Un análisis personal de la ciencia y las explicaciones científicas desde la perspectiva de la teoría biológica del conocimiento y sus implicancias en psicología.

Ps. Mauricio González Arias.
Universidad de La serena 1999

Todo el conjunto de distinciones y explicaciones que nos "hacen sentido" desde un enfoque o desde otro, dependiendo de nuestra "visión de mundo", influenciada por nuestra historia con sus experiencias, aprendizajes, vivencias, lecturas, se nos presentan como lógicas y objetivas y, dentro de ciertos márgenes, con relativa claridad.

Sin embargo, estar en medio de dos enfoques o aproximaciones con los cuales "ver" la "realidad", seducido y atraído por planteamientos novedosos que parecen explicar mucho mejor lo que no lograba ser del todo convincente en la propuesta a la cual se está "amarrado", el estar en transición en una mezcla de miradas incompatibles y "luchando" con una forma habitual de expresión que no expresa de manera adecuada las nuevas impresiones, resulta bastante angustioso, sobre todo al momento de comenzar a escribir sobre el tema.

Al empezar a describir en el escribir ya está implícita una toma de posición o perspectiva, aunque no nos demos cuenta. "Usamos" el lenguaje y la "lógica" como elementos o herramientas válidas en si mismas para perpetrar nuestra tarea. Basamos nuestras afirmaciones en premisas que en última instancia no podemos demostrar.

En el fluir cotidiano del vivir no tenemos conciencia del lenguaje ni de la lógica (de nuestra conducta en general) cuando hablamos y cuando pensamos. Hasta que algo nos "deja de hacer sentido", cuando se produce un quiebre en el fluir. Cuando nos "aparece" una sensación distinta, un cambio en el emocionar.

Las palabras que denotan conceptos, estructuradas secuencialmente, de acuerdo a patrones recurrentes y en un contexto determinado , nos perturban y gatillan cambios de estados que devienen en el constante acoplamiento estructural que mantenemos con el entorno.

En nuestra historia de acoplamiento estructural con conservación de la identidad, en los dominios de interacción comunicativos, las palabras corresponden a perturbaciones recurrentes, ante las cuales los seres humanos "responden" con una adaptación estructural.

Cuando un observador describe el conversar, describe un fluir coherente, con sentido. Las palabras utilizadas son las "correctas". Pero que complicado se pone todo cuando se intenta "definir" o acotar esas palabras, sobre todo, si se hace en la creencia que son alguna especie de entes o cosas reguladas por un conjunto de reglas e independientes de cualquier "emisor".

Podemos entendernos relativamente bien si con las palabras hacemos referencia a "objetos" que podemos manipular u observar en el sentido amplio del término. Puesto de otro modo, se puede dar una correlación entre aquello que origina la perturbación, en su contexto, la palabra (la conducta en general) que la denota y con la adaptación estructural del organismo en un patrón relativamente estable.

Sin embargo, las palabras que denotan relaciones o conjuntos complejos de acciones sólo correlacionan con la palabra y el contexto. Al ser perturbados sistemáticamente por la palabra en contextos relativamente equivalentes, vamos adaptándonos de una manera recurrente a esas perturbaciones de modo que cuando el contexto mantiene el patrón genérico (una configuración similar o equivalente), esas palabras nos parecen razonables, nos hacen sentido.

Cuando se producen los quiebres, cuando algo no "encaja" bien en el contexto, entonces surge la necesidad de explicarlo, de volver a darle sentido. Con respecto a lo que podemos distinguir como un objeto , no resulta difícil que coincidan en el lenguaje de los observadores, en cuanto existen palabras y contextos comunes a ellos, manifestados en las recurrencia de adaptación a dichas perturbaciones en las ontogenias de las personas y que permiten llegar a un acuerdo respecto del objeto en cuestión. Sin embargo, cuando se producen quiebres respecto de palabras cuyo referente (perturbación) se origina en la relación de la palabra en el contexto, ya no es posible aproximarse con facilidad a lo que podríamos llamar un consenso. Podemos aprender la diferencia entre un bote, un barco y una lancha. Pueden que aparezcan casos límites y que algunas personas tengan que explicitar criterios técnicos para incluir el caso en una u otra categoría, pero no será difícil llegar a un acuerdo. Pero cuando se refiere a conceptos como justicia, libertad, igualdad social, o ciencia, mente, idea, o sentimiento, el significar en el lenguaje o llegar a una definición del concepto que satisfaga todos los contextos en que puedan ser usadas, se torna prácticamente imposible.

Trataremos de explorar estas ideas en torno a un concepto en particular. Si una persona que realiza una actividad que describe como "ciencia", o si en la escuela o la universidad nos enseñan a realizar un conjunto de operaciones y nos dicen que eso es hacer ciencia, entonces nos hace sentido y fluimos en la comprensión de lo que significa saber lo que es ciencia. Si alguien nos pregunta ¿qué es la ciencia? , le respondemos de acuerdo a lo que nosotros hacemos (si es que se tiene la capacidad de hacerlo). Tratamos de describir genéricamente las actividades que realizamos y además agregamos a esa explicación una descripción del objetivo que se persigue. Por ejemplo, le puedo responder que la ciencia busca conocimientos específicos sobre una situación particular como "saber" a qué temperatura de congelamiento y en que tipo se solución ya sea con sal o sin ella, las proteínas de pescado conservan mejor su estructura terciaria. Para ello se deben manipular cuidadosamente las variables, registrar meticulosamente los datos, repitiendo los ensayos las veces que sea necesario para estar seguro que los resultados son consistentes y después procesarlos para buscar patrones o tendencias que se representan con ecuaciones matemáticas. Ah! y todo el "conocimiento así obtenido se puede aplicar posteriormente a la industria de los alimentos y similares. Que sencillo resulta explicar lo que es ciencia así de esta manera

La mirada de este "bioquímico" resulta muy detallada y muy convincente para un neófito en la materia, pero muy parcial para alguien que ha realizado ciencia en otras áreas o que tiene algún grado de formación o información al respecto.

Si le preguntamos a un profesional cualquiera del área biológica, química, ciencias sociales etc., pero que no haga ciencia, tal vez nos pueda responder de acuerdo a una de esas definiciones más estándares que se encuentran en los libros. Por ejemplo nos puede decir que es una forma de obtener conocimiento que se basa en el "método científico". Al parecer esta es una definición mucho más exacta, más general, que sirve para aplicar a muchos casos, sin embargo nos deja igual que al comienzo. ¿Qué quiere decir "método científico"?

Esta persona, si ha leído y está más informada podría argumentar que el método científico consiste en la aplicación sistemática y rigurosa de un procedimiento de observación de hechos, en lo posible de manipulación intencional de variables y posterior registro de los datos, análisis y comunicación de los resultados en un esquema que generalmente se explícita como: 1) la formulación de un problema soluble, es decir susceptible de ser observado y cuantificado, 2) el planteamiento de una hipótesis que relacione las variables principales de manera que se establezca una relación causal o sistemática entre ellas y que puedan ser comparadas o contrastadas mediante 3) la observación directa o indirecta en los hechos por medio del diseño de un experimento o de un proceso de observación sistemática que permita 4) confirmar o no confirmar la relación propuesta en la hipótesis y 5) la publicación de la investigación, sus resultados y conclusiones para que otros científicos puedan conocer los aportes y eventualmente replicarlos para confirmarlos.

Ahora si que estamos satisfechos, parece que hemos comprendido en esencia lo que es la ciencia. Entonces voy a contarle a un amigo detective lo feliz que estoy de haber resuelto el problema. Mi amigo me escucha atentamente y luego me dice, pero si este método es el mismo que usamos en investigaciones para realizar nuestro trabajo, pero no estoy tan seguro que lo que nosotros hacemos sea ciencia.

Al parecer hemos vuelto al punto de partida. Será necesario tomarse más en serio el problema y consultar a especialistas en el tema. Averiguamos que los especialistas en la materia y que nos pueden ayudar a determinar qué es la ciencia son los epistemólogos.

Después de consultar con varios epistemólogos nos enteramos que la ciencia consiste en la acumulación sistemática y progresiva de conocimientos en cuerpos llamados teorías. Además estas teorías se refieren a leyes que operan sobre los fenómenos de la realidad y son verdaderas y universalmente válidas. Algunos expertos insisten en que la ciencia sólo es esa actividad que se preocupa de fenómenos directamente observables, es decir que vienen de primera mano desde la "realidad" . Una idea interesante que encontramos se refiere a que es imposible, desde un punto de vista lógico, decir si un enunciado científico es verdadero o falso porque nunca se podrán observar todos los casos, de manera tal que las afirmaciones y teorías científicas serían algo así como afirmaciones "provisorias" hasta que se demuestre que son falsas y sean reemplazadas por otras que a su vez serán provisorias hasta que se pruebe su falsedad. Por otra parte, otro epistemólogo nos señala que las ciencias están compuestas por comunidades de científicos que comparten un paradigma que sería el dominante en un momento y que explicaría un conjunto de fenómenos, que a su vez delimita un espacio de la realidad correspondiente al campo de una ciencia en particular. Además del paradigma dominante existirían otros paradigmas periféricos los que dadas ciertas circunstancias desplazarían al dominante cuando este ya no pueda ofrecer explicaciones satisfactorias. Lo anterior introduce una idea interesante, la ciencia no avanzaría gradual y cuantitativamente, sino que a saltos cualitativos y, además, depende en gran parte de valoraciones de un grupo de personas que de alguna manera tienen "poder". Pero hay más aportes, como por ejemplo la idea que la ciencia consiste en programas de investigación, algo así como una gran pregunta aceptada como legítima y los procedimientos considerados válidos para responder a esa pregunta, de alguna manera las personas pasan a segundo plano. Uno de los últimos expertos consultados insiste en que sólo puede ser considerado científicos aquellos reales aportes al conocimiento y que sean más que meras descripciones estadísticas de un fenómeno, es decir que sean capaces de establecer alguna relación entre dos o más variables. Una última idea escuchada por ahí al pasar es que ciencia es aquello que hacen los científicos y los científicos son aquellos que hacen ciencia.

Como podemos apreciar a simple vista, la consulta a los expertos ha sido muy útil para darnos cuentas que aún estamos donde empezamos. No podemos decir con exactitud lo que es la ciencia. Podemos decir muchas cosas sobre la ciencia pero no podemos establecer que es exactamente la ciencia. En otras palabras, de acuerdo a nuestra "experiencia" previa con el concepto ciencia, no podemos encontrar una definición (descripción) que nos haga sentido.

Comienza a incomodar la situación, es como dar vueltas en círculos y volver siempre al mismo lugar. Sin embargo, no siempre se vuelve al mismo lugar y en cada recorrido algo nuevo se trae. Un elemento que es necesario volver a resaltar es que cuando cotidianamente hablamos de ciencia con personas que saben poco o mucho del tema nadie necesita hacer explícita una definición de ciencia, simplemente se interactua con el concepto y nos hace sentido. Entonces, hay distintos dominios en que nos movemos con el concepto y en este sentido los conceptos parece que más bien son formas de interactuar que referencias a algo objetivo y "externo" a quienes los "usan". El dominio en el cual nos interesa "saber" lo que es la ciencia por lo menos no es el dominio del fluir cotidiano y habitual. Al parecer es un dominio relacionado con el lenguaje y producto de un "quiebre" , un rompimiento del sentido que a su vez se relaciona con un cambio en la emoción desde la que nos situamos.

Por lo menos hasta ahora nos parece que quienes se dedican a hacer ciencia, es decir trabajan como científico, realizan sus actividades cotidianamente y se refieren a ellas como ciencia y se refieren a si mismos como científico y muy rara vez o nunca se detienen a preguntarse, cuestionar o definir esencialmente aquello que genéricamente significa la palabra ciencia. O si lo hacen, pronto se encontrarán con otra persona que no estará de acuerdo y que ha realizado la definición desde otra perspectiva.

Tal vez si intentamos abordar el problema desde otra estrategia se podrían obtener mejores resultados. Los epistemólogos y las demás personas a las que les preguntamos hicieron alusión a que la ciencia, lo que busca es conocimiento sobre la realidad, utilizando un procedimiento relativamente estándar, el método científico. Esto nos parece bastante razonable, nos hace sentido. Pero si entonces leemos o escuchamos las palabras "conocimiento" y "realidad" y nos preguntamos por su significado, un pequeño y amenazante sentimiento de angustia comienza a aparecernos cuando vislumbramos que para llegar a "saber" que significan en "esencia" estos conceptos lo más probable es que nos ocurra lo mismo que con el concepto de ciencia.

Para no hacer el mismo recorrido anterior (y conscientes de tener ideas preconcebidas) abordaremos los conceptos de conocimiento y realidad presentando lo que los expertos han señalado de manera esquemática y breve. Tradicionalmente se ha asumido que el conocimiento implica captar algo de la realidad, cualquiera sea el modo en que este "captar" opere, producto de aquello se tiene en la mente algo que antes no se tenía. Por otra parte se asume que la realidad es algo independiente de las personas que conocen y que no se "muestra" siempre tal como es, por lo cual es necesario recurrir a estrategias sofisticadas para develarla.

La filosofía desde sus orígenes ha buscado respuestas y ha planteado diversas alternativas, ninguna de las cuales han sido definitivas para todas las personas , sea a lo largo de la historia e incluso entre los contemporáneos. Se ha propuesto que la realidad es una ilusión proyectada por el espíritu o "mente" y que llegar a conocerla sólo es posible por medio de la intuición, el pensamiento o la razón de una conciencia solitaria. También se ha propuesto que la realidad es de carácter material independiente de la mente que la conoce la cual se forma representaciones de esa exterioridad, las representaciones pueden consistir en huellas que deja la experiencia en los espíritus o mentes o en el sistema nervioso de las personas.

Las ciencias, al desprenderse de la filosofía e ir gradualmente abordando sus campos de estudio y sus métodos, han tenido una fuerte influencia de la ciencias Física la cual se desarrolla rápidamente en los dos recientes siglos impulsando con ello a las demás ciencias. La física tradicional y las ciencias tradicionales ha desarrollado un lenguaje en el cual se describen los objetos y las relaciones entre ellos como entidades externas e independientes del observador. En general pareciera que lenguaje cotidiano en general opera haciendo distinciones de manera que describe lo real como algo objetivo e independiente de quienes lo observan. Nuestra experiencia "natural" nos indica que lo real está "allá afuera". Entonces el quehacer de la ciencia consiste en describir, explicar, predecir y por último llegar a controlar la realidad. Esta aproximación resultó bastante exitosa para la humanidad y ha permitido controlar la naturaleza que antes parecía misteriosa e imponente. Se controlaron enfermedades, se mejoraron las armas destructivas, se mejoraron las cosechas y se realizaron viajes al espacio, entre muchos otros grandes logros.

El concepto de ciencia se arraigó fuertemente a un contexto interpretativo donde la realidad consiste en una esencia materio-energética independiente del observador. El conocimiento entonces consiste en lograr representaciones cada vez más exactas de esa realidad de manera de permitir operar en ella de manera más eficiente. Esta perspectiva predomina por muchos años y se generaliza hacia todas las ciencias que se han empezado a diferenciar y es en este contexto donde se plantea que sólo los hechos observables y cuantificables son objetos de la ciencia, entidades inmateriales como la mente no son objeto de ella. Pareciera ser que el problema de cómo conocemos la realidad no entraría en el ámbito de lo científico. Poco a poco se va asumiendo la idea que esas "representaciones" de la realidad no corresponden a la realidad en sí. Se dice que creer que los modelos y teorías con lo que se describe a la realidad corresponden a la realidad misma es ingenuo y que es equivalente a confundir el mapa con el territorio. En otras palabras, se comienza a cuestionar la posibilidad de llegar a conocer la realidad tal como es, sin embargo no se cuestiona que la realidad pueda no ser independiente del observador.

Como se puede ver, el problema del conocimiento y su relación con la realidad está amarrado a otro viejo problema de la filosofía y de la epistemología. El problema de la relación cuerpo mente, el cual no nos será posible desarrollar porque no es el foco central de este ensayo, sin embargo nos pareció necesario hacerlo explícito.

Los estudios científicos realizados por biólogos y psicobiólogos sobre la percepción, la visión y los efectos de la estimulación en el desarrollo de la conducta han presentado evidencias de la relación entre el sistema nervioso y la realidad percibida. Sin embargo el hecho de aceptar sin cuestionar la independencia de la realidad por parte de estos investigadores no les permitió plantearse los resultados de esos experimentos de manera diferente.

Un biólogo chileno, Humberto Maturana, quién se estaba preguntando por el problema del conocimiento y además por la organización constituyente de los seres vivos logra plantear desde la biología que el científico, como observador, no puede plantearse ante la realidad como si esta fuera algo independiente. No hay un espíritu o una "mente" espiritual habitando el cuerpo. Lo distintivo de los seres vivos respecto de lo no vivo es que estos consisten en una organización tal que están constantemente sintetizándose a sí mismos y especificando un borde o límite que los distingue del entorno. Dicha organización se ha denominado autopoiesis. A partir de esta noción se construye una teoría general de lo viviente y se generan todos los fenómenos y características atribuidas a los seres vivos y especialmente a la fenomenología característica de los seres humanos: el conocimiento, el lenguaje, la conciencia, el fenómeno social.

Desde la biología así concebida, el problema del conocimiento y de la realidad se plantea desde una perspectiva totalmente distinta a la anteriormente descrita. Los seres vivos, incluidos los seres humanos y dentro de ellos los científicos, son sistemas cerrados para la información, es decir no admiten en su sistema interacciones instruccionales provenientes del medio externo. El medio externo, ya sea otros seres humanos o cualquier estímulo, sólo puede perturbar al sistema biológico, es decir gatillar cambios de estados del sistema los cuales están determinados por la propia estructura del sistema (y su historia de cambios) y se producen para adaptarse al entorno y mantener su organización (la identidad). Si no logra mantener la organización, entonces se desintegra y ya no existe como sistema autopoiético. Además cada cambio adaptativo que ocurre en el sistema genera una perturbación en el medio y/o en otros sistemas autopoyéticos, que pueden ser otros seres humanos los cuales a su vez sufren cambios de estados adaptativos. Esta constante danza entre perturbaciones y cambios con conservación de la identidad se denomina acoplamiento estructural y ocurre en fluir contínuo que solo se interumpe cuando se pierde la organización autopoiética. Los seres vivos operan en el medio sin representaciones internas de la realidad. Sólo mantienen correlaciones internas frente a las perturbaciones. En esta manera de describir el operar de los seres vivos el conocimiento se entiende como operar efectivo en el medio ("conocer es hacer"), es decir el simple hecho de mantener la organización en el fluir continuo del acoplamiento estructural. Para los seres humanos al relacionarnos en un modo de vida particular con encuentros cooperativos recurrentes surgen coordinaciones conductuales en un dominio de conductas comunicativas y coordinaciones de coordinaciones de acciones que originan un dominio comunicativo lingüístico que permite hacer operaciones de distinción y descripciones en el lenguaje sobre perturbaciones o conjuntos de perturbaciones recurrentes. El continuo lenguajear y emocionar de los seres humanos entre sí y consigo mismos permiten referirse a la realidad como si fuera algo independiente. Se describen los objetos como entidades independientes de las características de quienes las distinguen en el lenguaje.

Los alcances que esta teoría tiene sobre los planteamientos tradicionales acerca de la ciencia son radicales sobre todo sobre la noción de objetividad resultante de la separación entre el observador (el científico) y lo observado (la realidad). Si la realidad no es independiente del observador, entonces la objetividad no puede ser condición necesaria para hacer ciencia.

Si las teorías o explicaciones científicas no dan cuenta de una realidad externa y objetiva entonces deben ser reconceptualizadas y Maturana lo hace afirmando que las proposiciones científicas son proposiciones generativas de los fenómenos a explicar en el ámbito de experiencias de los observadores. Al explicar un fenómeno se hacen operaciones de distinción que se van relacionando secuencialmente los constituyentes de manera que se trae a la mano al describir el fenómeno a explicar.

Pero cómo se validan esas proposiciones si no se puede hacer referencia a una realidad externa independiente. Para responder Maturana señala que la ciencia como dominio cognoscitivo particular recurre a sus particulares criterios de validación. Hacer ciencia es explicar y una explicación científica debe satisfacer estas cuatro condiciones: a) descripción del o los fenómenos a explicar de una manera aceptada por la comunidad de observadores, b) proposición de un sistema conceptual capaz de generar el fenómeno a explicar de una manera aceptable para una comunidad de observadores (hipótesis explicativa), c) deducción a partir de b) de otros fenómenos no considerados explícitamente en su proposición, así como la descripción de sus condiciones de observación en la comunidad de observadores y d) la observación de estos otros fenómenos deducidos de b.

Esta reformulación de lo científico no consiste en una superación de las propuestas anteriores, sino que corresponde a la necesidad de reconceptualizar la ciencia a la luz de la evidencia biológica de la imposibilidad de la objetividad como modo de validación. En esta definición están presentes muchas de las características de la ciencia anteriormente descritas y se niegan para sus dominios particulares. Sin embargo, es radical en cuanto no se sustenta en la necesidad de una realidad externa y objetiva y cambia la visión tradicional del determinismo por la de determinismo estructural

Durante el predominio de una ciencia basada en el supuesto de independencia de la realidad y de la objetividad, la psicología haciendo intentos serios por desprenderse de la filosofía y alcanzar estátus de ciencia, intenta utilizar los instrumentos y métodos de la fisiología además de la introspección analítica para abordar su tradicional objeto de estudio: la "mente". Dichos intentos no alcanzaron los frutos esperados hasta que el surge la propuesta del conductismo de hacer una psicología científica basada exclusivamente en el estudio de la conducta. La conducta es observable y cuantificable, la mente por el contrario no lo es y esto puede implicar que no exista realmente algo así o que exista pero al no ser accequible no puede ser estudiado. En este contexto, explicar no consiste en proporcionar descripciones generativas de los fenómenos, sino más bien en poder describir rigurosamente los eventos ambientales que causan las conductas para posteriormente predecir y controlar.

Sin embargo, el dejar fuera del ámbito de estudio de la psicología a la mente, entendida por muchos como una entidad inmaterial pero con características de "objeto" es decir "cosificada" que causaría la conducta, el hecho que el lenguaje y el pensamiento, la voluntad humanan se vieran "amenazadas" por estos enfoques y quizás no estando conformes con sólo predecir y controlar la conducta, poco a poco fue ganando terreno una postura más flexible tanto metodológica como ideológicamente que fue abriendo paso a explicaciones psicológicas de la conducta basadas en entidades "internas" o "mentales" ya sea variables intermedias inferidas , constructos hipotéticos o estructuras cognitivas que serían la causa primera de la conducta.

Así se va constituyendo la llamada psicología cognitiva, la que tiene como objetivo principal abordar el problema de la cognición. Sin embargo esta aproximación y las que surgen desde otros campos de la ciencia y que tienen como objetivo central también el estudio de la cognición, no pueden desprenderse de la concepción que la mente es una cosa y que la realidad es independiente del observador.

El estudio de la cognición es tal vez la última frontera de la ciencia. El conocimiento actual del sistema nervioso y el tremendo éxito de las ciencias neurológicas y fisiológicas tradicionales, llevan a muchos epistemólogos y teóricos a proponer que la "mente" o "lo cognitivo" surge como una propiedad emergente del sistema nervioso y creen que sería posible "reducir" la mente al cerebro.

Pero si ponemos atención a los datos con los que contamos podemos darnos cuenta que el sistema nervioso no hace representaciones de la realidad. No puede decidir o pensar o planificar lo que hará mañana. Siempre opera en el presente. Sin embargo, en última instancia siempre caemos en el espejismo de encontrar la mente en alguna parte.

Solo un observador, en el lenguaje puede decir que una persona planifica o que su conducta es coherente o que tiene una personalidad determinada y por eso se comporta de tal o cual manera. La conducta que observamos en coherencia con los distintos contextos, en permanente acoplamiento estructural y al describir sus coherencias en el lenguaje nos aparece lo mental. Existe en un dominio relacional, en un espacio de relaciones. Así como la personalidad no es una cosa que tienen las personas sino que es conducta, interacciones conductuales recurrentes que mantienen coherencias operacionales que un observador describe en el lenguaje. El aprendizaje, la memoria, los sentimientos, etc. No son cosas que podemos encontrar en alguna parte de nuestro cuerpo, sino interacciones recurrentes de conductas descritas por un observador.

No creo que sea necesario cuestionar la validez de lo que la práctica psicológica realiza pues los modelos pueden ser relativamente adecuados o mejor adecuados a las "realidades" donde se aplican. Si se acepta la teoría biológica del conocimiento entonces sería necesario redefinir y reconceptualizar muchos conceptos tradicionales en psicología y además poner énfasis en las conductas y sus regularidades.

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