¿Iglesia de Cristo?

Originalmente en:
CÓDICE, publicación quincenal de la
Universidad Autónoma Metropolitana
14 de marzo de 1995

En nuestros días es impresionante ver cuántas denominaciones existen derivadas del cristianismo, variedad de nombres y de creencias, y podemos escoger el que más nos agrade o nos "convenga". Pero realmente cuántos de ellos están viviendo como cristianos o como loque dicen ser. Cuántos supuestos cristianos están viviendo como el sobrenombre que los respalda.

Así como cada grupo o denominación puede enseñar las cosas que contiene la Biblia, también existe el peligro de que manipulen y lleven a una culminación decepcionante las vidas de las personas, o como dicen algunos "terminan por vacunarlos contra Dios".

Este es el caso de un grupo religioso que existe dentro y fuera de la UAM, se hace llamar "iglesia de cristo" cuando en realidad no lo es, por esto: ellos suelen ser muy amistosos en un principio, te dan toda su confianza, aparentemente para que vayas a sus reuniones, te dan unas lecciones de la Biblia, pero no te exhortan a seguirla, sino que en realidad te imponen lo establecido en su sistema religioso, si tú no lo aceptas estarás condenado, porque ellos dicen que tienen la verdad y fuera de ellos nadie más la tiene y nadie es su hermano, fuera de ellos no hay salvación, fuera de ellos nadie tiene la razón. Ellos dicen ser una familia cuando no hay verdadero amor ni preocupación entre ellos, y llegan a hacer a un lado a sus propios padres, hermanos, amigos, novia(o), etc.

Si alguien decide hablar sobre lo que debe cambiar para mejorar, no lo aceptan, porque ellos dicen que el sistema es perfecto; porque alguien se los dijo, y que si no lo aceptas estás causando división y te marcan, por lo tanto nadie debe hablarte. Dicen que todo es material y vano, que sólo necesitas leer tu Biblia, orar, e ir a sus reuniones para ser feliz; por lo tanto van mal en la escuela, algunos tienen más de seis años en la escuela y han cursado la mitad de su carrera, algunos de estos son los mismos líderes, a quienes se toma como ejemplo a seguir, y algunos reciben paga de los bolsillos de todos ellos. Ellos saben que muchas acciones y cosas de su sistema, líderes y compañeros están mal, pero no lo hablan, dudan aun de lo que ellos mismos predican y no hacen caso de su conciencia, sino sólo de lo que se les dice.

¿Cuántas personas no han acabado heridos y dejando de creer en Dios por sus malas acciones e hipocrecias [sic]? ¿Cuántos no van atrasados en la escuela por el tiempo que dedicaron a aquello? Muchos hasta han dejado sus estudios. Esto le afecta no sólo a cada uno de ellos como estudiante y como persona, sino también a la misma universidad, a la familia y a la sociedad. Todo esto no cambiará hasta que nosotros mismos entendamos esto: "darle al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios".

A esto ellos lo llaman persecución para librarse de sus faltas, pero persecución significa recibir mal por hacer el bien, lo que no queda con ellos.

Se creó este artículo no con el afán de herir a alguien o de juzgarlo, sino con la esperanza de que algún día estas personas, así como de otros grupos u organizaciones, reflexionen sobre sus propias acciones y motivaciones, cambien lo que tengan que cambiar, hablen lo que les dicte su conciencia, sean honestos consigo mismos, sean capaces de amar sinceramente, y que no dejen que el mismo orgullo les acabe.

Somos sólo unos hombres y mujeres dispuestos a hablar de nuestras experiencias en este grupo y reflexiones en nuestra vida, como advertencias a los demás, sean estudiantes o no. Este artículo lo hacemos con toda sinceridad con el fin de que se deje la hipocresía y se construya un mundo más íntegro.
 

Octavio Chávez Suárez
Ana Isabel Vergara R.
Marcos Manilla Piña


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