Una de las principales aplicaciones a que suele ser sometido un ordenador en nuestros hogares es el retoque fotográfico. Actualmente, retocar una fotografía escaneada o incluso tratar una imagen que hemos descubierto en Internet es sumamente sencillo. Hoy en día disponemos de una gran cantidad de software para realizar estas funciones. Tanto programas profesionales como aplicaciones shareware realizan un gran cometido en el desempeño de nuestra labor.
Y, aunque lógicamente no se le puede pedir al programa que vamos a describir las mismas prestaciones que a otras aplicaciones, si podemos asegurar que se trata de una aplicación shareware con una estupenda relación entre las cualidades que ofrece y el precio que se debe pagar por registrarla. De hecho, la recomendamos como solución para todas aquellas personas que no precisen hacer complejos diseños ni tratamientos de imágenes, pero que no quieran renunciar a tener a mano una completa herramienta para ayudarles a desenvolverse en sus quehaceres diarios.
Entrando en lo que sería el comentario de las características fundamentales de este programa podemos decir que asombra sobremanera el acabado tan profesional que se obtiene al manejar algunas de sus herramientas, aunque en otros casos sus prestaciones no alcancen el grado de sofisticación que requieren algunas tareas un poco más complejas. De todas formas, contiene los utensilios necesarios para sacar a más de un usuario de algún apuro, ofreciendo incluso algunas prestaciones que otros programas más profesionales no contemplan entre sus menús.
Así, por ejemplo, contamos con una interesante utilidad para hacer conversión de múltiples ficheros de un formato a otro en un sólo paso, una ventaja muy apreciable si tenemos en cuenta que Paint Shop Pro soporta un buen número de formatos gráficos.
Otra de las facilidades que incorpora, es el muestreo de imágenes guardadas en cualquier directorio de ficheros, de forma que aparece en pantalla un conjunto de muestras a pequeña escala de todas las imágenes contenidas en el mismo. De esta forma, podemos echar un vistazo rápido a todas ellas y abrir sólo las que más nos interesen haciendo doble click con el ratón. Además podemos configurar el tamaño en el que aparecen estas muestras para darles otro distinto al que viene establecido por defecto. Este sistema de explorar a priori los directorios añade en cada uno de ellos un fichero que almacena las muestras del mismo y evita tener que leerlas de nuevo en accesos posteriores.
Con Paint Shop Pro se pueden aplicar deformaciones, filtros y efectos especiales a las imágenes, para lo cual contamos con una utilidad que nos permite ver cómo quedarán los cambios antes de aplicarlos definitivamente. Es posible también girar e invertir imágenes, así como cambiar la resolución y el tamaño de las mismas. Incluso se pueden combinar mediante operaciones de tipo aritmético y elegir los canales que deben considerarse al hacerlo.
Si queremos, también se puede realizar correcciones de color, brillo y saturación, además de conversiones de una imagen en color a escala de grises, o de un número de colores a otro. Estas y otras utilidades convierten a este programa en una especie de versión reducida, aunque muy equilibrada, de alguna de las mejores aplicaciones de diseño que se comercializan actualmente.
Pasado el período de 30 días durante el cual estamos autorizados a evaluar la aplicación, se puede consultar su orden de registro y averiguar la forma de contactar con sus creadores para remitirles nuestros datos y satisfacer los pagos que conlleva el correspondiente registro.