En el "Timeo",
una de las obras escritas en el período de vejez, nos expone Platón su
cosmología, inspirada, como el resto de sus grandes concepciones, en la Teoría
de las Ideas. Es a partir de ellas como el Demiurgo modela la materia y da
lugar así a la constitución de nuestro universo.
Timeo, que es presentado
como conocedor de las ciencias de la naturaleza, particularmente la astronomía,
y originario de las regiones itálicas en las que se había desarrollado el
pitagorismo, es el encargado de exponer el pensamiento de Platón. La cosmología
que nos presenta está basada en la teoría de las Ideas. Antes de iniciar su
exposición se plantea la pregunta siguiente: ¿En qué consiste lo que existe
siempre y lo que cambia siempre? Lo que existe siempre son las Ideas, y lo que
cambia siempre es el universo; por ello no hay estrictamente hablando ciencia
de la naturaleza, sino solamente simples conjeturas o de explicaciones
probables acerca de ella
Los
elementos fundamentales que interviene en la explicación cosmológica son, pues,
las Ideas y la materia, a las que hay que añadir el Demiurgo, (especie de
semidiós artesano del universo, y su causa eficiente), y el vacío, necesario
para explicar el movimiento. Simplificando las explicaciones, siempre
alegóricas, de Platón podríamos resumir su pensamiento de la siguiente manera:
las Ideas, que existen eternamente en algún lugar, son contempladas por el
Demiurgo quien, admirado por su perfección y belleza pretende trasladarlas a la
materia, que se halla sumida en el caos y el desorden, sometida como está al
movimiento. Tomando como modelo esa perfección y belleza de las Ideas el
Demiurgo modela la materia, introduciendo en su originario caos y desorden, el
orden: la belleza y la armonía. El Demiurgo es presentado por Platón como un
ser bondadoso cuya intención es la de hacer participar a la materia de la
bondad y perfección de las Ideas, por lo que ha de suponerse que el mundo
resultante es el mejor de los mundos posibles. Las imperfecciones del mismo no
son atribuibles al Demiurgo, sino a las características propias de la
imperfección de la materia. Por lo demás, no debemos concebir el Demiurgo como
un dios creador, puesto que trabaja sobre materiales ya preexistentes.
En
el centro del mundo el Demiurgo colocó un alma que se extiende por doquier por
el universo, y que creó a partir de la combinación de las Ideas y de la
existencia divisible del devenir, de las cosas sensibles, pero también de lo
Mismo y lo Otro, gozando por ello de una realidad intermedia. Las almas
inmortales son formadas también por el Demiurgo a partir de una composición
similar a la del alma cósmica, por lo que tanto unas como otra participan de
los dos mundos. El cosmos se ve convertido así en un animal eterno.
Dado que es un ser vivo, el
Cosmos posee un alma -formada por el Demiurgo- que da movimiento a todo, y que
se identifica con el cielo. El cosmos tiene una figura perfecta: es esférico;
tiene a la tierra en el centro; alrededor están las esferas de los planetas, y
todo rodeado por la esfera de las estrellas fijas, a las que Platón -recogiendo
ideas de una religión astral- considera como «dioses». Todo, en conjunto,
responde a proporciones numéricas y armonías musicales, de acuerdo con el tiempo
(imagen móvil de la eternidad inmóvil).
Platón hace una
reinterpretación matemática de los cuatro elementos de Empédocles. Al fuego le
corresponde un tetraedro; a la tierra, el cubo; el octaedro equivale al aire; y
el icosaedro al agua. Probablemente Platón quisiera asimilar el dodecaedro a la
esfera, y hacer coincidir ésta con la totalidad del cosmos.
La tierra |
El cubo |
El fuego |
El tetraedro |
El aire |
El octaedro |
El agua |
El icosaedro |
Desmenuzando estos cuerpos en
los triángulos que lo constituyen y reajustándolos de nuevo, podemos efectuar
transformaciones entre los elementos. Las partículas que poseen puntas agudas,
penetran en los otros cuerpos. El agua se compone de partículas mucho más
suaves, de aquí el deslizamiento de los fluidos.
En este esquema no queda
lugar para el dodecaedro. De los cinco
poliedros regulares es el único que no tiene caras triangulares, sino
pentagonales (el pentágono era el símbolo místico de
los pitagóricos).
Platón le asigna al dodecaedro la representación del mundo (es el
poliedro que tiene un aspecto más redondeado).
El dodecaedro |
El mundo |
Actividades
1.
Repartir las
piezas del POLIDROM. Buscar todos los poliedros
regulares posibles. ¿Por qué son sólo posibles ellos?
2.
Estudiar las
relaciones existentes ente los vértices, caras y aristas de los poliedros
regulares. ¿Existe alguna relación entre ellos que podamos generalizar?
¿Cumplen esta relación los poliedros no regulares?
Se muestra un
gráfico animado de los sólidos platónicos. Contiene varios Applets Java de
Matemáticas. |
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En esta página se
muestra información acerca de los distintos estados de agregación de la
materia. Características y propiedades de la materia. Cambios de estado |
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Explica de una
manera sencilla los distintos estados de agregación de la materia con
características específicas de cada una de ellas. |
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http://www.edu.aytolacoruna.es/aula/quimica/velocidadisol/velocidad3.htm |
Página
sencilla sobre los factores que
influyen en la velocidad de las disoluciones |
Contiene
explicaciones sobre distintos sólidos:
de revolución, regulares y semirregulares |