Estudio "Pasta Base" - SADA

MINISTERIO DE SALUD DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES

SUBSECRETARÍA DE ATENCIÓN A LAS ADICCIONES

OBSERVATORIO

 

 

 

 

ESTUDIO DE CONSUMO DE PASTA BASE

EN UNA VILLA DE EMERGENCIA DEL CONURBANO BONAERENSE

 

-Agosto 2006-

 

 

 

Dr. Hugo A. Míguez                   investigador principal

 

 

Lic. Roberto Canay                    investigador adjunto

 

Andrés Di Meo                           coordinador de campo

Nancy Romero                                             observador

David Gamarra                                             observador

 

Lic. Jimena Parga                      entrevistador

 Lic. Victoria Díaz                        entrevistador

Eduardo Guzmán                       entrevistador

 

Lic. Juan Smitenaar                  programas informáticos

Lic. Isidoro Arduriz                    proceso estadístico

 

 

 

 

 

Antecedentes y Justificación

 

El estudio tiene antecedentes en el estudio sobre cocaína y pobreza de 1997 en una zona crítica del conourbano bonaerense hecho para la Secretaría de Asistencia y Prevencion de las Adicciones de ese entonces, hoy SADA. (“Estudio del uso de cocaína en un área crítica del partido de San Isidro”. –SPAA-  Míguez H. 1997).

 

En la actualidad se procuró obtener una medición de prevalencia de  pasta base en un área crítica, seleccionada tanto por sus  características socioeconómicas como por indicaciones de informantes claves de la Subsecretaría que la identificaron como un área de consumo de pasta base.

 

Se consideró la importancia de contar con esta información en la medida que las referencias sobre pasta base dadas a conocer habitualmente corresponden a estudios en población general  que omiten por razones de operación a las zonas sociales críticas como áreas de estudio.

Resultado de esto es la presencia de lagunas importantes sobre la prevalencia en estas áreas que habitualmente son referidas como afectadas por el uso de pasta base.

 

Objetivo general

 

Determinar las características del patrón sociocultural del uso de drogas en general y de pasta base en particular, en una zona social crítica del conurbano bonaerense, para los siguientes aspectos.

 

a. Prevalencia de su consumo en diferentes lapsos para diferentes grupos de edad, sexo y condiciones socioeconómicas.

 

b. Representaciones dominantes en el imaginario local sobre sustancias psicoactivas en general y de pasta base en particular.

       

 

 

Procedimientos técnico-metodológicos.

  

 

1. Definición del área programática relevante para la Subsecretaría de Atención a las Adicciones del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires.

 

 

a. Definición de las autoridades de la Subsecretaría de un conjunto de áreas significativas para el desarrollo de acciones de asistencia y prevención de las adicciones.

 

b. Identificación y selección de informantes claves de la Subsecretaría

 

c. Selección del segmento de observación en un conjunto habitacional de emergencia.

 

a. Se definió un conjunto de cinco conglomerados que incluyó un total de 643 viviendas, aproximadamente unas tres mil personas residentes del lugar.

 

b. Se confeccionó en campo la cartografía local.

 

c. Se realizó la selección simple al azar de un total de 64 viviendas, que agruparon a 67 hogares, con un total de 290 miembros.

 

 

2. Definición de instrumentos y procedimientos de registro y supervisión en el campo

 

a. Elaboración y prueba de  guías de observación y registro de datos vinculados al consumo, dentro del segmento seleccionado.

 

b. Elaboración de la agenda de recolección de datos en un período de tres meses a partir del 1 de abril de 2006.

 

c. Desarrollo y prueba de instrumentos informáticos para la organización del material y supervisión del trabajo de campo.

 

d. Revisión y control de la información recogida.

 

            - consistencia de los datos.

            - validación entre informantes.

            - confirmación de casos. (32,4% de los casos positivos              en pasta base fue por observación directa del                           consumo, el resto de los casos por referencias                         cruzadas entre familiares y  vecinos)

 

 

3. Proceso y análisis de la información

 

 

a. Carga y proceso de los datos.

 

b. Determinación de la confiabilidad estadística de la información.

 

c. Sistematización de la información cualitativa

 

d. Análisis y estimaciones sobre la base de datos obtenida.

 

e. Sistematización de las entrevistas realizadas sobre representaciones relacionadas con la pasta base.

 

 

 

 

 

 


Síntesis de Resultados

 

A. cuantitativos

 

1. general.

Se presentan a continuación los principales resultados provenientes del estudio etnográfico hecho por el Observatorio sobre el Uso de Sustancias Adictivas de SADA, en el mes de Julio de 2006, sobre la base de una muestra aleatoria simple representativa de hogares y personas residentes en una villa de emergencia del Conurbano Bonaerense.

 

El total de la muestra asciende a 67 hogares particulares que representan un total de 677 hogares en 643 viviendas, correspondientes al universo. El total de personas relevadas ascendió a 290, los cuales representan un universo de 2917 personas. Los errores estadísticos globales de las muestras consideradas, para la máxima dispersión posible de un indicador (p y q = 0.5) y un nivel de confianza de 95%, equivalen a +/- 11.4 y +/- 5,5%  en hogares y personas respectivamente.

 

Más allá de los errores globales, a continuación se presenta un cuadro sintético que contiene los errores de estimación y límites de confianza de las estimaciones puntuales referidas a las prevalencias de vida obtenidas en los principales sub-universos considerados en esta síntesis de resultados.

 

Errores y límites de confianza de las estimaciones de prevalencia de vida de consumo de drogas ilícitas[1].

 

Estratos

Categorías

Total

universo

Total

casos

Prevalencia

(elevado al universo)

Estimacíón

En %

Error +/-

Para el 95% de confianza

Intervalo

Superior

Intervalo

inferior

Total muestra

Total

2917

290

817

28,0

4,9

32,9

23,1

Edad

14 a 30 años

1088

109

624

57,4

8,8

66,2

48,5

Más de 30 años

812

82

184

22,7

8,6

31,3

14,1

Sexo

Varón

1490

146

631

42,3

7.6

50,0

34,7

Mujer

1427

144

187

13,1

5,2

18,3

7,9

Indice de carencia

1 carencia

1327

137

401

30,2

7,3

37,5

22,9

2 carencias

904

86

218

24,1

8,6

32,7

15,5

tres o más

686

67

199

29,0

10,3

39,3

18,7

Sexo y edad

Varones 14-30 años

591

58

461

78,0

10,1

88,1

67,9


Errores y límites de confianza de las estimaciones de prevalencia de vida de consumo de Pasta Base[2].

Estratos

Categorías

Total

universo

Total

casos

Prevalencia

(elevado al universo)

Estimacíón

En %

Error +/-

Para el 95% de confianza

Intervalo

Superior

Intervalo

inferior

Total muestra

Total

2917

290

386

13,2

3,7

16,9

9,5

Edad

14 a 30 años

1088

109

352

32,4

8,3

40,7

24,0

Sexo

Varón

1490

146

335

22,5

6,4

28,9

16,0

Indice de carencia

1 carencia

1327

137

111

8,4

4,4

12,8

4,0

2 carencias

904

86

129

14,3

7,0

 21,3

7,2

tres o más

686

67

145

21,1

9,3

30,4

11,8

Sexo y edad

Varones 14-30 años

591

58

302

51,1

12,2

63,3

38,9

 

Observaciones: índice de carencias en el hogar

Una de las variables independientes utilizadas en el cruce de los resultados de la encuesta se trata de un índice sencillo de carencias en el hogar. Dicho índice comprende una serie de variables socioeconómicas que permiten discriminar entre hogares con diferentes niveles de pobreza.

Se consideró como carencia en el hogar cualquiera de las siguientes situaciones: existencia de materiales precarios en paredes o techos de la vivienda, falta de agua potable dentro de la vivienda, falta de luz eléctrica, falta de baño propio en la vivienda, la condición de hogar con hacinamiento crítico (más de tres personas por habitación) y situación de desocupación del jefe del hogar.

El índice se presenta agrupado en tres categorías: hogares con una o menos carencias, hogares con dos carencias y hogares con tres o más carencias.

 

2. Carencias en el hogar.

De un total de 677 hogares en el universo estudiado (643 viviendas) poco más de la mitad (51%) cuenta con una carencia (342), mientras que la mitad restante cuentan con al menos dos de ellas. Unas 191 presenta dos carencias (28%) y las 144 restantes presenta tres o más carencias (21%) entre las registradas.

 

3. Edad y sexo

En el barrio predomina la población joven. Más del 70% es menor a los 30 años de vida y menos de 10% es mayor de 50 años. La proporción por sexo es equilibrada (51% de varones y 49% de mujeres). La población total del universo estudiado asciende a 2917 personas.

 

4. Prevalencia de consumo de drogas ilícitas.

 

4.1. La prevalencia total del consumo de drogas ilícitas fue

        mensual:   13,8 %

         anual:        16,3 %

         de vida:     28,0 %

 

 

 

4.2. La prevalencia por sexo

 

        Varones

                mensual:   24,3%

                anual:       27,4%

                de vida:     42,3%

        Mujeres

                mensual:   2,8%

                anual:       4,6%

                de vida:     13,1%

 

 

 

4.3. La prevalencia por edad

 

        < 14 años

                mensual:   0,0%

                anual:       0,0%

                de vida:     0,9%

        14 a 30 años

                mensual:   31,2%

                anual:       37,1%

                de vida:     57,4%

        > 30 años

                mensual:   7,7 %

                anual:       8,7%

                de vida:     22,7%

 

 

 

 

 

 

 

 

4.4. La prevalencia por sexo y edad

 

        Varones 14 a 30 años

                mensual:   50,7%

                anual:       57,3%

                de vida:     78,1%

 

 

4.5. La prevalencia según carencias en el hogar

 

        hasta una carencia

                mensual:   11,0%

                anual:       16,5%

                de vida:     30,2%

 

        con dos carencias

                mensual:   12,2%

                anual:       12,2%

                de vida:     24,1%

 

        con tres carencias o más

                mensual:   21,1%

                anual:       21,1%

                de vida:     29,0%

 


5. Prevalencia de consumo de pasta base.

5.1. La prevalencia total del consumo de pasta base fue

                anual:        12,2%

                   de vida:     13,2%

 

5.2. La prevalencia por sexo

        Varones

                anual:       21,2%

                de vida:     22,5%

        Mujeres

                anual:       2,8%

                de vida:     3,5%

 

5.3. La prevalencia por edad

        < 14 años

                anual:       0,0%

                de vida:     0,0%

        14 a 30 años

                anual:       29,7%

                de vida:     32,4%

        > 30 años

                anual:       4,1%

                de vida:     4,1%

 

 

5.4. La prevalencia por sexo y edad

        Varones 14 a 30 años

                anual:       47,9%

                de vida:     51,1%

 

 

5.5. La prevalencia según carencias en el hogar

        hasta una carencia

                anual:       7,6%

                de vida:     8,4%

 

        con dos carencias

                anual:       12,2%

                de vida:     14,3%

 

        con tres carencias o más

                anual:       21,1%

                de vida:     21,1%


 

 

6. Perfil de consumidores de drogas ilícitas.

 

 

6.1. Según situación ocupacional

 

        Ocupado            17%

        Plan jefes          17%

        Estudiante         26%

        Desocupado       24%

        Desconocido       16%

 

 

6.2. Según nivel de instrucción

 

        No completó la primaria      7%

        Primaria completa               61%

        Secundario                        31%

        Terciario                            1%

 

6.3. Principal droga que consume

 

        Total

                Cocaína     15,8%

                Marihuana  35,9

                Pasta base 47,2%

                Inhalantes 1,1 %

 

        Varones

                Cocaína     17,1%

                Marihuana  28,2%      

                Pasta base 53,2%

                Inhalantes 1,5%

 

        Mujeres

                Cocaína     11,3%

                Marihuana  61,8%      

                Pasta base 26,8%

                Inhalantes

 

 

 

 

        < 14 años

                Cocaína            

                Marihuana         

                Pasta base

                Inhalantes 100,0%

 

        14 a 30 años

                Cocaína     5,6%

                Marihuana  37,9%      

                Pasta base 56,4%

                Inhalantes

 

        >30 años

                Cocaína     51,1%

                Marihuana  30,8%      

                Pasta base 18,1%

                Inhalantes

 

6.4. Frecuencia de consumo de la droga principal

 

Total

        una vez por semana o menos       17,0%

        2 a 6 veces por semana              23,2%

        diariamente                               37,7%

        desconocido                              22,1%

 

Cocaina

        una vez por semana o menos      

        2 a 6 veces por semana              30,1%

        diariamente                               26,5%

        desconocido                              43,4%

 

Marihuana

        una vez por semana o menos       37,6%

        2 a 6 veces por semana              23,2%

        diariamente                               3,1%

        desconocido                              36,1%

 

Pasta base

        una vez por semana o menos       7,5%

        2 a 6 veces por semana              21,5%

        diariamente                               68,6%

        desconocido                              2,4%

 

7. Perfil de consumidores de pasta base.

 

7.1. Cantidad de veces que uso pasta base en la vida

 

        diez veces o menos    8%

        más de diez veces      92%

 

 

7.2. Frecuencia de consumo en el último mes

 

        menos de una vez por día    15%

        una vez al día                    47%

        dos a diez veces al día                16%

        más de diez veces al día     22%

 

 

7.3. Cantidad máxima de cigarrillos de pasta base que fumó en un día

 

        hasta 25            28%

        26 a 50             43%

        más de 50         29%

 

7.4. Gasto medio diario en pasta base

 

        hasta 15 pesos   37%

        16 a 30 pesos    32%

        más de 30 pesos        31%

 

 

7.4. Datos generales del consumidor de pasta base.

 

        recibió tratamiento por fumar pasta base……….       12,6%

        tuvo algún accidente consecuencia de

        fumar pasta base……………………………………………..        32,9%

        Ve cosas que no existen cuando fuma

        pasta base………………………………………………………….44,6%

        Para poder fumar alguna vez participó

        de un delito………………………………………………………..60,3%

        Cuando fuma piensa que alguien lo

        atacará……………………………………………………………….86,3%


b. Aspectos cualitativos.

 

Consideración sobre las representaciones sociales

en torno al uso de “Paco” en un área crítica del conurbano

 

Dr. Hugo A. Míguez

Investigador de Conicet

Subsecretaría de Atención a las Adicciones.

 

Entrevistas de Lic. Roberto Canay (RC); Lic. Jimena Parga (JP);

Lic. Victoria Díaz (VD); Eduardo Guzman (EG); Andrés Dimeo (AD), Nancy Romero (NR)

 

 

 

 

El estudio se llevó a cabo en la zona sur del conurbano bonaerense en terrenos fiscales y particulares ocupados por grupos de habitantes en condiciones paupérrimas. Los residentes de esta zona comparten la circunstancia de tener una ocupación irregular de los terrenos. Las viviendas, de materiales precarios, carecen de los servicios básicos y, en la mayor parte de los casos, acceden a estos en forma ilegal. La población de referencia está integrada por nacidos en el GBA, emigrantes del interior del país y, también, de países limítrofes.

 

En este marco de carencias han surgido diferentes grupos que atienden  reivindicaciones locales desde comedores infantiles hasta formas de trabajo vinculadas al reciclado de materiales desechados, procurando mejoras en la  situación general. Entre los grupos se destacan los vinculados con algunos padres y madres del lugar que procuran prevenir y ayudar a los jóvenes con problemas de uso de Pasta Base o “Paco” [3]. La población del área se estima aproximadamente en unos 50.000 habitantes ubicados dentro de unas 40 manzanas asimétricas.

 

A partir de informantes claves, pacientes de los programas de la Subsecretaría de Atención a las Adicciones, se seleccionó una zona en particular dentro de esta área que fue señalada por informantes claves, con un importante consumo de Paco.

 

El área identificada incluyó un total de 700 hogares, con una población estimada en unos 3.000 habitantes. Una vez delimitada esta zona enmarcada entre calles definidas y una zona de “cava” o terreno excavado e inundable, se procedió a elaborar una cartografía elemental que permitiera la identificación de las viviendas de la zona seleccionada.

 

El trabajo de ubicación de unidades habitacionales en la zona debió superar la actitud esperable de desconfianza y temor de los vecinos. La participación en el equipo de investigación, de personas de la zona y de observadores con experiencia en zonas similares hizo posible la identificación de pasajes, viviendas y hogares hasta concluir en la ubicación de cinco conglomerados habitacionales, asimilables a “manzanas”, dentro de una misma área. Sobre estos sectores se realizó la selección aleatoria de las viviendas que integraron la muestra. A su vez, con la recolección de información de esta primera etapa se desarrolló y probó las guías de sistematización de información. Se hicieron los ajustes conforme se avanzaba en la observación y finalmente se diseño una versión informática donde se realizó el seguimiento de  los datos de los hogares a lo largo de aproximadamente tres meses.

 

Durante los meses de abril a agosto el trabajo fue de observación y entrevistas en la zona para la ubicación y conocimiento de los 290 casos seleccionados aleatoriamente en la muestra del lugar. Los resultados de esta indagación concluyeron en un perfil epidemiológico que da cuenta de la prevalencia del consumo de Paco y las características sociales que lo definen.

 

En paralelo se emprendió una exploración del imaginario sociocultural vinculado al Paco en esa vecindad. Para este fin se elaboró un instrumento que guiara y sistematizara la  indagación sobre el sistema de representaciones. Se instruyó a un equipo de entrevistadores para su aplicación en consumidores de la zona estudiada, vecinos de la comunidad y, también  pacientes de esa zona en tratamiento en el CPA local por el uso de Paco. Se entrevistaron a quince personas de las cuales siete fueron casos de consumo de Paco que fueron entrevistados en la comunidad.

 

 


 

Resultados

 

La observación de los grupos indagados los sitúa en una situación social muy precaria que mejora, sin embargo, las situaciones extremas que los acosaban en sus lugares de procedencia, particularmente el hambre y la desprotección absoluta frente a la enfermedad. El desempeño en el reciclado de los desechos urbanos, hiriente a los ojos de los grupos externos al lugar, constituye un escalón que marca la diferencia con la carencia absoluta. Por otro lado, el acceso a los servicios elementales de salud y de ayuda social constituye sin duda el último puente, sin el cual, serían aún más difíciles las condiciones de vida.

 

El asentamiento de los excluidos en los bordes de los grandes centros urbanos les permite esta sobrevivencia y, también, da lugar a una  subcultura dentro de otra en la que transcurre el imaginario de los que están insertos. A través de los medios de comunicación masiva, los habitantes de la subcultura de la exclusión son influidos en sus prácticas y deseos por las pautas del consumo de la sociedad dominante. La presión psicológica de la propaganda que sugiere, no solo la conveniencia del producto sino también la acreditación ciudadana de quien lo adquiere,  impacta dramáticamente en aquellos para los que esos objetos  son simplemente inalcanzables.

 

En este marco de creencias y valores se desarrolla también el mercado ilegal de sustancias psicoactivas. En muchos casos, un pasaporte instantáneo a sitios donde la pertenencia solo está condicionada por la duración del efecto.

 

Una mirada sobre la situación general indica que el consumo de algunas sustancias psicoactivas ilegales se encuentra, por momentos,  “normalizado” para muchos de los estamentos sociales, pobres y no pobres. La argumentación de muchos usuarios que parte de sostener “no me drogo, fumo porro” es una ilustración de este punto.

 

En esta medida los registros de una comunidad como la estudiada que indican al 13,8 % de los vecinos del lugar  como consumidores actuales de  drogas ilícitas pueden despertar menos alarma social que hace unos años, como resultado de una insensibilización mayor con el tema.  Sin embargo, esta convivencia tolerada  presenta  recientemente cambios que, más allá de la perdurabilidad que tengan, indican otra percepción.

 

Se trata aquí de la aparición de la Pasta Base o “Paco”, que lo ha hecho en el marco de una fuerte alarma social que lo diferencia del resto de las otras sustancias adictivas. En el mismo grupo de vecinos el uso actual de Paco alcanza al 12,2% y cuando se refiere a los varones de 14 a 30 años se involucra el 47,9% de este grupo.

 

“El Paco te mata” advierten grupos musicales que no vacilan sin embargo en hacer en sus letras musicales la apología del descontrol con el alcohol, con los psicofármacos, con la marihuana y con la cocaína. “El Paco te mata” forma parte de una representación social que asume en grafittis del conurbano la imagen clásica de la muerte con la calavera y las tibias cruzadas. El imaginario colectivo ubica en el Paco, por ahora, la peligrosidad y el riesgo que habitualmente minimiza en otras sustancias adictivas.

 

El uso de Paco es relativamente reciente en los casos entrevistados, en su mayoría son consumidores de otras drogas ilícitas, en particular las referencias señalan al uso de cocaína, marihuana y, en los más jóvenes, la inhalación de pegamentos.

La experiencia con otras sustancias ilícitas constituye el antecedente del uso del “Paco”. En este caso su oferta es atractiva tanto por el costo mucho menor, como por la referencia de sus efectos más fuertes.

 

“…era más barato (el paco), yo fui a comprar y era más barato que la merca, porque la merca ya no me hacía más nada, ya no me hacía ni efecto”…

……………..

“…antes era toda la merca no más ahí, todo corría la merca, ni una pasta base, no se veía, ninguno de nosotros nos andábamos con pasta base, antes estaban todos con merca. Después sí, después cuando hicieron probar todo eso, la pasta base, ya se colgaron todos”

(VD)

 

La denominación de “la droga de los pobres” ilustra esta representación dentro del imaginario colectivo.

 

¿Cómo empezaste a consumir PB?

“Porque estaba más barato”

¿Alguien te inició en el consumo?

“No, era más barato, yo fui a comprar y era más barato que la merca…”

…………………………

Cada vez qué consumías ¿qué cantidad consumías?

“150 papelitos, son unos papelitos así cuadraditos… que valen un peso. Cuando tenía la plata... cuando no tenía consumía 20, 30”

V.D.

 

La representación de su menor precio es desmitificada por los consumidores con experiencia que descubren que el final del consumo termina en un costo mucho mayor dado la necesidad imperiosa de repetirlo.

 

No… ¡No es económico…!, porque es un peso cada cinco minutos, cada siete minutos, más no dura el efecto, no es económico, no es…¡Eh..!. yo… a veces escucho que dicen “la droga de los pobres”… ¡Las bolas!, no es la droga de los pobres, sí… de a un peso..  Pero… ¿sabés cuanto gastás?, con la cocaína, que se yo, por ahí gastabas $40, $50 pesos, de golpe… ¡Pero con esto! por ahí gastas 40, 50 pesos en un ratito, o sea… en dos horas se te fueron cincuenta mangos, si los tenés en el bolsillo.

(JP)

La representación del “Paco” incluye su peligrosidad y la amenaza de su capacidad de instalar el descontrol, sin embargo, aún cuando ésta sea advertida por la propia comunidad, el usuario lo ve como un desafío que podrá manejar.

 

…yo quería saber cómo… como el chico cuando le decís “nene, no toques el enchufe” ¿por qué no voy a tocar? Quiero tocar, a ver qué pasa. A ver qué es, y fue…

……………………

 

el colegio …adonde iba yo…estaba a dos cuadras de la villa, y en esa villa yo antes compraba marihuana o cocaína … y un día veo un chico que consumía pasta base… era el que sabía donde comprar…y le pregunté si no me dejaba probar, y este chico me dijo:

-¿estás seguro? Mirá que… no es como la cocaína, con esto te enganchas…

-No…, yo no me voy a enganchar, quiero probar para ver como es.

Bueno, probé, ese día empecé a comprar, ya no compré más cocaína.

……………………..

 

¿La primera vez? Bueno, yo tomaba cocaína, tomaba bastante por día, entonces un pibe me dijo:

Si vos llegás a fumar esto, -porque estaba fumando él-, no vas a parar más.

Le digo:

¿Por qué? ¡Tanto…!

y me dice:

Sí… la verdad que si…. Si vos fumás esto, no parás más.

Y bueno…

 Y me convidó.

(JP)

 

La idea de peligrosidad que acompaña al Paco es vinculada en el imaginario colectivo a las condiciones de su elaboración que, de alguna manera explicarían, desde su origen, el potencial destructivo y dependígeno  que lo define.

 

El paco que se le dice “el bajo” […] es una basura inmunda, es una lacra, es lo peor que hay, lo hacen con toda la resaca de la cocaína… […]

 

[…] Y porque es así, está hecha así, el que la fabricó lo pensó y dijo con esto me lleno de plata y no se equivocó.… Esto es… bueno, parás cuando no te queda otra, parás de fumar cuando no te queda otra.

(JP)

 

En algunos casos, la representación relacionada con su mayores efectos no es hallada, al menos en el inicio, y algunos insisten en la búsqueda “del mambo” de la nueva sustancia. Según la persona y, probablemente de acuerdo a la habituación previa a otras sustancias (especialmente a los que tienen uso nasal de cocaína), se presenta un período donde se “aprende” a descubrir los efectos del Paco.

 

… al principio no me pegaba. Yo estaba acostumbrado a tomar cocaína y entonces decía “Esta gilada no pega”... fumaba uno, dos y no le encontraba sentido. Después como yo seguía yendo para ver si me podía enganchar a esta minita, cada vez fumaba más, no fumaba un fasito así, fumaba diez. Y bueno, hasta que después, sí. Le enganchaba el mambo y quedaba re loco, quedaba re puesto.

E.G.

 

Yo empecé a fumar base a los 25 años, porque tenía un amigo que fumaba, y me dijo que era igual que la merca. Yo merca tomaba desde los 15. Al principio no me llamó la atención. No sé,  no me hacía nada…Hasta que me fui de mambo (con la cocaína)  y me tomé casi 10 mogras sola, y terminé en el hospital. Así que ahí dejé la merca y empecé con el paco. Una vez que me enganché ya no podía parar, no podés bajarte. Antes con la cocaína me rescataba, pero con el paco ni ahí, no podés parar porque te pide.

(RC)

 

Para mi…es parecida a la cocaína ¡Pero más! como que el efecto es más potente, pega instantazo, o sea, vos le estás dando fuego y ya, yuiii [hace ruido como algo que se enciende de golpe, como algo que se quema al instante] ¡Te pegó! .

La cocaína tarda por ahí en pegarte…!....(está refiriéndose al uso nasal) y… tiene un límite, esto no, esto es… más potente.

(JP)

 

La experiencia con el Paco, en el relato de sus usuarios, tiene puntos comunes con la de los usuarios que se han inyectado cocaína (“picarse merca”).

 

 

Eso es lo bueno, quedás reduro pero al toque necesitás más. Pibes más grandes que se picaron antes me decía que es como picarse merca…Es parecido a la merca, pero más rápido, subís muy rápido, instantáneo apenas fumás una pitada te pone arriba, te zumba la cabeza, los oídos… sentís que te elevás, pero de un golpe, y enseguida querés otra vez porque es cortito el mambo.

El flash lo sentís cuando subís, sentís una subida, un sacudón instantáneo, después viene la paranoia te perseguís mal, con la policía…

 (RC)

 

 

Con la pipa es otra cosa, y… te da directamente, sentís que te remacha el cerebro, sentís que los oídos te hacen piiiiiii, como si tuvieras dos coquitos, uno en cada lado.

-¿y cuanto dura el efecto?

Dura minutos, minutos… eh, yo conozco gente que se picó, se inyectó cocaína, y dicen que es el mismo efecto.

-¿Vos alguna vez te inyectaste?

No, jamás, jamás, tengo pánico a las agujas ¡Jamás!

(JP)

 

 

pero después ponele cuando compraste de vuelta, si ahí si, sentís que ponele te zumban los oídos, a mí me pasaba eso, estás esperando ponele si estas en una casa estas esperando que venga alguien, he visto mucha gente que  miraba esperando que venga alguien mirando por una cerradura hasta que terminaba de consumir, hasta que terminaba de consumir puede ser tres, ponele cuatro, cinco horas mirando por una cerradura o mirando por una ventana para afuera a ver si venía alguien.

(JP – VD)

 

La referencia al tipo de sensaciones, la rapidez e intensidad del efecto y la escasa duración de los mismos, son aspectos comunes entre los relatos de usuarios de Paco y de uso inyectado de cocaína.

 

- Generalmente cuando uno toma cocaína tarda un efecto de diez o quince minutos hasta que baja por las fosas nasales y se organiza en la sangre para que quedés pila como quien dice. Y la cocaína por vía inyectable es más rápido. O sea te entra por la vena, enseguida se te acelera el  corazón y sentía en la cabeza como un zumbido, se tapa la cabeza y quedás como zumbando, como si fuera un zumbido de avispa, quedás como zumbando, estático. Pero baja más rápido que por vía nasal. Te dura veinte minutos. Ya  a partir de ahí no era yo.

(Los vidrios oscuros de la droga. Cáp. 6 - HM.1998)

 

 

Algunos relatos comparados entre usuarios de Paco y de cocaína inyectada presentan una secuencia similar en las fases referidas como “locura y fisura”.

 

 

Es todo un tema, un ritual, ir a comprar, viste, la emoción, a todos no gusta…, ir a comprar… volver, esa emoción…. Después la sensación que sentís, viste, viene… es dulzura. Yo siempre digo: “dulzura, amargura y fisura”. Es así, en ese orden. O… dulzura, fisura y amargura, ahí está mejor, es dulce, viste, después viene la fisura y después la amargura, la amargura, porque decís, viste lo que hice…

(JP)

 

 

Cuando quería fumar me agarraba mucha ansiedad, iba a buscar cerca de mi casa con lo que levantaba en el carro 10, 20 pesos. Y venía a mi casa corriendo desesperada de las ganas de fumar  y no veía el momento de llegar, me ponía un poco desesperada. Antes de fumar la sensación siempre es de ansiedad, durante de tranquilidad y después vuelve todo a lo mismo, bajón, tristeza, problemas, nervios, se viene todo. En el bajón siempre me pinta tristeza, pienso en la plata que gasté, en lo que hice para pegar uno.

(RC)

 

 

- El primer momento de preparativos era el mejor momento, por la sensación que te viene. ¡Era tan emocionante cuando vas a buscarla ! que la compras , que vas a la farmacia a comprar la jeringa, llegan todos ahí, llegas, abrís, tiras todo, una cucharita, agua y eso... El placer del pinchazo y después el placer cuando sentías la sensación de la droga.

Después ya no hablábamos más… Nos perseguíamos que venía la cana o que venía alguien. Hemos salido más de una vez a correr por el campo, perseguidos, alucinándonos cosas.

(Los vidrios oscuros de la droga. Cáp. 6 - HM.1998)

 

 

La representación de los efectos del Paco coincide con los del uso inyectable de cocaína en referir a una sensación de flash que parece sintetizar un conjunto de sensaciones en una sola y que se vivencia con una concentración extrema, casi inmediatamente los sentimientos de verse descubierto o perseguido agregan una emoción o excitación adicional como parte de “la locura del flash”.

 

Sin embargo, también se diferencia en los relatos por una utilización más solitaria e individual. El “flashear" en grupo no se presenta en los relatos como es el caso del uso de otras sustancias ilícitas de las cuales una de las más representativas de esta condición es la inhalación de pegamentos.

 

 

- Decís que es parecido a la merca, ¿y en que se diferencia?

En que es un golpe rápido (está refiriendo al uso nasal), te pone duro de un saque, no de a poco…y te pega no tan sociable. Yo siempre me encierro con el paco, no hablo, me quedo duro y no hablo con nadie

(RC)

 

Depende de la cantidad que tenga de plata. Me he llegado a fumar 100 pesos, 100 pacos, sí.

………

 

Yo estoy viviendo en un hotel, me quedo ahí en el hotel. Fumando, fumando, fumando paco y fumando cigarrillo, fumando paco y fumando cigarrillo.

………

 

me quedo sentado en la habitación, pero no… sentado en la cama, fumando un cigarrillo, tomo un vaso de agua, por ahí bajo un toque, porque me relajo…  “bajo” quiere decir, “descuelgo”… un rato dejo de fumar, como algo, sigo, como...

 

(JP)

 

El  uso del Paco construye la ilusión de una salida rápida de las situaciones  penosas. Pero igual de rápido es el regreso porque sus efectos se desvanecen en minutos, lo que explica su refuerzo y la cantidad de Pacos que pueden llegar a fumarse en un día.

 

  -¿Qué sentís con el paco?-

A mí me pinta el que salgo de todo el bardo, y me quedo muy en la mía, es como que me encierro, me encierro y me quedo tranquila.

- ¿Qué es el bardo?

El bardo es todo… salir con el carro y no traer nada, todo eso…Mientras fumás estás en otra, y está todo bien.

…………………..

 

Como que te saca de lugar, te pone en otro lado, a mí me pega así, estoy como muy en la mía, recolgada, me transporta a la nada, al cuelgue, donde ta todo bien. […] Cuando me colgué peor fumaba 30 o 100 pacos por día y todos los días.

(RC)

 

 

… yo me llevaba muy mal con mi vieja  y en mi casa estaba todo mal y me termine colgando en esta vida, me cagaba de risa de todo, me sentía bien y  esto me daba mucho placer y yo estaba re volando.

……………….

 

Fumo en cualquier momento del día, cuando estoy mal, con problemas, recién venía con el nene de dejar a la nena en la escuela y encontré a un amigo y le pedí y me fume 4, 5 secas estoy re triste…

 

(NR)

 

En el imaginario colectivo el usuario de Paco es el “muerto-vivo”, y se argumenta que es reconocible por el abandono visible de su aspecto. A diferencia de otras sustancias, en este caso, la identificación social es  su presentación social y su estado físico.

 

El aspecto… de la persona, como esta vestido, en la vestimenta de una persona… por ejemplo…, en que está muy sucio…, ya uno se da cuenta, en el aspecto, en la cara, porque como que los chupa a veces, ¿no? algunas personas. Y… parecen muertos vivos, en la calle. A la noche, yo por mi casa a la noche, es un desfile, pum, pum, pum, parece… parecen muertos vivos enserio, les falta caminar así nada mas [extiende los brazos hacia delante]. … sucios, no se cuidan, dejados totalmente. Estos pibes están acostumbrados a eso, ya lo mamaron a eso, entendés. Están desde que nacieron con eso, ya la mayoría de los padres son tranzas, venden, no tiene una buena alimentación, o sea que por eso quedan así, tan mal, no, no, por eso es lo que me diferencia, creo que es que yo empecé a consumir de grande.

(JP)

 

 

¿Notaste algún cambio en tu cuerpo desde que consumís pasta base?

“Y sí… no se desarrolla el cuerpo. Mirá (se levanta la ropa y muestra su torso) ¿ves?, tengo veintiséis ¿ para un físico de veintiséis?... no, todos me dan menos, desde los quince años que consumo, no se me desarrolló el cuerpo, no se desarrolla”

(JP-VD)

 

 

…cuando fumo paco me aíslo, me abandono, estoy sucia, bajo mucho de peso… somos capaces de hacer cualquier cosa para consumir.

(NR)

 

El abandono de sí mismo, en la representación de la mujer que consume,  se expresa como una entrega física indiscriminada. La creencia de una prostitución al precio de monedas caracteriza a la “paquera” y la convierte en objeto de rechazo  el cual, a su vez, hace que el que mantiene contacto con ella revela su propio deterioro.

 

 

…vos tenés tu pasta base y tenés ganas de tener sexo y capaz que hay una chica ahí… se pueden conseguir en cualquier lado ahora… sinceramente están todos consumiendo pasta base…así que por una pasta base capaz que tenía relaciones… por una, un peso, ¿me entendés?. …le mostras el paco a la mina y… ya se te vienen solas, teniendo pasta base se te vienen solas …ya están ahí

(JP-VD)

 

 

Vos cuando estás en ese ambiente, todas las minitas, digamos, te quieren…porque vos siempre tenés pasta base, entonces te buscan. Y te vas curtiendo a casi todas las minitas que están buenas, las mejores…. Por ahí no te la curtías por cinco, salía más cara porque estaba muy linda. Salía veinticinco paco en vez de cinco paco.

(EG)

 

 

…de hecho hace cosa de 15 días estuve con dos chicas consumiendo, bueno, con una de ellas mantuve relaciones, cuidándome…, no… porque… las chicas por ahí, por dos pacos… hacen cualquier cosa.

(JP)

 

…Andaba con hombres.

- ¿Cómo es eso?

Hacía calle por Constitución y tenía sexo con hombres, lo llegué a hacer hasta por tres pesos.

- ¿Te cuidabas del SIDA?

Al principio no. Iba así nomás, ni me fijaba hasta que terminé en el hospital toda infectada, no sabés las cosas que tenía.

(RC)

 

 

Sus consecuencias tienen severas consecuencias en el medio comunitario y crea una especial situación social. El consumidor de Paco se constituye en un  “doble excluído” porque no sólo forma parte de un grupo social que vive situaciones de aislamiento social debido a la pobreza estructural sino porque, además, su propio uso del Paco lo convierte en alguien con el que debe asegurarse una distancia protectora separándolo de su familia, su grupo y sus vecinos. Situación, por otra parte, reforzada desde el propio consumidor de Paco que se siente, a su vez, amenazado y perseguido.

 

 

“yo me sentía bien cuando consumía, nada más que me perseguía mucho”…. “la pasta base te deja más perseguido que la merca”…  tenés miedo de que te agarre la policía”

(VD)

 

 

Quedaba como hipnotizado, alucinaba y creía que todos hablaban de mí. Yo quería quedar como con la merca, pero no es lo mismo.

(AD)

 

Me llegue a fumar 200 pacos en ocho horas, ponía de a tres dosis en la pipa. Usaba caños de cortina para hacer la pipa y adentro le ponía cobre y cenizas y me gastaba 3 encendedores en esas 8 horas. Lo que no me gustaba era la persecuta que me daba.

(AD)

 

 

Las razones de este proceso de distanciamiento temporal y, a veces, definitivo de los grupos cercanos encuentra apoyo en una representación que tiene como base a las urgencias que despierta el Paco. La vecindad entiende que, más que con otras sustancias, el uso del Paco inducirá el hurto de las pocas cosas valiosas de la casa para la obtención de dinero con el que pueda comprar más. 

 

A mi familia le hice desastres, celular, play, ¿celulares?. Llegué a vender un celular de $ 800... por 200 pesos, para consumir, desastre, ropa… toda, haces…

(JP)

 

 

Por culpa del paco perdí la confianza de la familia… me separe de mi esposa y no me llevaba los chicos. Tenía problemas con mis amigos porque todos los días los chamullaba para pedirles plata. Vendí desde una remera a un lavarropas automático. Desde lo mas chico a lo mas grosso vendí. Adelgace como 20 kg. y me agarre neumonía. Yo la tenía re-clara y lo mal que hacía, pero igual lo hacia y no podía dejar.

(AD)

 

 

…yo soy la única que consumo, mi mamá nunca me dio bola, siempre me discrimino, yo soy la oveja negra, la inútil, la falopera… por eso quiero terminar con esto ,pero no puedo, me siento muy sola, todo me sale mal. Siento el rechazo de toda mi familia…

(NR)

 

 

Creo que me temen, me discriminan, dicen -estos no cambian mas cada vez peor-.Cuando fumo paco me aíslo de la sociedad, me abandono , estoy sucia, bajo mucho de peso somos capaces de hacer cualquier cosa para consumir.

(NR)

 

 

 

Las ansias compulsivas por consumirlo explican la mayor violencia que se desencadena y que puede llegar a volcarse en las personas cercanas.

 

Cuando no consumo tengo mal humor. Cuando consumo me pone violento con mis hermanos...Por consumir me pelee con mi familia, vendí mi ropa, también saque cosas de mi casa y las vendí… Antes era más bueno ayudaba a la gente.

(AD)

 

Varias veces robé para fumar…Siempre trataba de buscar plata en mi casa. Yo me ponía un poco violento antes de consumir sino tenía plata.

(AD)

 

Las ausencias de la casa, el descontrol y finalmente la presentación del estado de abandono de si mismo hace la diferencia con otras drogas ilícitas. El uso del Paco es más rápidamente detectado. La familia registra que el joven, o el niño, pertenecen a un mundo que la sustituye.

 

“...porque mi amigo me iba a venir a buscar y nos íbamos a ir y mi mamá justo estaba haciendo la comida y yo estaba re-duro y... se me caían los mocos así y  mi hermana  le dijo.

Mi mamá me sirvió un plato de comida y me dijo: “¿Vas a comer?”, “No, no ahora, después como” y mi mamá me insistía y me insistía y mi hermana le dijo: “¡qué va a comer! ¿No vez que está re-duro este?” y ahí es donde se dio cuenta mi mamá, sino, no se daba cuenta”

 

(VD)

 

La representación que explica el distanciamiento necesario del grupo de convivencia con el consumidor, transfiere el problema a la calle y a la comunidad.  La misma representación lo configura ahora como amenaza de los precarios bienes de los que disponen los vecinos y, en esa medida, como en alguien no confiable y amenazante. Las actividades adictivas e ilícitas atribuidas a la dependencia del Paco lo convierte en un riesgo a los ojos de su propia comunidad, que le teme y lo mantiene a distancia.

 

Los vecinos te miran mal, te critican, te tratan de chorra. Porque los paqueros roban, pero no son todos iguales, yo nunca robé. La mayoría se rastrean todo, se limpian la soga. Lo que pasa es que te ponés como loco para cuando querés más. Yo nunca robé, pero estuve con hombres algo que siempre me dio asco, pero por paco estuve con hombres… Hacía calle por Constitución y tenía sexo con hombres, lo llegué a hacer hasta por tres pesos.

RC

 

 

Lo cierto es que de a poco, la exclusión ahora de su propio grupo, lo lleva a la escogencia de otras amistades, hábitos y lugares que ayudarán a la construcción de un mundo que lo confirma en la representación social de “Paquero”, es decir, alguien sin lealtades dentro de su propia comunidad.

 

Los paqueros […] se mandan presos entre ellos…

- ¿Cómo es eso?

Si le roban a alguno en el barrio, el dueño sale a buscar quién le afanó y los pibes le dicen: si me das 3 pesos te digo quién fue. Es cualquiera..

RC

 

 

Y después entre todos tratan de comerse el hígado, entre todos los transas se comen el hígado. Es una droga que llega un momento que no te importa nada. Yo conocía a éste que le fue a querer robarle a otro transa y lo agarraron.

E.G.

 

 

… siempre me cruzaba con algún loco, eso se hace mucho en la zona…

- ¿Eran amigos?

No, ni ahí conocidos, te los encontrás en la calle, por callejear, pero no podés confiar en ninguno, no son amigos…- ¿Por qué?

Los que fuman son medio ladillas, por un paquito entregan a la vieja… No, ni ahí podés confiar. Entre ellos nadie se confía, no hay mucha amistad ahí.

(RC)

 

 

…sinceramente en la villa no se comparte, cada uno se maneja como -si no tenés, no tenés-  y yo he vivido también en villas y si no tené,s tenés que salir a robar para tu pasta base sino no. Nadie te convida.

(JP-VD)

 

 

El paco a mí me vuelve muy egoísta, algunas veces no convido, no presto pipa, no presto fuego, no doy cigarrillos porque creo que yo me lo gano a eso. ¿Me entendés?, o robando o que me… he trabajado también, ¿no? y me parecía ¿Porqué si estos no tienen droga… porque me piden a mí..? que yo me rompo el culo laburando, si es mi plata, hago lo que quiero”

(JP-VD)

 

La problemática se consolida entonces, primero como parte de un mundo de sobrevivencia excluido del consumo, luego como un camino obligado frente a la desconfianza y temor de los grupos familiares y vecinales.

 

 

Eh...hay algunas veces que con el respeto se gana el respeto, digamos… pero ¿como te puedo decir?  hay algunas veces que no te tienen respeto, te tienen miedo. A mí me pasa que… ponele, entro a un negocio y me tienen miedo… ya están mirando por todos lados, no sé si por la manera de vestirse, no sé… yo, sinceramente, no sé como me ven. Capaz que yo entro a un quiosco y la tipa está mirando, me pasa en mi propio barrio

 (JP)

 

 

No es aventurado sostener que la “segunda exclusión” abona la reiteración de una cadena de situaciones donde, a mayor profundidad del rechazo, se produce una mayor inmersión en el uso del Paco y, finalmente, en la adopción de una representación de si mismo como Paquero. En este caso se define un territorio de influencia y dominio dado por el acceso al Paco, que coexiste en paralelo al rechazo del otro.

 

 

La mayoría de los paqueros son chabones, conmigo está todo bien, me saludan pero yo no me engancho mucho con ellos, yo siempre fumo sola en mi casa.

(RC)

 

…te admiran porque a vos nunca te va a faltar el paco. Después está el entorno de amistad que “qué hacés metido ahí, si eso no es para vos, qué hacés fumando esa porquería”, es el ambiente de la amistad que está afuera de eso

E.G.

 


 

Consideración final

 

Los consumidores de Paco, excluidos dentro de los excluidos, configuran una situación extrema desde la cual es especialmente difícil acceder a una ayuda frente a la compulsividad del consumo y el deterioro progresivo.

Los que la encontraron, dentro de las alternativas públicas, lo han hecho buscándolo en los CPA locales. En el marco de las dificultades que representa el trabajo profesional en este contexto, lo cierto es que son una forma visible del auxilio sanitario. La representación del CPA, en aquellos que hacen tratamiento, está vinculada con la contención del consumo por un lado y con el amortiguamiento de los efectos devastadores sobre los grupos de convivencia.

 

-¿vos crees que ya no lo podés controlar? –

No lo puedo controlar, no lo puedo controlar, por eso vengo acá, ayer consumí.      

(JP)

 

-¿Y con el tiempo de consumo notaste alguna diferencia en el efecto?-

“Sí,  yo por lo menos, yo… porque vengo al CPA y estoy contenido. Pero si noto una diferencia, de ponerte agresivo por nada, ¿me entendés?, estás hablando y te pones agresivo, contestas mal, no sé, ¿cómo te puedo decir?”

-¿Vos por qué decidiste venir acá?-

“Por voluntad mía, yo había caído preso y no quería caer más. No era que no quería consumir, sino consumir me gusta consumir, no te voy a decir que no. Pero al extremo en que robaba y capaz que robaba… no se, cualquier cosa… capaz que iba y me ganaba quince pesos y no me gustaba caer preso por quince pesos. Entonces decidí venir al CPA, contarle a mi mamá, a mi papá,  a toda mi familia, me apoyaron y bueno hace un año y medio que estoy en tratamiento. Pero no era como antes, antes consumía todos los días, estaba tres, cuatro días sin ir a mi casa. Ahora yo consumo y sino tengo más me voy a mi casa, aunque sea con bronca, capaz que escuchan otros chicos que fuman pasta base dicen éste es un bobo, ¿no?, pero yo sinceramente… el paco te hace más, más, más… no es como si fuera que tengo veintisiete años.

(JP-VD)

 

Los que no participan de un programa de ayuda institucional tiene una representación del “rescate” que es caracterizada en las descripciones como un esfuerzo de la voluntad individual en un contexto de aislamiento, cuando no de rechazo.

 

No soy de tener amigos en general, ando siempre sola. Yo me alejé mucho de la gente, de gente que me quiere, que me decían cómo fumo eso…

- ¿Creés que el paco tiene que ver con esa distancia?

Sí,  ni hablar. Es por eso. No me trata como su hija, me trata como una paquera perdida… Ahora fumo menos, dos o tres veces por semana, lo fines de semana, pero me gustaría dejar, ya tengo ganas de rescatarme. Ahora hace dos días que no fumo.

(RC)

 

La ayuda institucional pone en entredicho la representación de “paquero perdido” cuyo fatalismo presupone que cualquier ayuda es inútil. Una de las entrevistadoras de este estudio, finaliza su informe con una vecina, en el comedor comunitario. En su presentación de la mujer, una consumidora actual de Paco sin tratamiento,  la operadora ilustra espontáneamente lo que podría entenderse como una representación de la propia institución que impulsa este estudio y organiza las acciones de asistencia de los CPA.

 

El hijito interrumpe, cosa que hizo reiteradas veces durante la entrevista, y le dice que quería ir a su casa a jugar con los jueguitos y, viendo que ella se estaba alterando un poco,  deje la puerta abierta para cuando tenga ganas de charlar conmigo.

(NR)

 

Dejar la puerta abierta cuando el resto se cierra puede ser una respuesta institucional que marque la diferencia entre la resignación y el auxilio. La representación del problema como el círculo de la serpiente mordiendo su cola tiene entonces también alternativas que pueden contradecirlo. La ayuda profesional desde el campo público es una alternativa que no suma a la exclusión. Un dato que no es menor, en un contexto como el que se estudia.

Agosto de 2006.

 

 

 

 



[1] los subuniversos omitidos son aquellos donde los errores y coeficientes de variación son demasiados elevados.

[2] los subuniversos omitidos son aquellos donde los errores y coeficientes de variación son demasiados elevados.

[3] A fines de este informe la sustancia identificada como sulfato de cocaína será mencionada por el nombre popular de “Paco”. Se utiliza esta denominación entendiendo que refiere al producto tal como circula para su venta. Es decir con las diversas modificaciones de su composición dadas  las impurezas y degradación de los métodos ilícitos aplicados a su fabricación.

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