Rabindranath Tagore dijo "sé que voy
a amar la muerte ya que he amado la vida". Sin embargo a la mayoría
de nosotros nos cuesta ver nuestra defunción con tanta serenidad.
Por lo general nos llena con temor la idea de morir o de perder personas
queridas. Nuestra sociedad nos enseña ver el mundo de una forma
"materialista": es decir solo reconociendo lo que podemos observar
directamente con los sentidos, o indirectamente por la ciencia. Desde este
punto de vista la muerte es simplemente una terminación, un vacío
y la perdida de todo que valoramos.
Entonces un encuentro con el "Libro Tibetano de los Muertos"
nos puede sorprender bastante. Aquí nos enfrentamos con la posibilidad
de que la muerte no sea solamente un momento trágico sino una oportunidad.
Su título original "Bardo Thodol" quiere decir
"la Gran Liberación por la Audición en el Estado Intermedio".
Pertenece a la tradición budista "Nyingma", y de
acuerdo con todas las ramas del Budismo reconoce la reencarnación.
Da una descripción de la experiencia de morir, pasar por un estado
intermedio y renacer. El propósito del texto es darnos instrucciones
para aprovechar espiritualmente del momento de la muerte o ayudar una persona
moribunda. Sin embargo las enseñanzas del libro tienen relevancia
para toda la vida y no solo para nuestros últimos momentos.
Tradicionalmente en el Tíbet no se consideraba un texto muy avanzado
o difícil de entender. Sin embargo nosotros carecemos del ámbito
budista en que vivían los tibetanos. Necesitamos algunas explicaciones
del simbolismo, de los términos claves y de la filosofía
subyacente. De vez en cuando hay cursos acerca de este texto en el Centro
Budista de Merida.