Evaristo Fernández Blanco, Astorga 06/03/1902-Madrid 22/09/1993

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Biografía y obras, por José Antonio CARRO CELADA

Recortes de prensa

 

 

 

 

 

   

 

Evaristo Fernández Blanco nació en Astorga en 1902. Allí frecuentó las clases de Manuel Ansola y Marcelino González, maestros de capilla de la catedral, de quienes recibió los primeros rudimentos de armonía. La primera decepción se la proporcionó la Diputación Provincial de León al negarle, siendo un adolescente, una beca para estudiar música; y las primeras mieles del éxito las probó dando un concierto en el Casino de Astorga. Tenía entonces catorce años.

Poco después se traslada con toda su familia a Madrid, pero acude cada verano al reclamo del solar natal y de los amigos y le queda tiempo para componer la música del juguete cómico "La Estufa", de Revillo y Goy, y una Serenata para piano dedicada a Demetrio Monteserín.

Hizo sus estudios en el Conservatorio de Madrid. Fue el último alumno de Tomás Bretón y el primero de Conrado del Campo. Por éste llega a conocer la obra de Schonberg y en busca de él se marcha a Alemania, becado por la Sociedad General de Autores, pero Schonberg se había trasladado a Viena. Encontró, sin embargo, a Schreker, director de la Escuela Superior de Música de Berlín, a quien le mostró sus obras y especialmente un poema sinfónico que se titulaba Exaltación, muy elogiado por el maestro alemán.

Una vez en España Fernández Blanco entró a formar parte como pianista del Sexteto de Unión Radio Urgoiti, emisora a la que estaban vinculados varios músicos de la generación del 27, como Rodolfo Halffter, Alvarez Cantos, Bacarisse, Remacha, Pitaluga, Bautista, con los que tuvo mucha relación.

 

Entre 1922 a 1932 está fechada la mayor parte de su obra, la de más ímpetu creativo y experimental:

Poemas Líricos (1923),

Tres preludios para piano (1924),

Cuarteto para cuerda (1924),

Obertura sinfónica para gran orquesta (1925),

Divertimento para flauta, clarinete, trompa, fagot y piano (1925),

Tres piezas breves para orquesta (1927),

Trío en do mayor para piano, violín y violoncello (1928),

Movimiento perpetuo para piano (1928),

Dos danzas leonesas para orquesta (1932).

Durante la guerra civil fue delegado en Madrid del Comité de Música que había trasladado su sede, primero a Valencia y posteriormente a Barcelona. Precisamente en Barcelona y en el año 1938, la editorial del Comité publicó varias obras de Fernández Blanco, entre ellas el Trío en do mayor y Movimiento perpetuo, compuestas diez años antes. La guerra civil diezmó su obra y condicionó su vida musical. Su casa fue bombardeada por las tropas franquistas, desaparecieron muchas de sus partituras y más tarde, por razones políticas, perdió su trabajo en el Sexteto de Radio Unión y hubo de permanecer escondido durante varios años en una aldea de Pontevedra, donde escribió su obra más ambiciosa, Obertura dramática, estrenada cuarenta y tres años después de haber sido escrita. De aquella misma época son sus Dos canciones amorosas (1942).

La obra de Evaristo Fernández Blanco es, para las fechas en que fue compuesta, notablemente innovadora. Sus Poemas Líricos para soprano y piano, sobre poemas del también astorgano Alfredo Nistal, son precursores del serialismo musical. Sobre esta obra ha escrito el crítico y compositor Miguel Alonso: "Es quizá la primera partitura editada en España, escrita dentro de la estética y e espíritu del serialismo, un tanto "sui generis" o si se prefiere de un preserialismo. De todos modos se trata de un acontecimiento histórico relevante, digno de tener muy en cuenta a la hora de es1udiar el proceso evolutivo de la música española del siglo XX ".

Fernández Blanco salió de su agujero pontevedrés, pero su actividad musical durante el franquismo se redujo a tocar en cafetines, grandes hoteles y teatros. Hizo giras por América Latina siempre como pianista, con la compañía de "Los Vieneses", perteneció a la plantilla de la orquesta del Teatro de la Zarzuela de Madrid, pero no vio la oportunidad de dar salida a sus obras sinfónicas y a sus piezas de cámara. Con la llegada de la democracia se le abrieron los horizontes a muchas de sus obras estancadas. Sus Dos danzas leonesas, estrenadas por la Orquesta Sinfónica de Madrid bajo la dirección del maestro Arbós en 1934 fueron reestrenadas por la Orquesta Sinfónica de Radiotelevisión Española bajo la dirección de Odón Alonso, el 18 de noviembre de 1978 De ellas había dicho Joaquín Turina que estaban tratadas "con pincel fino, de ninguna manera a brochazos ". "Son preciosas " y de orquestación "precisa y detallada ".

También se estrenaron en 1978 en la Universidad de Verano de Santander el Trío en do mayor y el Movimiento perpetuo para piano. La Obertura dramática ("ambientación musical para un drama cívico-socio-bélico") es una obra sinfónica en tres movimientos y fue estrenada en el Teatro Real de Madrid, el 26 de febrero de 1983, por la Orquesta Sinfónica de Radiotelevisión Española, bajo la dirección de Enrique García Asensio. Con motivo de su estreno escribía Enrique Franco: "Sin pretender expresarse en lenguaje descriptivista, la Obertura refleja las inquietudes del combate a lo largo de tres amplias secciones, de brillantísima orquestación"; y añadía se trata de "una partitura bien pensada y escrita con pulcritud". Para el crítico José L. García del Busto "está trazada con admirable pulso sinfónico y lograda voluntad poemática".

La última obra de Evaristo Fernández Blanco, compuesta en 1982 por encargo de Radio Nacional de España, se titula Suite de danzas antiguas. Fue estrenada en el Teatro Real de Madrid, el 31 de octubre de 1985, por la Orquesta Sinfónica de Radiotelevisión Española, bajo la dirección de Enrique García Asensio. La suite está integrada por un fandango, un minué, una pavana, una gavota y un saltarello. La crítica acogió la obra del compositor astorgano con entusiasmo. Enrique Franco tituló su columna en El País "La formidable suite de Fernández Blanco" y hablaba larga y elogiosamente de cada una de las danzas para acabar diciendo que "Fernández Blanco hace, y muy bien, música bella y bien estructurada, de directo impacto sobre la sensibilidad". y esta otra pincelada "la respuesta del público a la Suite fue entusiasta". A juicio del crítico Leopoldo Hontañón la obra demuestra "el firme pulso de su escritura, al mismo tiempo ágil, suelta y clara, despierta y hábil a la hora de lograr armonizar el espíritu primigenio de cada tipo de danza con su aportación sintáctica, tímbrica y aun armónica".

Quedan todavía obras de Fernández Blanco sin rescatar. Espera, por ejemplo, la oportunidad del estreno su Obertura sinfónica. Con la edición de este Cuarteto cromático para dos violines, viola y violoncello, dedicado a la ciudad de Astorga en su bimilenario, una nueva obra ve la luz y la ve precisamente donde Evaristo Fernández Blanco nació. No es una coincidencia, es un homenaje.

José Antonio CARRO CELADA

 

 

 

 

 

Recortes de prensa

 

Evaristo46.gif (68406 bytes) Evaristo Fernández Blanco, un músico astorgano que ha dejado huella. El impresionista de la generación del 27

EL FARO, agostu 2001

Evaristo47.gif (39253 bytes)Evaristo48.gif (42529 bytes)Evaristo49.gif (39061 bytes) M. A Nepomuceno: Fernández Blanco, compositor

EL FARO, agostu 2001

Evaristo.gif (40101 bytes) R. C.: El Ayuntamiento pide la Sinfónica de Castilla y León para el centenario de Evaristo F. Blanco.

EL FARO, sábadu 2 de febreiru del 2002

Foro Astorga

Fernando Barriales Carro: Con la música a otra parte, 26/02/2002
Evaristo3.gif (28018 bytes) Evaristo Fernández en el recuerdo, EL FARO, xueves 7 de marziu del 2002
Evaristo2.gif (42635 bytes) José Antonio CARRO CELADA: Fernández Blanco y el Real Madrid, EL FARO, xueves 7 de marziu del 2002

 

 

 

 

 

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