Ilustres miembros de la Universidad de Campinas y en particular los miembros de esta comisión, de este congreso mundial de una resonancia y trascendencia todavía no computada, pero que los tiempos dirán de su valor. Permitanme, que, al iniciar este saludo, a los amigos latinos y a los amigos latinoamericanos que nos acompañan hoy, lo haga con las palabras con que nuestro querido maestro, Francisco Ferrer y Guardia, en 1909, hacía acallar las balas con que en el ("questo") de Balbé, ajusticiaban al maestro ejemplar. Fueron sus palabras: "Muriendo, ¡Viva la escuela moderna!".
¡Yo soy hijo de esa escuela! Quiero agradecer profundamente a los organizadores de este cónclave el homenaje que me brindan, quizá, en mi caso, injusto, pero declino, en su grado, a tantos que en nuestro mundo, desde el primer día del hombre libre, fueron grabando la historia de la educación. Permitidme que nombre a Sócrates o a Jesús de Nazareth, a Giordano Bruno o a Servet, perdonadme que nombre, que la misma bala que acabó la vida a Jean Jaurés fué la misma que aplacó a Luther King.
Son miles de los nuestros: maestros, obreros, hombres de pensamiento que en todo momento mantuvieron firmes sus convicciones, y yá sea en la oquedad de una mazmorra de la inquisición, yá sea en la alta tribuna sarmientina, o ("sala")vantina, dijieron la palabra de verdad. Ahora es (.....) a ellos, la oportunidad que nos dán, de participar de este cónclave, de los cuales somos herederos, y por eso, yo digo siempre, con la virtud de tener unos añitos más que todos ustedes, que la siembra siempre florece.
¡Son de otra manera los frutos de las flores! Nuestros
hijos, nuestros nietos, no se asemejan totalmente a nosotros, heredan nuestro
cuño. Y esto que está apareciendo en el mundo, y esto
es lo que yó les pido en mi condición de invidente, que dicen
que los nó videntes tenemos intuiciones de futuro, que sintamos
en este momento, cómo avanzan los pueblos.
Sintamos en el silencio de este mundo, cómo estamos
llegando nosotros a las siembras que desparramamos por todo el mundo.
Fueron tantos y tantos, que sembraron, que educaron y lucharon, hoy la
humanidad vá tejiéndose así a través del tiempo,
su historia, su mundo.
De esos, precisamente, yo quisiera que recordáramos nosotros en nuestros libros, en nuestras enseñanzas, y, en estos momentos, cuando estamos en el ocaso de un siglo que amaneció cómo el siglo de la esperanza, que tuvo tantas grandezas, y que luego tuvo tantos errores, en su ocaso, la humanidad vuelve a la nueva esperanza: yá no más dictaduras, yá no más guerras ni odios, yá no más dogmatismo ni sectarismo. Y ahora, todos desesperanzados de la tragédia de este siglo, vienen a nosotros: ¡educación! ¡educación! ¡educadores! somos la esperanza y la responsabilidad del mundo. No hay otro camino en este momento de los pueblos, que la educación.
Y nosotros ahora nos sentimos con una tremenda y singular responsabilidad. Y sabemos que vamos a llegar. Yo quiero decirles, en estos breves minutos que me tocan, que vamos a llegar, porque me lo dijo una estrella. En el camino de la vida, los hombres han ido labrando destino, ciencia, arte, lucha, esperanzas. Abro el ejemplo de una lógica trinária: la lógica del dolor, la lógica de la angustia, la lógica del asombro, la lógica de la esperanza. Con esa lógica de la esperanza, yo estoy sintiendo cómo los pueblos surgen, cómo los pueblos reclaman. Y este congreso está diciendo en su temário, en sus cosas, de la tremenda inquietud que los educadores tienen por la vivencia de su pueblo. Yá no són una clase, no són una categoría, menor o mayor, són parte de un pueblo nuevo que está naciendo.
En ese largo camino de la história marchamos nosótros ¡Oh magnífico Platón! tras lo bueno, lo bello y lo verdadero, así cómo el corazón de todos vosotros. Pero además, en el fondo de todo eso, del hombre, y su cultura, su ciencia, su desazón, hay, en esa estrella, un signo: amor y paz. Lo que todos los pueblos del mundo quieren, lo que todos los educadores queremos.
Y hemos caminado hacia esa estrella lejana, inverosímil pero real, con un arma singular. Nosotros tenemos dos armas poderosísimas, tremendas: el microscópio y el telescópio. Pero ni el telescópio ni el microscópio funcionan si no hay atrás un cerébro que lo ordena y un corazón que palpita. Pidámosle a nuestro cerébro y a nuestro corazón que lo acompañe. Que para llegar a esa estrella tenemos una antorcha. Una antorcha que iluminó al hombre desde el primer día desu pensamiento, y que a través de sus luchas, de sus desgracias, de sus afanes y de sus victórias, cada día, llena más nuestros corazones y está más en nuestro (...).
Esa antorcha se llama la libertad. Esa estrella
se llama la libertad. ¡Vayamos nosótros con nuestra
antorcha, en el camino de la libertad, hacia la estrella del amor y de
la paz!.
Algunas informaciones, sucintas,
sobre temas mencionados en el discurso:
(se agradecerá a quien indique fuentes de referencia, sobre
todo en internet).
Francisco
Ferrer y Guardia
Creador de una escuela renovadora em España, posiblemente
la primera que admitía mujeres y varones juntos, fué fusilado
dentro de un pretextado movimiento de defensa del gobierno. José
M. Lunazzi visitó a la hija de Ferrer en una oportunidad.
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Sócrates
Filósofo griego de la antigüedad, prefirió
morir ingiriendo veneno a tener que renunciar a sus ideas.
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Jesús
de Nazareth
Según la religiones cristianas de occidente, líder
popular que vivió en Israel hace 2.000 años, se habría
dejado aprisionar y martirizar cómo un ejemplo de su devoción
a Dios. Popularmente: Jesuscristo. Es el único
de los aquí mencionados del que no se conocen documentos escritos
de puño y letra. Vuelve al discurso
Giordano
Bruno
Filósofo europeo predecesor de Copérnico
y Galileo, afirmaba que no era la tierra el centro del universo.
Fué amordaçado y quemado por la Iglesia
Católica en Roma. Ref.: Film italiano "Giordano Bruno".
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Servet
Miguel Servet, médico español que descubrió
la función del corazón en el sistema circulatório,
y fué el iniciador de la medicina medicamentosa. Fué
a visitar a Calvino, líder de la iglesia que lleva su nombre,
pues no conseguía entender la trilogia "Padre-Hijo-Espíritu
Santo". Para terminar con el problema, este lo hizo quemar en la
hoguera. Ref.: Filme "Miguel Servet", realizado por la TV española.
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Jean Jaurés
Líder socialista que, en
los momentos de tensión antes de la primera guerra mundial, defendía
ardorosamente la paz en discursos públicos. Fué asesinado
a bala. Vuelve al discurso
Luther King
Martin Luther King, negro norte-americano, premio Nóbel
de la Paz, defensor de los derechos de su raza, fué asesinado
a bala. Vuelve al discurso
Domingo
Faustino Sarmiento
General y Presidente de la Argentina en el siglo pasado,
fué quien desarrolló la enseñanza en el país
según modelos europeos, disciplinando y dotando de dignidad a la
educación. Escribió varios libros ("Facundo") y desarrolló
cuando exilado en Chile un método para simplificar la ortografia
del idioma. Creó las escuelas militares, trajo los eucaliptos y
los gorriones de Europa. Vuelve al discurso
Platón
Filósofo de la Grecia antigua que sucedió
a Sócrates, creador de una escuela dialéctica. Escribió,
p.ej. "Diálogos". Vuelve al discurso