Versión Estenográfica de la Conferencia Magistral dictada
por el Lic. Francisco Labastida Ochoa, Candidato del PRI a la Presidencia
de la República, en la Universidad de Guadalajara, en el marco de
su gira por el Estado de Jalisco.
Guadalajara, Jalisco 3 de agosto de 1999.
Muy apreciado señor Rector, Doctor Víctor Manuel González
Romero, Rector General de la Universidad de Guadalajara; Muy distinguidos
miembros del presidium; Muy distinguida concurrencia; Señoras y
señores; Jóvenes estudiantes: Vengo a la Universidad de Guadalajara
a dialogar con ustedes principalmente sobre los graves y serios problemas
que enfrenta hoy la educación superior en el país.
Con mucho gusto vengo a esta universidad, que es un espacio privilegiado
para la formación académica, la investigación de la
cultura, que ha tenido una enorme influencia en la vida económica,
política, cultural y social de Jalisco y desde luego del país.
Es también la Universidad de Guadalajara un espacio privilegiado,
porque con sus 165 mil estudiantes es la segunda universidad en tamaño
más grande del país. Ha sido y es la esperanza de miles de
familias de los sectores medios y populares de Jalisco para que sus hijos
puedan estudiar una carrera profesional.
Me da mucho gusto estar en la Universidad de Guadalajara, a la que también
me liga un motivo personal, mi padre egresó de su facultad de medicina
hace ya muchos años, varias décadas, pero el recuerdo con
ella obviamente también nos liga a toda la familia. Por todas estas
razones agradezco a las autoridades su amable invitación para que
los acompañe a ustedes en este ciclo de conferencias donde han invitado
a los precandidatos de todos los Partidos a conversar sobre los principales
problemas del país.
Les propongo que hagamos juntos una reflexión sobre la problemática
de las instituciones de educación superior del país, sobre
las alternativas que existen para elevar su calidad de manera muy específica
en esta casa de estudios.
Soy un libre defensor de la universidad pública. Egresé,
lo digo con orgullo, de una de ellas. Estoy convencido de la enorme influencia,
de la positiva influencia que las universidades públicas de México
han tenido en el desarrollo del país, es un hecho innegable, están
presentes en todos los ámbitos de la vida nacional.
De las universidades públicas han surgido los investigadores
y la gran mayoría de los profesores más reconocidos que ha
dado nuestro país. Hoy, inclusive, son universidades porque tienen
el área de investigación; muchas, en cambio, no tienen esta
tarea, esta función privilegiada para estar al día también
en la docencia.
Hoy, la universidad pública en México ha perdido, y creo
que lo tenemos que reconocer, parte del vigor que históricamente
la ha caracterizado para generar los recursos humanos de calidad y los
nuevos conocimientos tecnológicos que el país requiere para
su desarrollo. Creo que también está relacionado con la problemática
de la calidad de la educación no sólo el nivel superior,
sino en otros niveles previos a la etapa superior, y me refiero particularmente
a la educación primaria y básica. Hay múltiples indicadores
de ello, sólo menciono un dato importante, cuando se aplican exámenes
de admisión en las universidades del país es ampliamente
conocido que una parte importante de los alumnos que presentan dichos exámenes,
sólo los pasan con calificaciones muy bajas y refleja la falta de
la calidad de la educación que en los ciclos previos hoy estamos
teniendo en el país, y un énfasis en mejorar la calidad educativa
va a significar necesariamente que abordemos todos los ciclos educativos
para que la elevación de la calidad educativa también se
dé con vigor y presencia en el ciclo superior.
Esto determina que poco a poco estén perdiendo presencia en el
mercado de trabajo, en la dirección de las empresas y en la dirección
de la vida pública nacional algunos de los egresados de las universidades
públicas estatales sufragadas por el gasto público. Creo
que siendo doloroso es un hecho que tenemos que reconocer porque las universidades
tienen como propósito no sólo formar y formar bien estudiantes,
sino procurar que los mismos tengan éxito en su vida profesional,
en su desarrollo en la vida pública o privada y que tengan capacidad
para dirigir los destinos de las empresas, de las organizaciones sociales
y de la vida política nacional.
No podemos, en consecuencia, fallar a nuestros jóvenes que ven
en las universidades la oportunidad de superación, debemos ofrecer
educación de más calidad y avanzar con la rapidez que están
demandando y exigiendo los tiempos actuales.
Existen en el país rezagos, necesidades insatisfechas y oportunidades
insuficientes, creo que la educación, a pesar de los avances que
ha tenido, tenemos que aceptar que parte de ello también nos está
ocurriendo.
La demanda de la educación básica está fundamentalmente
satisfecha, pero entre la primaria y la educación superior se quedan
muchos jóvenes en el camino, los estudiantes que egresan de los
niveles medio y superior no siempre encuentran el empleo que esperan y
que están solicitando.
Hay 29 millones de estudiantes en todo el país y de ellos cerca
de 1 millón 700 mil están en el nivel superior. El gasto
gubernamental dedicado a la educación no ha crecido conforme a la
demanda de la población y se ha mantenido por debajo del nivel mínimo
recomendado a nivel mundial. Sólo un ejemplo, en México los
subsidios públicos a las universidades alcanzan el 0.7% de la riqueza
nacional, del PIB y la proporción que de dicho gasto le dedican
en la OCD a las universidades es superior al 1%.
No tengo duda, el mayor de los retos que enfrentamos en estos momentos
en materia de educación y muy especialmente en materia de educación
superior, es elevar su calidad. Hoy la educación de calidad determina
el desarrollo de los países, el capital humano, el conocimiento,
el desarrollo de la información es el que marca la fortaleza o debilidad
de las naciones en un mundo que exige crecientemente conocimiento, habilidades
y capacitación.
El crecimiento económico de las naciones en el siguiente siglo
y en consecuencia la capacidad para elevar el nivel de vida de la población
se va a sustentar fundamentalmente en la educación de la población,
mucho más que en los recursos naturales y en el capital. Esto viene
tomando fuerza creciente y es, sin lugar a dudas, la educación el
elemento fundamental para el desarrollo de los países en los siguientes
años y yo creo que ya lo es, de hecho, en la última parte
del siglo que está por terminarse.
La identidad nacional en un mundo globalizado dependerá cada
vez más de la fortaleza y arraigo de la cultura y desde luego la
equidad en las sociedades, su movilidad social, dependerá de la
calidad de todo el sistema educativo, especialmente de la educación
en nivel superior.
La responsabilidad que tienen las universidades públicas y los
gobiernos que las apoyan y financian, es dar a sus egresados capacidad
para la renovación tecnológica que haga posible un crecimiento
mayor y desde luego la elevación del nivel de la población.
Se requiere también, es obvio, que sus egresados tengan la calidad
de conocimientos que el mercado laboral, que la competencia en la vida
diaria les va a determinar, con objeto de que puedan acceder a mayores
remuneraciones y así contribuir a que exista una mayor equidad en
nuestro país.
Señor rector, compañeras y compañeros: Estoy convencido
de que el Estado debe apoyar el fortalecimiento de las universidades públicas
como instituciones de calidad para la enseñanza, la investigación
y la difusión de la cultura. Estoy convencido también de
que para lograr la educación superior de calidad que México
demanda, tenemos que fortalecer las relaciones entre el sistema educativo
y las instituciones que generan conocimientos tecnológicos que hacen
investigación y el sistema productivo nacional y agrego que también
estoy convencido que tenemos que elevar la calidad de la educación
en los ciclos precedentes, particularmente en la educación básica,
para lograr que quienes acceden a las universidades llegue con una educación
de mayor calidad.
Para fortalecer la capacidad de investigación que el país
requiere no basta que las universidades produzcan buenos profesionistas,
deben también producir profesionistas con capacidad y vocación
de innovación y promover la investigación de calidad. El
país necesita profesionistas de excelencia como los que México
ha producido, como muchos de los que México produce en este momento,
que sean el motor del desarrollo y de la transformación del país.
Si queremos ser un país del primer mundo necesitamos investigación
de primer mundo, investigación tecnológica de primer mundo,
conexión entre la investigación y la planta productiva también
de primer mundo y educación al nivel de calidad del primer mundo.
Este es el factor básico de cambio del país para los siguientes
años.
Decía Jean Porsart, que una de las bases fundamentales de los
universitarios es asumir una actitud crítica ante su realidad. Digamos,
entonces, con objetividad, que México y sus universidades produjeron
por décadas los recursos humanos, los profesionistas de calidad
que México demandaba y que hoy se están quedando rezagadas
las universidades públicas, respecto a algunas universidades privadas
y que esta realidad tenemos que enfrentarla y superarla con la unión
de las voluntades y de los esfuerzos para que sea la universidad pública
la cuna de los mejores profesionistas que en el país se produzcan.
Les propongo que seamos ambiciosos, que veamos más allá
de nuestra realidad inmediata, que tengamos el objetivo de la excelencia
en la calidad, como un objetivo que marque a las universidades. Que fortalezcamos
a nuestras universidades como centros de alta calidad capaces de generar
el capital humano que lleve a nuestra sociedad a un desarrollo integral,
que ello sea la base que fortalezca nuestra economía, nuestra cultura
e incida, desde luego, en el desarrollo de la democracia.
La política es el instrumento para transformar la realidad en
beneficio del país. Por eso, en la realidad de la universidad yo
me pronuncio porque los gobiernos apoyemos con más recursos al financiamiento
de la universidad pública para que ellas, en el ejercicio pleno
de la autonomía universitaria, tengan recursos para reforzar el
mejoramiento de los programas estudio y de los esfuerzos de investigación
que las universidades desarrollan.
Estoy, en esta medida, decidido a promover un cambio a favor de la educación
en todos sus niveles, a favor de la educación superior, apoyándola
con más recursos y más presupuesto, porque estoy convencido
que del mejoramiento de las instituciones publicas como las creadoras de
los recursos humanos que tengan capacidad renovada para dirigir al país,
está nuestra capacidad para desarrollarnos como Nación, con
justicia social, con movilidad social y como Nación que tenga viabilidad
en el siguiente siglo.
Las universidades serán hoy, lo comentábamos con el Rector,
pieza clave en la transformación de México. Me decía,
y con razón, que de ahí van a depender parte de las transformaciones
más importantes y significativas que México viva en los siguientes
años.
En ese esfuerzo de transformación las universidades, sus alumnos,
sus maestros, sus autoridades, no pueden estar solos, tenemos que estar
al lado de ellas apoyándolas e impulsándola los gobiernos,
quienes tenemos que dedicar más recursos y fortalecer su capacidad
de decisión autónoma para que las universidades le den al
país la transformación a favor de México, que estamos
demandando los mexicanos.
Muchas gracias. (Sesión de preguntas y respuestas)
EL C. RECTOR, VICTOR MANUEL GONZALEZ ROMERO.- Mientras nos llegan las
preguntas quisiera reiterar mi agradecimiento por su presencia, licenciado.
Mi complacencia por su interés por la educación superior,
en particular por la educación pública superior de nuestro
país y hacer una reflexión con usted, si me permite ser el
primero que haga la pregunta.
¿Qué va a pasar con nuestro país al entrar a un
nuevo siglo, cuando la injusticia es mayor que la que teníamos en
el siglo pasado? ¿qué le tocará hacer al siguiente
Presidente de este país para poder disminuir esta injusticia que
ahora es más grande que el siglo pasado y para poder borrar ese
mito de que somos un país pobre, porque un país que tiene
5 de los 100 capitales más grandes del mundo no es un país
pobre? ¿A qué reflexiones le lleva esto, señor licenciado?
RESPUESTA.- La pregunta que me planteó el señor Rector
es de hecho casi una tesis, si me permite decir señor, un poco provocativa.
Suscita a reflexiones profundas sobre el fundamento de la pregunta y el
fundamento de la pregunta es: somos un país más injusto hoy
de lo que éramos en el siglo pasado. Le pido que me acepte una reflexión
con ustedes que les robe unos cuantos minutos. Voy hablar de memoria y
obviamente puedo equivocarme en la respuesta, pero vale la pena tener presente
cómo ha cambiado nuestro país en este siglo.
En la época de 1917-1920, en México la escolaridad promedio
eran 2 años, hoy la escolaridad promedio del país son cerca
de 8 años. Nuestro país se transformó, es obvio, teníamos
en el 20 un poco más de 14 millones de habitantes, hoy somos cerca
de 100 millones de habitantes; una transformación cerca de 6 veces
mayor.
A pesar de que creció la población creció la escolaridad
promedio, los datos son muy significativos. Había en el México
de 1920 cerca de 600 mil alumnos en el sistema educativo; en el México
de finales del siglo hay 28 millones de alumnos en el sistema educativo.
8 de cada 10 mexicanos eran analfabetos en 1920; hoy 9 de cada 10 mexicanos
son alfabetos; es decir, cambió absoluta y dramáticamente
la relación. Menos de 2 de cada 10 mexicanos tenían servicios
de agua potable y alcantarillado; hoy cerca de 9 de cada 10 mexicanos tienen
servicios de agua potable y alcantarillado.
La esperanza de vida al nacer era de 33, 34 años en 1920, hoy
es de 74 años, erradicamos muchas de las enfermedades que existían
en el país, que hoy forman parte de la historia. Algunos datos,
inclusive, ya no aparecen en los censos. Por ejemplo, hasta 1960 se pregunta
qué proporción de la población usaba calzado o no;
hoy, mayoritariamente usa calzado la población, es un dato que ya
prácticamente no se registra porque es un número muy pequeño.
Pero este gran cambio en la estructura del país, que se refleja
en muchas cosas, teníamos 2 mil kilómetros de carreteras
en el país, hoy tenemos más de 300 mil kilómetros
de carreteras. El nivel de vida, el ingreso percápita, la nutrición
de la población se elevó, se transformó, pero esto
que se refleja en promedio en el país tiene un muy grave problema
y el muy grave problema son la cuarta parte de la población que
está en condiciones de pobreza extrema en el país, con una
pobreza que lastima al país, que duele y que le da riesgos a la
estabilidad de desarrollo de largo plazo del país, si no combatimos
de fondo el más serio problema que México tiene, que es la
pobreza extrema, la marginación, el México de 2 velocidades
de crecimiento; de un norte en desarrollo, de un sur rezagado, de grandes
diferencias de nivel de vida entre el campo y la ciudad y obviamente de
los nuevos problemas que han surgido en México, particularmente
el riesgo de que se agoten en algunas regiones la disponibilidad de agua,
el surgimiento de nuevas enfermedades que están lastimando a la
población y una problemática diferente pero no más
aguda en todos los renglones.
Lo comento, señor Rector, pedí disculpas anticipadas,
un poco para anticipar y hacer el balance global con honestidad y con objetividad.
En esas circunstancias, el país tiene que poner el énfasis
en cubrir los rezagos y atacar las grandes urgencias y los grandes males
del país. El primer mal es la pobreza extrema. El segundo es la
falta de empleo de calidad, bien pagado. El tercero es el crecimiento de
la inseguridad pública, en mi opinión; y, el cuarto, de otro
tipo, es el apoyo al campo y una transformación de la educación
como la palanca fundamental para la transformación de México
y hacerlo Nación viable en desarrollo con éxito y con justicia
en los siguientes años.
¿Qué propongo para ello? Atacar las causas de la pobreza,
no tener una política de subsidio a la pobreza, sólo tener
políticas temporales de subsidio a la pobreza. Y las causas profundas
de la pobreza son la falta de empleo y las condiciones de marginación
extrema a que ello lleva y eso significa impulsar de manera decidida el
empleo, evitar que haya crisis económicas en el país para
que no se destruya con las crisis lo que construimos en los años
previos, que le demos un cambio al país porque el país requiere
cambios, porque el país ha superado las crisis pero cada día
hay más pobres, porque el país ha superado las crisis pero
tenemos rezagos en regiones, cada vez más acentuados, y concentrar
en ello los esfuerzos de los siguientes años.
Eso implica una dirección política muy clara y muy consistente,
el impulso a la pequeña y la mediana industria, el impulso a las
pequeñas empresas, el apoyo al campo, la atención de las
demandas sociales y desde luego la generación del empleo concentrado
en las regiones donde tenemos mayor marginación y mayor pobreza.
El resumen, es que los siguientes años van a ser años
de trabajo y de esfuerzo, pero el país ha demostrado que tiene fortaleza
y a lo que quiero convocar es a que hagamos en los siguientes años
un trabajo de unidad para lograr cambios a favor del país, para
tener un mejor país y cambios a favor de la gente.
EL C. RECTOR, VICTOR MANUEL GONZALEZ ROMERO.- Estoy revisando las preguntas
no para omitir alguna de ellas, simplemente eliminaremos, si es que existiera
alguna ofensiva a persona o institución alguna y tratando de agrupar
algunas de ellas que puedan tener respuestas similares par agilizar el
proceso de preguntas y respuestas.
La primera pregunta es: ¿Por qué no se juntan los 4 precandidatos
del Partido y hacen una sola campaña? Esto reduce considerablemente
los costos de campaña y proyectarían mayor credibilidad.
RESPUESTA.- Me atrevo a suponer que las reglas que sacó el Partido
de una campaña independiente por cada uno de ellos es para evitar
las complicaciones que se dieron en las campañas previas que se
realizaron en algunas gubernaturas.
En los actos públicos cuando iban varios candidatos, siempre
ocurrió, en los estados, que algún candidato con mucha imaginación
le mandaba a un grupito que le chiflaba a otro candidato. Luego se mandaba
a un grupito que le aplaudía más que a los otros.
Entonces, yo creo que el Partido dijo: para qué hacemos un concurso
de chiflido y esas cosa, entonces que cada quien haga su campaña
por su propio lado. Me imagino que esto fue lo que ocurrió.
PREGUNTA.- ¿Cómo definiría su proyecto político
y de Nación en 3 puntos concretos y directos? Luego dice, ¿De
ganar la candidatura qué estrategias adoptaría su Partido
y usted mismo para revertir el eventual triunfo de la alianza opositora?
RESPUESTA.- Las 3 grandes prioridades son el combate a la pobreza relacionado
con la generación de empleo, el combate a fondo a los problemas
de inseguridad y crimen que el país está viviendo, que ha
crecido drásticamente en los últimos años y yo creo
que un asunto, diría vital, es mantener la gobernabilidad del país.
Por encima de los Partidos está la Nación, está
el país. Las diferencias entre los Partidos no deben poner en riesgo
la gobernabilidad del país y esto implica que los Partidos y las
fuerzas políticas que contienden tengan la capacidad para poner
encima de sus intereses los intereses del país y eso va a implicar
en el futuro pensar y reexaminar algunos puntos de fondo, el maestro Lama
me está haciendo cara de que quiere opinar sobe esta materia, algunos
puntos de fondo de la materia constitucional que en el futuro deba de abordarse.
Quitándole esta rimbombancia de lo que se dice de la Reforma
del Estado, sí tenemos que pensar en las siguientes reformas que
el país demande para asegurar la gobernabilidad y la marcha de la
Nación, independientemente de quien tenga la responsabilidad de
conducir al país y de cómo esté la composición
en el Congreso debido a las fuerzas políticas y a la pluralidad
creciente del país.
Esa es, me parece una de las tareas más importantes y urgentes
para definir a los siguientes años.
PREGUNTA.- Tengo 3 preguntas relacionadas entre sí, algunas tienen
introducción amplia, me voy a referir nada más a la parte
de pregunta. La primera es: ¿Si llega a ser candidato y posteriormente
si llega a la Presidencia, cómo apoyaría en concreto el arte
y la cultura; es decir, qué porcentaje del presupuesto asignaría
a este rubro?
Otra dice: ¿Está considerando dentro de la elevación
de la calidad de educación las escuelas de arte y cultura?
Una tercera dice: ¿Apoyará la introducción de
educación musical en educación básica a nivel nacional
y la música como asignatura en estos programas?
RESPUESTA.- Voy a tratar de responder muy sintéticamente y perdón
por referirme a algún antecedente. Cuando tuve el honor de ser Gobernador
de Sinaloa le destinamos a la promoción de la cultura el 2% del
presupuesto del Gobierno del estado. Esto permitió en 6 años
reconstruir el Teatro Angela Peralta, hacer un Museo de Arqueología
en Mazatlán, hacer el Museo de Arte de Sinaloa, en Culiacán,
el Centro de Ciencias en Culiacán, el Museo Regional en Los Mochis
y varios museos adicionales en todo el estado.
Abrir cerca de unas 40 bibliotecas por año, hacer una tarea editorial
que nos permitió tener más de 250 títulos publicados;
alguno con una editorial nacional que tuvo más distribución
y mayor calidad en la impresión, tener un festival cultural que
tenía 1 millón de espectadores por año, sólo
para mencionar algo de la obra cultural.
Menciono este antecedente para que no sientan que hago un pronunciamiento
a favor de la cultura para quedar bien con quien me ha hecho el favor de
hacer la pregunta.
¿Por qué lo hicimos? Porque estoy honestamente convencido
de que en esta época de globalización, donde encuentra uno
mercancías producidas en otros países, el riesgo no está
tanto en apertura económica, sino en la pérdida de la identidad
nacional y la identidad nacional sólo se obtiene con un reforzamiento
muy fuerte de las actividades culturales, porque junto con el deporte y
otras actividades ligadas al tiempo libre, que es creciente en la sociedad,
sin lugar a dudas estas son actividades críticas, estratégicas,
prioritarias para los siguientes años. Yo digo no sólo para
los siguientes años, sino ya, en este momento.
Creo que más que plantear solo un fomento del arte, la cultura
y la educación musical, esto hay que incorporarlo desde la educación
básica. Entiendo que la educación básica en mi concepción
debe sufrir una transformación, primero para que no sea de tiempo
parcial, hoy son 4 horas y media que van los muchachos a las escuelas,
que sea de tiempo completo, que salgan a las 4 de la tarde, de 8 a 4, que
incorporemos alimentos al medio día para que los alumnos puedan
comer en las escuelas, que reforcemos el sistema educativo, el conocimiento
y la formación completa sobre redacción, sobre lengua nacional
donde tenemos que reconocer que tenemos todavía serias fallas, el
conocimiento de los elementos básicos, de matemáticas, de
los números, de civismo, de historia y de las actitudes que permiten
el desarrollo de los educandos, las rectitudes de trabajo, estudio, investigación,
consulta. Eso requiere tener bibliotecas en las escuelas, tener salas de
lectura, incorporarle a la educación básica en los últimos
años, quinto, sexto, elementos para que aprendan computación
e idiomas y dar desde luego cultura, deporte, educación musical
particularmente, y salas de lectura para que lean libros completos y no
una página en el libro de texto gratuito en donde digan que conocieron
o conocen de poesía porque está un poema de Sor Juana Inés
de la Cruz o dos páginas sobre Gabriel García Márquez
o cualquier escritor jalisciense y obviamente darle un gran impulso a la
educación básica porque son los cimientos de lo que luego
se construye en las universidades.
PREGUNTA.- Dos preguntas relacionadas. Una dice: ¿De llegar a
la Presidencia qué rumbos tomaría el sistema neoliberal para
años futuros? La otra dice: ¿Usted considera que la política
neoliberal sea la adecuada para el sector educativo, ya que se percibe
en su discurso esa visión?
RESPUESTA.- No pienso que haya dado nunca la visión de que la
política neoliberal es la que debe desarrollarse, por el contrario.
Desde hace unos años, quizás unos 15 años, dije que
la economía de mercado, y no sólo lo dije, lo escribí
y está publicado en libros, foto, cultura económica, y dije
que la economía de mercado lo único que puede dar son empleos
y crecimiento económico, que no da justicia social, que no da corrección
de las desigualdades del desarrollo, que la economía de mercado
sólo sirve para algunas cosas y que lo que tenemos que tener muy
claro, si queremos una sociedad justa donde cumplamos con las obligaciones
que al Estado y al gobierno le marca la Constitución, el gobierno
tiene que tener una capacidad para combatir la pobreza, para corregir las
desigualdades que marca la competencia que da la economía de mercado.
En la economía de mercado triunfan los que están más
capacitados, pero el gobierno y la acción del gobierno tiene que
tener un rostro humano, una preocupación por los grupos marginados,
por los que están en condiciones de desventaja y eso no es problema
económico, es un problema humano y los problemas humanos están
por encima de los problemas económicos; que los discapacitados necesitan
un trato especial, los marginados, los que están en condiciones
de pobreza, necesitan un trato desigual porque hay que darle un trato desigual
a los que son desiguales.
Les pediría que nunca asociaran mi nombre a esta posición
de impulsar el neoliberalismo.
Ahora, un comentario, se dijo en mi curriculum que yo había
hecho estudios de posgrado en planeación, lo que no se agregó
es que fue en planeación de la educación. He trabado ligado
al sector educativo durante muchos años, trabajé en el Instituto
Federal de Capacitación del Magisterio, que dirigía Víctor
Gallo, haciendo programas de capacitación para maestros. Trabajé
en la Dirección General de Educación Superior e Investigación
Científica. Le asigné recursos al sector educativo desde
la Secretaría de la Presidencia durante cerca de 10 años.
Cree el grupo de análisis del sector educativo que dicen que es
el que ha hecho los estudios más de fondo sobre el sistema educativo.
Entonces he trabajado durante varios años sobre este tema y lo que
queda muy claro es que la educación es el elemento clave para el
desarrollo del país, que la determinación de los recursos
humanos hoy ya no funcionan, no se puede encontrar a un ingeniero electricista
que trabaje en educación o a un pedagogo, un economista, que trabaja
dando un discurso aquí en la universidad, preocupado por los problemas
educativos.
La movilidad de los que cursamos una carrera luego es enorme, es infinita,
no se trabaja por compartimientos estancos y lo que es vital es que se
hagan carreras y estudios de excelencia, que se adquiera el hábito
de la lectura, el estudio y la investigación, que no se despegue
uno de la capacidad de renovarse de los recursos humanos.
Hay que tener presente, para hablar de los de la tercera vía
que están muy de moda, dicen que un derecho siempre implica una
obligación, hay el derecho de estudiar y asistir a las escuelas
que deben de ser gratuitas, pero también hay la obligación
de estudiar y eso no es liberalismo, simplemente que un derecho implica
una obligación.
PREGUNTA.- Tendremos una sola pregunta, que de hecho son 11 preguntas
y que reflejan el sentir de este auditorio. Las demás se las entregaré
a usted para que tenga al menos las inquietudes del auditorio.
La primera: Usted habla de apoyar la educación superior y la
educación media y técnica, ¿cuál sería
la propuesta?
Otra, ¿cuál será el apoyo que dará, en
caso de llegar a la Presidencia, a la educación y a las universidades
públicas?
La tercera dice: ¿A qué se compromete usted con esta
comunidad universitaria y sobre todo con los jóvenes para garantizarles
una educación de calidad?
Siguiente: ¿Tiene ya un programa de apoyo económico a
la calidad superior? ¿Qué propuesta tiene para la educación
superior pública y por qué no han resuelto el problema de
la UNAM?
¿Cómo elaboraría usted las políticas económicas
para incrementar el presupuesto de educación?
¿Cómo distribuiría el presupuesto entre las universidades
públicas?
¿Qué papel juega el gobierno para abatir ese rezago del
que usted habló de los egresados de las universidades públicas
en el ámbito del desempleo?
¿Cómo se compromete usted a apoyar a la universidad de
Guadalajara?
¿Por qué los universitarios de las instituciones públicas
de nivel superior han de creer en Francisco Labastida?
Los jóvenes de la universidad estamos con incertidumbre de ¿cómo
se va a apoyar la educación superior?
RESPUESTA.- Bien, señor rector son 11 preguntas íntimamente
relacionadas una con otra. En la evaluación que yo hacía
está también el comentario de planteamiento de políticas
y el futuro, mencionaba que hay que hacer crecer el monto de los recursos
federales y estatales que se destinan a la educación.
Segundo, debe de mantenerse la educación pública como
una educación fundamentalmente gratuita.
Tercero, hay que fortalecer no sólo la educación, sino
las partes que le dan vida y que la hacen más vigente, más
actuante, la relación con la investigación y con los centros
de trabajo. Son 3 círculos, 3 áreas que deben estar íntimamente
conectadas, no pueden estar separados entre sí.
Y, cuarto, obviamente hay que dejar que las universidades desarrollen
por sí mismas sus planes y programas de superación y los
gobiernos debemos darle apoyo a las universidades haciendo que de ellas
mismas surjan los planes de superación económica, de mejoramiento.
Hay algunas universidades que dicen: necesitamos una mayor proporción
en maestrías y doctorados; hay otras que dicen: necesitamos una
mayor proporción de trabajos en área de investigación:
hay otras que dicen necesitamos tener mejores bibliotecas, un acceso a
centros de revistas e información que nos conecten con los cambios
que se están dando en el mundo.
Estas respuestas deben de buscarlas cada una de las universidades, porque
me parece que de ahí, de la interacción que surja de los
maestros, de sus autoridades y de los alumnos, es de donde deben surgir
los planes que den mejoramiento.
No pretendo dar con ello una respuesta que marque puntos, me parece
que los cambios de fondo en las universidades deben venir de ellas mismas,
de quienes conocen con mayor profundidad sus problemáticas y también
conocen sus soluciones.
Creo, en este sentido, que ese cambio tenemos que apoyarlo en las partes
de responsabilidad que tenemos todos los que actuamos en la vida del país.
Nos corresponde a los gobiernos, a la sociedad, darle mayor apoyo e impulso
a las universidades y buscar una mayor conexión, entre ellos los
centros de trabajo y de investigación.
Esa es mi propuesta concreta, comprometerme a apoyar a la educación
superior con más recursos e impulsar que también los gobiernos
de los estados en el ámbito de su responsabilidad también
lo hagan para derivar de ahí, de las universidades, el proceso de
cambio y de transformación de un mejor país, un país
mejor, que nos vuelva a abrir la esperanza de los mexicanos, que nos recupere
la confianza en nosotros mismos y en nuestra capacidad para hacer que México
se desarrolle, se transforme, evolucione y sea una Patria más justa,
con menos injusticias y sobre todo que nos ofrezca la esperanza de nuevo
hacia el futuro.

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