Sin libre elección,
el amor es imposible |
Todos los seres
espirituales vivirán para siempre. No pueden ser aniquilados |
Esta vida (se parece)
a un curso de la escuela, con un examen final |
El sufrimiento
tiene un propósito |
Dios personalmente
ha sufrido y ha sido tentado más que nadie |
Sólo Dios
tiene poder para conquistar a Satanás, el pecado y la muerte |
Nuestro tiempo
de sufrimiento es breve |
Tanto el cielo
como el infierno son expresiones del amor perfecto de Dios |
Si tiene alguna duda,
opinión o inquietud relacionada con este artículo, Escríbanos,
y le contestaremos cuanto antes |
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El
Mal y el Sufrimiento a la Luz del Amor y el Poder de Dios
Por Hugh Ross, Ph. D.*
Las personas no son
robots
-
El hombre no tenía
pecado cuando Dios lo creó (Génesis 2-3)
-
Si Dios hubiera impedido
por la fuerza que el hombre pecara, la voluntad del hombre no sería
libre
-
Sin libre elección,
el amor es imposible
El plan último
de Dios es perfeccionar a aquellos que eligen ser perfeccionados
-
En la nueva creación
no habrá pecado, ni sufrimiento, ni muerte, ni maldad (Apocalipsis
21:4)
-
Solamente aquellos (y
todos aquellos) que triunfan sobre el pecado y el mal al elegir adorar
a Cristo en vez de vivir para ellos mismos pueden entrar en este estado
perfecto (Apocalipsis 21:7-8)
-
El proceso de perfeccionamiento
tiene lugar por medio de la interacción de nuestra voluntad con
la de Cristo, en oposición a la voluntad de Satanás (Hechos
8:23, Filipenses 2:13, 2 Tesalonicenses 3:5, 2 Timoteo 2:26)
Lo que es espiritual
es eterno
-
Todos los seres espirituales
vivirán para siempre. No pueden ser aniquilados (Daniel 12:2, Mateo
25:46)
-
La conciencia de cada
uno confirma que la vida sigue después de la muerte física
(Eclesiastés 3:11)
-
La muerte espiritual,
que vino por el pecado del hombre, precedió a la muerte física
del hombre. La muerte espiritual se refiere a la incapacidad del hombre
para hacer el bien y, a menos que se encomiende a la bondad de Cristo,
resulta en su separación eterna de Dios (Romanos 5:12-21)
Todas las personas
pecan ahora. Todos entran a la vida en un estado de incapacidad espiritual
-
Por la transgresión
de Adán, el pecado ha sido imputado a cada humano (Romanos 5:12-21)
-
Somos pecadores por
naturaleza, desde la concepción (Salmos 51:5)
-
Sin el freno y la influencia
de Dios seríamos completamente depravados (Jeremías 17:9,
Juan 16:8-11)
-
Nada hecho por nuestra
cuenta es justo, según el patrón de Dios (Isaías 64:6,
Juan 15:5, Romanos 3:10-11)
La vida en la tierra
tiene un propósito eterno
-
Esta vida es análoga
aproximadamente a un curso de la escuela, con un examen final
-
El propósito
de esta vida es prepararnos para la eternidad que está por delante
(1 Corintios 6:2-3, 1 Pedro 2:9)
-
Sólo una oportunidad
y sólo una cierta cantidad de tiempo son necesarias para que un
individuo escoja (o rechace) la oferta de Dios y escoja (o rechace) el
entrenamiento de Dios (Lucas 16:19-31, Hebreos 9:27)
-
Ni un tiempo excesivo,
ni demasiado poco tiempo serían buenos para nosotros (Isaías
38-39, Isaías 57:1-2, Hechos 5:1-10)
La muerte física
tiene un propósito bueno
-
Dios nos dio la muerte
física para que pudiéramos tener la posibilidad de ser rescatados
de la muerte espiritual (Génesis 3:22-24)
-
La muerte sella y protege
la justicia de aquél que escoge a Dios (1 Reyes 14:12-13, Isaías
57:1-2)
-
La muerte limita la
degradación y el castigo de aquél que rechaza a Dios (Romanos
1:32)
-
La muerte limita la
extensión de la maldad en la sociedad (Génesis 19)
El sufrimiento tiene
un propósito
-
El sufrimiento nos alerta
respecto de problemas potencialmente destructivos - físicos, emocionales
y espirituales (2 Corintios 7:8-13)
-
El sufrimiento nos restringe,
impidiendo que cometamos el mal (Hebreos 12:5-13)
-
El sufrimiento nos humilla,
recordándonos nuestra debilidad (2 Corintios 12:7-10)
-
El sufrimiento nos enseña
acerca de nosotros, nuestros valores, nuestras elecciones (Mateo 13:20-23)
-
El sufrimiento nos enseña
acerca de Dios - la magnitud de Su amor por nosotros y Su disposición
para sufrir y morir en nuestro lugar (Hebreos 12:2)
-
El sufrimiento cimenta
la perseverancia, el carácter y la esperanza (Romanos 5:3-4)
Dios está
involucrado en nuestro sufrimiento
-
Dios se identifica personalmente
con los sufrimientos de los seres humanos (Mateo 25:31-46)
-
Dios personalmente ha
sufrido y ha sido tentado más que nadie (Isaías 50:4-7, Isaías
52:13-53:12)
-
Dios está trabajando
por medio de Su Espíritu para frenar el mal, para llamar a la gente
a que se arrepienta de su maldad, y para que se someta a Su autoridad sobre
sus vidas (Juan 16:8-11, Joel 2:32, Juan 14:15-23)
-
Dios promete que todas
las cosas trabajan en conjunto para el bien de aquellos que lo aman y que
son llamados para Su propósito (Romanos 8:28)
La corta duración
de la vida y del sufrimiento traen protección espiritual
-
Las duraciones de vida
largas benefician a los malvados, no a los justos (Génesis 6:38)
-
La ausencia del sufrimiento
beneficia a los malvados, no a los justos (Génesis 3:16-19)
La inocencia está
disponible sólo en Cristo
-
La conciencia del hombre
le habla de un Dios cuya norma es la perfección - perfección
en el amor, perfección en la obediencia a Su código moral,
obediencia en la acción, la palabra y el pensamiento (1 Samuel 6:20,
Isaías 59:2-14, Hebreos 1:12-13)
-
Sólo un ser perfecto
puede cumplir con esa norma (Deuteronomio 32:4, 1 Samuel 2:2)
-
Mediante Su vida, muerte
y resurrección corporal, Jesucristo probó que Él era
el perfecto, el único e incomparable redentor del hombre pecador
(Hebreos 2:9-15)
Las soluciones humanas
no pueden solucionar nuestro problema
-
Aun con el mejor gobierno
posible, paz y justicia mundiales, prosperidad incomparable, buena salud
sin precedentes y duraciones de vida de cientos de años, la mayoría
de las personas, cuando surge la oportunidad, elegirán la rebelión
y la maldad (Apocalipsis 20:1-10)
-
Minimizar las consecuencias
del pecado no logra detener su extensión (Génesis 4:11-13,
Hebreos 12:5-13)
-
El castigo del pecado
es necesario para freno y corrección, pero no es suficiente para
eliminar el pecado
-
Sólo Dios tiene
poder para conquistar a Satanás, el pecado y la muerte (Isaías
43:10-11, 59:15-16)
Es bueno que Satanás
sea el iniciador del mal y que sea el tentador
-
Como Satanás
es el ser creado más poderoso, y como las circunstancias (pecado,
muerte, sufrimiento y mal) en el que él nos está tentando
son las más severas, no existe ninguna posibilidad de que enfrentemos
ninguna prueba mayor que la que pasemos en nuestra breve vida física
sobre la Tierra (Isaías 14:11-17, Ezequiel 28:12-19, Judas 9)
-
Si pasamos esta prueba,
escogiendo el rescate de Dios en Cristo, el camino se abre para que Dios
nos libre eternamente de todo pecado, muerte, sufrimiento y maldad sin
quitarnos nuestra libre voluntad y sin perder la posibilidad de amar (Apocalipsis
21:3-8)
-
Para que nuestro rescate
sea eternamente seguro, todos deben someterse a la prueba final (Apocalipsis
20:7-10)
La prueba no es demasiado
difícil
-
Dios no dejará
que seamos tentados más allá de lo que podamos soportar (1
Corintios 10:13). La ayuda y la consolación de Dios están
siempre disponibles para aquellos que dependen de Él (Mateo 28:20,
Hebreos 13:5)
El sufrimiento que
se alinea con la voluntad de Dios demuestra el poder del evangelio
-
Aquellos que intercambian
su culpabilidad por la inocencia de Cristo obtienen, a través de
las pruebas de sus vidas, perseverancia, madurez, esperanza y la bendición
de Dios (Romanos 5:3-4, Santiago 1:24)
-
El sufrimiento dentro
de la voluntad de Dios purifica el alma y comunica al mundo el valor incomparable
de lo espiritual por sobre lo físico, de lo eterno por sobre lo
temporal (Hebreos 12:16, 1 Pedro 2:19-25, 1 Pedro 4:1-2)
-
Los escépticos
observan la respuesta de los cristianos al sufrimiento y a la persecución
y se fijan si la fe de tales personas es verdadera, confiable y segura,
para ver si Dios está trabajando en forma milagrosa dentro de ellas
(1 Pedro 3:13-18)
-
La prueba más
severa, muchas veces no reconocida, a la que someten los que dudan a los
creyentes es la persecución (Job, Hechos 7:55-8:3, 9:1-19)
-
Tal vez una de las alegrías
mayores posibles de la vida viene de sufrir por el bien de la "justicia"
(Mateo 5:10, 1 Pedro 4:14)
Nuestro tiempo de
sufrimiento es breve
-
La duración de
nuestra vida es como una bocanada de humo comparada con la eternidad (Job
7:6-10, Salmos 103:15-16, Santiago 4:14). Nosotros apenas podemos comenzar
a sondear el marco temporal de Dios (2 Timoteo 1:9, Tito 1:2, 2 Pedro 3:8,
Apocalipsis 21:1)
Dios tiene un propósito
al bendecir a los malvados
-
Dios siempre nos alcanza
primero por Su misericordia y gracia y luego por Su justicia y reprimendas
(Juan 3:16-18, 2 Pedro 3:9)
-
Dios primero bendice
a los que se apartan para que puedan reconocerlo como la fuente de su bendición
y se arrepientan (Salmos 73, Romanos 2:4)
-
Si la gente se rehusa
a reconocer a Dios como la fuente de su bendición, Dios quita la
bendición, y así los prepara para que escuchen el mensaje
de aquellos que lo han escogido (Proverbios 24:15-20)
-
Si los malvados persisten
en su maldad, sólo reciben lo que ellos han escogido - el tormento
eterno y la separación de Dios (Salmos 73)
Tanto el cielo como
el infierno son expresiones del amor perfecto de Dios
-
Nadie se muere sin tener
la oportunidad clara y comprendida de recibir o rechazar la oferta de Dios
de perdón por el pecado y de la vida con Él (Juan 3:16-21)
-
Así como es imposible
desde una perspectiva humana imaginarnos cuán horrendo podría
ser el tormento en el infierno y cómo alguien podría merecer
de alguna forma el castigo, es igualmente imposible imaginarnos cuán
maravilloso podría ser el cielo y cómo alguien podría
merecer de alguna forma la bendición (1 Corintios 2:9)
-
Aquellos que van al
infierno son los que prefieren el tormento eterno a la obediencia a Dios
y la comunión con Él (Lucas 12:8-10, Hebreos 6:4-6, Hebreos
10:26-29)
-
Las Escrituras nos hablan
de distintos grados de tormento en el infierno - cuanto mayor la maldad,
mayor será (Apocalipsis 20:11-15) y de distintas recompensas en
el cielo, dependiendo del grado de la sumisión propia a la obra
del Espíritu de Dios edificando en nosotros la imagen de Cristo
(1 Corintios 3:12-15)
-
Si Dios no impusiera
ningún tormento en el infierno, los que residen ahí se hostigarían
unos a otros hasta un grado impensable (Jeremías 17:9). Un propósito
del tormento es frenar la expresión de la maldad. Algunos necesitan
más freno que otros.
* Hugh
Ross obtuvo un B. Sc. en física de la Universidad de British Columbia
y un M. Sc. y un Ph. D. en astronomía de la Universidad de Toronto.
Durante muchos años prosiguió su investigación sobre
quásares y galaxias como un becario pos-doctoral en el California
Institute of Technology. Sirvió durante once años como ministro
de evangelismo en Sierra Madre Congregational Church. Hoy dirige los esfuerzos
de Reasons to Believe, una institución fundada para investigar y
proclamar la base fáctica para la fe en Dios y en Su Palabra, la
Biblia.
Puede
leer el artículo original en Evil
and Suffering in Light of God's Love and Power
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