Vínculos en Internet 

Las dos caras de Internet

Lic. Roberto Sanchez

rosanche@mdp.edu.ar

dirección de esta página http://www.geocities.com/athens/acropolis/5912/doscaras.htm

Agosto de 1998

 


0. Resumen.

Internet ha irrumpido de manera invasiva en los más variados órdenes de nuestra sociedad. Los aspectos ligados al impacto de esa irrupción en la personas, no han sido aún debidamente estudiados.

Parte de este trabajo responde a una investigación que realizara, junto al Lic. Máximo Lameiro, sobre el tema de vínculos e internet. La otra parte, responde a un análisis personal sobre los efectos nocivos del uso de internet.

 

1. Introducción.

En su conferencia "De Internet a Gutemberg", Umberto Eco habla acerca de grandes invenciones de la historia y de su impacto sobre la sociedad de ese momento. Con habilidad, Eco describe dos tipos de personas: aquellos que aceptan las nuevas tecnologías, pensando en los beneficios que traerán a la humanidad y aquellos que temiéndoles, las rechazan, con la convicción de que cada nuevo dispositivo tecnológico acabará con las capacidades humanas que viene a sustituir.

Hoy es el turno de Internet y de las nuevas tecnologías de la comunicación, las que vienen a potenciar o a destruir capacidades humanas que consideramos valiosas.

Pero, no debe olvidarse que al igual que con cualquier otra tecnología, es el uso que hagamos de ella el que determinará, en último sentido, la expresión de un potencial o la destrucción de una capacidad.

 

2. Internet como facilitador y propiciador de la comunicación humana.

2.1. Características generales.

Junto al Lic. Máximo Lameiro hemos realizado recientemente una investigación cualitativa acerca de los vínculos interpersonales que se establecen en Internet. En dicho trabajo fueron entrevistados (vía correo electrónico) usuarios del sistema de distintas partes del mundo (Argentina, Chile, Perú, España, Italia, Israel, etc.).

La principal conclusión a la que se arribó es que aquellos que se conectan a Internet y son usuarios activos del sistema buscan principalmente establecer comunicación con otras personas. Además, los vínculos que se establecen exceden el factor utilitario dando lugar a un aspecto sumamente humanizado y que implica un importante monto de afecto. Surge así una imagen de Internet como un campo de posibilidades interpersonales.

El medio facilita o incluso propicia esos contactos, permitiendo la expresión de una actitud, manifiesta en ciertas personas e implícita en otras, orientada a experimentar encuentros y comunicación con otros seres humanos.

De lo anterior, surge el rasgo distintivo de Internet a la luz de la investigación llevada a cabo: brindar a los usuarios un mundo sin fronteras, donde pueden establecerse múltiples relaciones interpersonales. El usuario siente que forma parte de un mundo del cual ignoraba su existencia o que bien le resultaba inaccesible.

La comunicación establecida en Internet tiene rasgos propios, diferentes a los de las comunicaciones habituales "cara a cara". Algunos de esos rasgos son:

posibilidad de soslayar condicionantes sociales acerca de como deben ser las personas. Deja de tener importancia la presencia física y toda la comunicación se limita a lo escrito;

a raíz de lo anterior y de cierto "anonimato" que permite la red, una persona puede permitirse expresar aspectos de su personalidad que tenía reprimidos;

el carácter diferido de las comunicaciones a través del correo electrónico permite una mayor "reflexividad" en la comunicación, situación que no sucede en las interacciones habituales y que resulta muy valorada por los usuarios. Esta reflexividad sólo puede observarse además en el intercambio epistolar tradicional. Sin embargo el feedback más dinámico que permite el correo electrónico y el mayor engorro que supone despachar una carta (hacer el sobre, movilizarse hasta la oficina de correos, etc.) hacen que Internet sea el medio propicio para la expansión de la reflexividad. Además, el correo tradicional sólo resulta útil para el intercambio con aquellos a quienes se conoce previamente (salvo excepciones) mientras que el correo electrónico permite relacionarse fácilmente con cualquier persona.

es posible sentir vívidamente la pertenencia a una comunidad virtual (y potencialmente mundial) de pares, unidos no sólo por algún tema en común sino también por el afecto. Esto último resulta un factor motivacional que lleva a querer continuar conectado.

2.2. Derivaciones.

La imagen tradicional del usuario de computadoras, sentado solo frente a la mortecina luz de su monitor y alejado del mundo "real", ha quedado desvirtuada por esta investigación. En su lugar, se erige la imagen de personas que se comunican con personas, a las cuales (vale agregar) nunca hubieran conocido de otra manera. Esos vínculos así establecidos son mantenidos y cuidados, dando lugar a relaciones serias y profundas con personas a las que quizás nunca se llegue a ver.

También se da por tierra con el argumento de que la computadora atrofia el cerebro. En esos vínculos hay lugar para el pensamiento, para la reflexión y para la escucha de otras voces, de otras experiencias, de otras miradas sobre la realidad.

Resulta positiva también la desaparición de fronteras, ya que el ciberespacio es uno solo y permite que personas de los más remotos confines puedan encontrarse, dando una nueva perspectiva (con menos connotaciones peyorativas) al término globalización.

3. El lado oscuro de internet.

Sin embargo, Internet depara no sólo aspectos positivos y asertivos. También es dable observar la expresión de ciertas patologías, relacionadas principalmente con la adicción.

Para algunos profesionales parece existir un núcleo común a las diferentes patologías ligadas a la informática: el uso abusivo de las computadoras. Las distintas manifestaciones serían formas clínicas diferentes de un único trastorno.

Aunque aún no ha sido individualizado como entidad diagnóstica, el Internet Addiction Disorder (IAD) ha sido objeto de algunos estudios descriptivos y exploratorios.

Esta entidad fue descrita por la psicóloga Kimberly Young, de la Universidad de Pittsburgh, Pennsylvania y por el doctor Ivan Goldberg, del Instituto Neuropsiquiátrico de Nueva York, quien detalló su propuesta de criterios diagnósticos (citada más bajo) en mayo de 1995.

Puede decirse que existe un uso patológico de Internet cuando este interfiere de un modo significativo con las actividades habituales del individuo. Sin embargo, debe notarse que este criterio es relativo ya que pueden darse grandes diferencias entre un sujeto y otro, en especial en función de las disponibilidades de tiempo, dinero y de diversas circunstancias personales, familiares, laborales, etcétera.

De acuerdo a lo anterior, el tiempo de conexión (vale decir, la cantidad de horas diarias que un sujeto pasa conectado a la red) es un factor relevante, más no determinante. Esta indeterminación debe ser puesta en función del tipo de actividades que se realicen durante ese período de conexión y de su repercusión en las actividades cotidianas del individuo. Sin embargo, una conexión mayor a 38 horas semanales ya es considerada como adictiva y por ende define un uso patológico de Internet.

La adicción a Internet suele compararse con el juego patológico, la adicción al tabaco o el alcoholismo. Sin embargo, en los dos últimos casos debe observarse que esa comparación tiene alcances limitados al no existir una sustancia responsable de la conducta adictiva. Más sustento tiene la comparación con el juego patológico, lo que situaría al IAD como un Trastorno del control de los impulsos, según el DSM-IV.

Dentro del perfil del adicto a Internet podemos encontrar dos modalidades básicas. Por un lado, existen aquellos sujetos que utilizan la red para recoger información, obtener nuevos programas, visitar páginas web (navegar), etc. Esto no supone el establecimiento de ningún tipo de vínculo interpersonal (salvo un mínimo necesario para el logro de sus propósitos).

Por otro lado, se encuentran aquellos sujetos que frecuentan principalmente los canales de chat y en menor medida las listas de correo. En ellos lo distintivo es la búsqueda de contactos interpersonales, pero a diferencia de los usuarios de los que se habló en la primera parte de este trabajo, suelen guardar el anonimato. Esta actitud es favorecida por el uso del IRC (Internet Relay Chat).

El anonimato permite inventarse una nueva personalidad y apariencia física, como en una suerte de logro de un yo ideal. Pero este ideal tiene límites rígidos, circunscriptos a la vida en la pantalla, ya que supone necesariamente la obturación de la posibilidad del conocimiento en persona. Aquel que se ha descripto de manera muy diferente a como en realidad es, seguramente tratará de evitar un encuentro cara a cara con quienes haya conocido por su actividad en la red.

Si bien los estudios clínicos son escasos, ya existen borradores de criterios diagnósticos que permitirían la inclusión de este trastorno en los manuales de clasificación (DSM-IV, ICD-10). Dichos criterios incluyen:

  1. Tolerancia (definida por los siguientes criterios):

a. Necesidad de incrementar las cantidades de tiempo conectado a Internet para lograr la satisfacción.

  1. Disminución del efecto con el uso continuado de similares tiempos de conexión.

2. Abstinencia, manifestada por las siguientes características:

2.1 Síndrome de abstinencia.

2.1.a. Cesación o reducción del tiempo de conexión (cuando se han dado períodos de tiempo prolongados de uso intenso).

2.1.b. Dos o más de los siguientes síntomas aparecen después de unos días y hasta un mesde haberse producido el punto anterior.

2.1.c. Los anteriores síntomas producen malestar o deterioran las áreas social, ocupacional

cualquier otra área vital.

2.1.d. El uso de Internet o de otro servicio on-line es preciso para aliviar o suprimir los

síntomas abstinenciales.

2.2 Se accede a Internet mas a menudo o durante períodos de tiempo mas prolongados de los que se había planeado.

  1. Existen propósitos persistentes e infructuosos de suprimir o controlar el acceso a la Red.
  2. Se invierte una cantidad de tiempo notable en actividades relacionadas con Internet (adquisición de libros, pruebas de nuevos buscadores, organización del material descargado, etc.).
  3. Las actividades sociales, profesionales o de recreo disminuyen o desaparecen a causa del uso de Internet.
  4. Se permanece conectado a pesar de saber que ello supone un problema persistente y recurrente de tipo físico, social, laboral o psicológico.

La Dra. Kimberly Young considera como criterio diagnóstico del IAD que una persona responda afirmativamente a cuatro o más de los siguientes ítems.

¿Se siente preocupado por lo que ocurre en Internet y piensa frecuentemente en ello cuando no está conectado?

¿Siente la necesidad de invertir más y más tiempo conectado para sentirse satisfecho?

¿Es incapaz de controlar el uso de su conexión?

¿Se siente inquieto o irritable cuando intenta disminuir o eliminar sus salidas al ciberespacio?

¿Se conecta para escapar de sus problemas?

¿Miente a sus familiares y amigos en lo relativo a la frecuencia y duración de sus conexiones?

¿Corre el riesgo de perder una relación importante, un trabajo, una oportunidad académica o su carrera por su uso de la Red?

¿Sigue conectándose después de pagar facturas importantes por sus conexiones?

¿Cuándo pasa un tiempo sin conectarse se siente más malhumorado, irritable o deprimido?

¿Permanece conectado durante mas tiempo del que inicialmente pensaba?

 

Entre los signos de alerta respecto a posibles problemas con el uso de la Red menciona:

El Psiquiatra Ivan Goldberg (que prefiere el término "Uso patológico de computadoras"), ha establecido los siguientes criterios diagnósticos:

Cambios drásticos en los hábitos de vida a fin de tener mas tiempo para conectarse.

Disminución generalizada de la actividad física.

Omisión de actividades importantes a fin de disponer de mayor cantidad de tiempo para  permanecer conectado.

Privación o cambio en los patrones  de sueño a fin de disponer de más tiempo en la red.

Disminución de la sociabilidad.

Rechazo a dedicar tiempo extra en actividades fuera de la Red.

Deseo de estar más tiempo frente a la computadora.

Negligencia respecto al trabajo y las obligaciones personales.

En coincidencia con lo dicho anteriormente acerca de la relatividad del concepto de "uso adictivo", el tratamiento de los adictos a Internet debe adecuarse a las características de cada caso. A diferencias de otras adicciones, lo aconsejable tal vez no sea pretender una abstinencia total, sino mas bien, un uso adaptativo de Internet.

En el caso de los sujetos que buscan establecer contactos interpersonales, se parte de una circunstancia que en sí no es patológica, como es comunicarse con otros individuos. Lo que debe evitarse es que esa búsqueda de vínculos interpersonales se mantenga sólo en el terreno virtual.

 

4. Conclusiones.

Internet permite la expresión de potencialidades que hasta estos momentos han permanecido ocultas en muchos seres humanos. El intercambio comunicacional con personas muy distantes en el espacio, el llevar a cabo proyectos colaborativos, la reflexión sobre temas de interés, entre otros, son ejemplos de ello.

Sin embargo, no debe descuidarse un aspecto negativo de Internet como es ser campo propicio para la expresión de conductas adictivas y de otras patologías.

Si bien este problema no resulta todavía significativo en la Argentina, no debe olvidarse que el número de usuarios en nuestro país es aún escaso. Tal vez lo aconsejable pase por utilizar la experiencia de otros países, anticipándonos a los hechos, buscando una manera de prevenirlos.

 

Bibliografía.

La bibliografía utilizada en este trabajo puede ser hallada integramente en la red.

 

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