Leer es un quehacer importante. Una necesidad, si no quieres ser estéril como un arenal. El tiempo que dedicas a la lectura lo inviertes muy positivamente. Es rentable siempre. Esto no tiene nada que ver con la propaganda que suena por ahí de que <<un libro ayuda a triunfar>>. El triunfar o no, es relativo. Depende de cómo lo entiendas. Vencer la propia incultura, despojarse de la rusticidad y sentir crecer los horizontes humanos, ¿no te parece un excelente triunfo? A lo mejor no ocupas ningún puesto importante, ni consigues mucho dinero. Bueno. Ni se te ve presidiendo en ninguna parte, ¿y qué? Hay muchos hombres que <<no son vistos>>, pero que <<saben ver>> muy bien. Han puesto la luz dentro. Quizá sólo sepan lo que tienen que hacer e ignoren cómo hacerlo. No importa. El mundo está lleno de acciones inútiles. De pregones engañosos. De palabras que no dicen nada. Sólo el hombre que alumbra en su interior es capaz de descubrir la verdad, entre tantas como dicen que hay. La lectura te enseñará a verlo todo. Ensanchará tu horizonte de visibilidad y hará crecer cada día tu curiosidad por el saber.

Un libro puede ser más o menos atractivo o interesante, pero siempre tiene su sorpresa. Empezar un libro es una pequeña aventura. Algo así como introducirse en un rincón inexplorado del bosque. Cada lectura es una noticia, una insinuación a tu curiosidad para que tú rebusques luego, si se te despiertan nuevos deseos de conocer.

¿Y el escritor? El escritor no es un visionario, ni un mago. Es el hombre que nos da una perspectiva de su mundo. Ninguno tiene la última palabra. Pero con la palabra de todos, podrás reconstruir el contorno de una época de la historia, enterarte de lo que otros tiempos han sido. Y, por supuesto, de lo que es el mundo en que tú vives. Esto hace suponer que ningún escritor es superfluo. Cada uno transmite sus vivencias, aquellas que más huella le han dejado. O un aspecto de la sociedad. O, simplemente, una forma determinada de ver el arte, mostrando los gustos de la gente. También ésto ayuda a conocer la esencia de un pueblo.

Redacción de "Nuestro Mundo"