Un vendedor ambulante se propuso vender una cesta de naranjas a razón de 10 monedas cada 5 naranjas.
En el momento de la venta cambió de opinión e hizo un montón con las 58 naranjas más gordas y otro con las 57 más pequeñas.
Las gordas las vendió a 5 monedas cada 2 naranjas y las pequeñas a 5 monedas cada 3 naranjas.
¿Era esto lo mismo que la intención primera?
Le resultó más favorable la segunda opción, ganó 10 monedas más.