícitos
con ello.
Segundo, hay que impulsar el mejoramiento del salario. Y, tercero, ampliar
las prestaciones, creo, particularmente la prestación de vivienda.
Por ello creo que nuestra democracia tiene que ser mucho más
sensible a la desigualdad, a la pobreza y a la marginación que todavía
tenemos en México y saber muy claro que le corresponde al estado
mexicano moderar las desigualdades, ofrecer oportunidades iguales para
todos y combatir la injusticia social en todo el país.
Propongo, por ello, que las estrategias básicas sean: generar
mucho empleo, del orden de un millón de empleos al año que
estoy convencido que lo podemos hacer para los siguientes años,
en el país; impulsar la inversión productiva; fomentar y
defender el crecimiento sostenido de la economía del país,
promover el ahorro interno y evitar definitivamente las crisis recurrentes
que en la economía se han presentado.
Segundo, impulsar el mejoramiento del salario, logrando que los salarios
crezcan todos los años por encima de la inflación, con una
política concreta en este sentido.
Disminuir la inflación que es el impuesto más inequitativo
y más injusto para los trabajadores de México y también
para los trabajadores de cualquier país. Y mejorar el ingreso para
tener acceso a bienes de consumo duradero, particularmente vivienda y elevar
así, entre otras medidas, el nivel de vida de los trabajadores.
En las prestaciones propongo que impulsemos fuerte y decididamente los
programas de construcción de vivienda, haciendo que estos lleguen
al nivel de 600 o 700 mil viviendas por año, que significa multiplicar
varias veces el número de casas nuevas que hoy se están construyendo.
En su momento veremos la política y los instrumentos específicos
para lograrlo.
Propongo que impulsemos la construcción de vivienda porque hay
una demanda insatisfecha de grandes magnitudes todavía en el país
sobre este satisfactor. Propongo que la impulsemos porque es altamente
generadora de empleo, porque da un desarrollo regional más equilibrado
en todo el país, porque impulsa el empleo también multiplicándolo
en las industrias que le proporcionan bienes a la industria de la construcción,
porque en suma, es una demanda, una gran demanda de una inmensa mayoría
de mexicanos.
Propongo también que impulsemos los servicios médicos
y de seguridad social para tenerlos de mayor calidad, que impulsemos el
programa de guarderías con un gran vigor, porque el número
de compañeras que trabajan en las fábricas va creciendo de
manera acelerada, y sin lugar a dudas ésta es de las grandes demandas
a la cual le debemos dar toda la prioridad y el impulso en los siguientes
años. Desde luego que impulsemos la reforma en la calidad educativa
y la capacitación en el trabajo.
¿Por qué una gran reforma en la calidad y también
en los contenidos educativos?
Porque hoy lo que determina el desarrollo de las naciones y con lo que
se alcanza la justicia social, sin lugar a dudas tiene que volver a ser
la educación. Esta debe ser la palanca que nos permita que haya
capilaridad social en el país, que vuelva a ser la palanca de la
justicia social y la palanca del progreso de las personas y del desarrollo
de nuestro país.
Lo propongo porque además hoy quien se rezague en esta materia
se quedará rezagado respecto al desarrollo mundial que se está
viviendo en todo el mundo, porque a diferencia de lo que fue en el pasado
hace varios siglos, en donde el desarrollo de las naciones lo marcaban
los recursos naturales, hoy es fundamentalmente el conocimiento, la investigación,
la formación de habilidades lo que proporciona la escuela y la capacitación
lo que marca el desarrollo de los países, al grado de que hoy hay
fábricas que cuando salen los trabajadores, sale todo el capital
porque el capital está aquí, que es en donde lo tenemos que
fortalecer.
Y ese capital propongo que lo fortalezcamos para que la escuela vuelva
a ser el motor de la justicia social y no sólo tengan derecho a
la educación de alto nivel de calidad los hijos de las familias
de altos ingresos, que es lo que hoy nos está ocurriendo.
Entiendo que la rectoría de la economía que ejerce el
Estado y la que establece nuestra Constitución es una herramienta
fundamental para avanzar en el desarrollo y para avanzar también
en la justicia.
Entiendo que tenemos que hacer una muy clara orientación social.
En los años pasados hemos construido los cimientos para un crecimiento
económico acelerado pero que hoy, sin lugar a dudas, los cambios
por venir tienen que tener un solo propósito y objetivo: un compromiso
con las mayorías y con los trabajadores de México.
Entiendo que sólo si obtenemos lo mejor de la gente podemos obtener
lo mejor del país y por ello quiero hacer el compromiso con ustedes
de combatir de fondo la pobreza, de combatirla con las propuestas que les
estoy haciendo y no subsidiar ni su persistencia ni tampoco su crecimiento.
Hay que atacar el fondo de los problemas no sólo las manifestaciones
de ellos.
Quiero, por ello, unirme a la fuerza del sector obrero, poniendo la
voluntad y la decisión para avanzar en las cuatro grandes estrategias
de avance del país, pero sabiendo que los candidatos tenemos -yo
tengo la voluntad- pero que quien tiene la fuerza, quien tiene la capacidad
de acción son los obreros del país.
Por ello quiero hoy refrendar mi alianza con el movimiento obrero mexicano.
Mi alianza para hacer un programa, para hacer una política, para
hacer un desarrollo orientado al bienestar de los trabajadores de México.
Mi alianza para registrarme con su apoyo, con el fortalecimiento del
decidido apoyo del movimiento obrero mexicano y su apoyo para que con su
decisión en el día de las elecciones gane por la actividad
política que ustedes realicen en todos los lugares del país,
no sólo con los sindicatos, sino en las regiones pidiéndole
el voto a los amigos, pidiéndole el voto a los compañeros,
para saber que con quien tenemos el compromiso es con el movimiento obrero
que impulsó mi candidatura y me permitió llegar a la Presidencia
de la República.
Con ustedes vengo a comprometerme y vengo a comprometerme como se comprometen
los amigos leales, porque las lealtades son de dos caminos; son de aquí
para allá y de ustedes para nosotros. Esa es la alianza que quiero
proponerles a ustedes: una alianza y un compromiso para ganar la Presidencia
y luego para hacer un gobierno orientado a apoyar a los trabajadores y
a sus familias. Muchas gracias.
- SEÑOR LEONARDO RODRIGUEZ ALCAINE: Señor licenciado Labastida,
tres compañeros de diferentes organizaciones desean hacerle a usted
una pregunta cada uno de ellos.
Le ruego al compañero Emiliano Cornejo Pizano, del Sindicato
Nacional de Mineros.
- SEÑOR EMILIANO CORNEJO PIZANO: Señor licenciado Francisco
Labastida Ochoa, a nombre del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros
Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana, que preside
el compañero Napoleón Gómez Sada, como Secretario
General de esa organización, a la cual pertenecemos, permítaseme
hacerle una pregunta: ¿Considera usted que el Artículo 123
Constitucional es base de la estabilidad nacional, y para que los trabajadores
continúen avanzando en sus reivindicaciones?
- LIC. FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Por supuesto que sí, compañero
Emiliano Cornejo. Lo creo y lo he creído desde hace muchos años.
Creo que ha sido y es uno de los grandes avances que en materia de la
jurisprudencia internacional, y desde luego en nuestro país, fue
el reflejo de las demandas de los obreros planteados en nuestra Constitución.
Y como hoy se ha planteado en muchos lugares si debemos o no debemos
de hacerle modificaciones, no tanto al Artículo 123, sino a toda
la ley correspondiente, a la ley secundaria correspondiente. Yo sólo
les digo que el compromiso en esta materia debe ser muy claro. Cualquier
cambio en cualquier legislación, sólo haciéndolo de
conformidad con los interesados, con los obreros.
Cualquier cambio en cualquier legislación, velando por los intereses
de los trabajadores. Cualquier cambio en cualquier legislación,
siempre para beneficio de la gente. Cualquier cambio en cualquier legislación,
siempre apoyando el desarrollo de las clases populares del país,
ese es mi compromiso.
- SEÑOR LEONARDO RODRIGUEZ ALCAINE: El compañero Gustavo
Estrada Urbina, de la Confederación Nacional de Textiles, Martín
Torres, hace la segunda pregunta,
- SEÑOR MARTIN TORRES: Buenos días, con su permiso compañero
Leonardo Rodríguez, presidente del Congreso del Trabajo. Licenciado
Francisco Labastida Ochoa, permítame usted hacerle la siguiente
pregunta. Por su trayectoria política, usted seguramente tiene una
visión clara de lo que el Movimiento Obrero organizado significa
y representa para el país, así como los problemas que abruman
a los trabajadores ¿Cuál sería su propuesta para impulsar
las acciones encaminadas a obtener la emancipación, tan ansiada
por los obreros que en los últimos años han soportado el
peso de la crisis soportado con verdadera entereza y nacionalismo? Gracias,
señor licenciado por su respuesta.
- LIC. FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Con mucho gusto compañero Gustavo
Estrada. Mi propuesta es muy simple, muy sencilla, y espero también
que los convenza a ustedes.
Yo propongo, no programas para subsidiar la pobreza, propongo programas
para trabajar, atacar y erradicar las causas de la pobreza.
Propongo programas que dentro del sector público, desde luego
nos ocupemos para combatir la mala distribución del ingreso, para
apoyar a las regiones menos favorecidas. Programas para impulsar ahí
la generación de empleo; pero fundamentalmente propongo un programa
y una política que nos permita más que subsidiar la pobreza,
combatirla de fondo y combatir sus causas.
Y eso es generación de empleo, una alta generación de
empleo. Lograr que el país haga lo que realizó hace muchos
años. México fue considerado el milagro de la economía
latinoamericana, porque lográbamos crecer al seis por ciento la
economía con inflaciones del orden del tres por ciento. Y esas fueron
épocas en las cuales la generación de empleo iba pujante
y avanzando en todo México, tenemos que tener una política
de alto crecimiento económico, simplemente porque es la forma de
tener una política de alta generación de empleo.
Propongo también que eso se traduzca en el nivel de vida de la
gente con mejores salarios, y aumentar las prestaciones que están
demandando los trabajadores, particularmente el campo de vivienda; el campo
de la recreación para impulsar, por ejemplo, la construcción
de centros vacacionales tipo Oaxtepec, que se nos han quedado rezagado,
chicos al lado del tamaño de la clase obrera del país.
Impulsar un gran programa de capacitación, de capacitación
en el trabajo y fuera del trabajo, y la transformación en la calidad
educativa que he comentado con ustedes.
Quiero entonces no hacer ni presentarles programas que sean juegos de
artificio; luces que se encienden en la noche y que inmediatamente se apagan,
sino presentarles un camino de solución de largo plazo que nos permita,
no por unos cuantos años, encontrar la ruta del crecimiento en el
empleo y la ruta de la atención de las demandas sociales para mejoría
de los trabajadores del país.
Me apoyo en ello, en que superamos los problemas más agudos que
teníamos en la economía. Me apoyo en ello en que no va haber
crisis económica ni de fin de sexenio ni de principio de sexenio.
Me apoyo en ello porque vamos a trabajar para construir cosas nuevas para
beneficio de los trabajadores y no para reconstruir los daños que
ha dejado en épocas anteriores en las crisis.
Me apoyo en ello en que esta es una de las demandas más importantes
de los trabajos y que su amigo cree firmemente de que esa demanda no sólo
es justa, sino que es viable atenderla y quiero trabajar por ello.
Muchas gracias.
- SEÑOR LEONARDO RODRIGUEZ ALCAINE: La tercer pregunta la hará
el compañero Rogelio Reyes Núñez, del Sindicato Nacional
del ramo de la lana.
- SEÑOR ROGELIO REYES NUÑEZ: Con su permiso, señor
Presidente.
Licenciado Francisco Labastida Ochoa, aspirante a la candidatura a la
presidencia de la República, mi pregunta es la que sigue: ¿Cuenta
usted con la oferta que pudiera garantizar que las luchas sociales y sindicales
tendrán el apoyo y el estímulo necesario, no sólo
para la defensa de los intereses de los trabajadores, sino para crear una
verdadera política obrerista de profundas transformaciones, capaz
de lograr el desarrollo económico y el bienestar de este importante
sector de nuestra sociedad?
Por su respuesta muchas gracias, señor.
- LIC. FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Con mucho gusto contesto su pregunta
compañero Rogelio Reyes.
Estoy convencido que el país puede vivir en los años siguientes,
años de prosperidad, no sólo para el país sino fundamentalmente
para los trabajadores y para la clase mayoritaria de México.
Estoy convencido de ello no sólo porque es necesario e indispensable
para el país. Estoy convencido porque los cambios más dramáticos
ya se hicieron y nos tocan aprovechar las ventajas de ellos para fincar
sobre ésos reformas que permitan que los trabajadores avancen en
su nivel de vida y en los satisfactores que legítimamente están
planteando.
Planteo por ello un impulso muy fuerte a la generación de empleo
como la clave fundamental para avanzar en el país; cuando se tiene
empleo se tienen muchas cosas ligadas a ello, la posibilidad de acceder
a la vivienda que tenemos que ampliar su velocidad y monto de construcción
para que alcance en mucho mayor medida a los trabajadores de lo que hoy
se está haciendo.
Cuando se tiene empleo se accede a la seguridad social. Cuando se tiene
empleo se accede a un mejor nivel de vida; combatir de fondo los problemas
de pobreza significa impulsar de fondo el programa del empleo ligando a
la generación del empleos dignos, empleos mejor pagados, empleos
que alcancen realmente a la población para que viva mejor, que se
refleje en el bolsillo de la gente, que se refleje en las cosas tan sencillas
como que pueda haber una casa digna, como que alcance para comprarle ropa
a los muchachos, como que alcance para comprarle zapatos a la mujer, como
que alcance para irse de vacaciones para tener recreación. Que se
refleje simplemente en la gente.
Ese es mi programa y no planteo hacerlo, insisto, con cambios de corto
plazo que nos den aliento y que nos satisfagan durante un muy corto número
de años. No debemos de caer otra vez en el error de impulsar crecimientos
artificiales que luego se nos caigan.
El crecimiento del empleo tiene que ser sostenido, permanente y duradero,
tiene que ser muy elevado, tiene que tener la posibilidad, los trabajadores,
de tener empleos dignos por este conducto. Y tenemos que adaptar todo el
herramental, todos los grandes instrumentos, todos los grandes programas
del gobierno y la sociedad, como es la educación y la capacitación,
la inversión y el ahorro, a ello.
Pero el objetivo de política es lo que importa. La política
es impulsar el empleo para elevar el nivel de vida de los trabajadores,
elevar los salarios y elevar las prestaciones y a ello tenemos que ajustarnos
y adaptar todas las medidas de los instrumentos de política para
ser congruentes y consistentes con lo que nos estamos planteando.
Al final de cuentas creo que lo que tenemos que tener presente es que
el compromiso, los programas, las decisiones son para apoyar a la gente
y para apoyar a los trabajadores de México.
Quiero, por ello, refrendar con mis amigos los obreros, de nueva cuenta,
un pacto. Un pacto para elevar el empleo. Un pacto para elevar la productividad.
Un pacto para elevar los salarios. Un pacto para construir muchas más
viviendas dignas de las que hemos construido en el pasado. Un pacto para
mejores servicios. Un pacto para luchar contra la criminalidad, la delincuencia
y el narcotráfico.
Porque si logramos generar empleos, si logramos construir más
viviendas, si logramos mejores salarios de poco nos sirve si se lo roban
a los obreros cuando salen de la fábrica y van para sus casas.
Un pacto para gobernar en la aplicación de la justicia con firmeza,
con mano firme, serena, pero firme; aplicando la ley con todo rigor, sin
salirnos de la ley, pero aplicándola con todo rigor. Un pacto para
regresarle la tranquilidad a las mexicanas y a los mexicanos, para que
no tengan temor al transitar por las calles, para que no tengan temor de
ser asaltados, robados o asesinados.
Un pacto para trabajar por la gente, un pacto para hacer que recuperemos
la confianza en nosotros mismos y en nuestro país, para que no nos
autodevaluemos ni autodenigremos.
Un pacto para saber que este gran país, que es México,
que tiene pasado de grandeza, también tiene destino de grandeza,
y que podemos entre todos construirle al país, para beneficio de
los trabajadores, un destino de grandeza.
Muchas gracias.
- SEÑOR LEONARDO RODRIGUEZ ALCAINE: Señor licenciado Francisco
Labastida, reiteramos nuestra expresión inicial, nuestro Partido
cuenta con cuadros de la mayor calidad, capacidad y experiencia con usted.
Reconocemos y valoramos sus expresiones para con el Sector Obrero, esto
nos lleva a reafirmar que todos los priístas estamos en el camino
correcto: avanzar en la democracia al interior del Partido para consolidar
la democracia en el país.
Licenciado Francisco Labastida Ochoa, agradecemos, en todo lo que vale,
la presentación de sus propuestas y compromisos. El compromiso del
Congreso del Trabajo al concluir sus reuniones con nuestros distinguidos
aspirantes habrán de dar a conocer su criterio y decisión.
Sin embargo, deseamos lleve usted nuestro aprecio y solidaridad partidista.
Muchas gracias, señor licenciado Francisco Labastida.

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