[2.-] La hipótesis de localización del circo que aquí esbozamos es fruto de un proyecto de investigación que, en torno a este problema, desarrollamos junto a J. F. Murillo y A. Ventura, y que continúa en la actualidad con el análisis de nuevas evidencias. Una primera aproximación al problema en: Hidalgo, 1996, 16-17; 1997, passim y Ventura, 1996, 179-184. Sobre la existencia de otro circo en la ciudad, previo al que aquí nos ocupa, vid. Carrillo et alii, 1997 e.p. (Volver a texto)
[3.-] Santos Gener, 1955, 10 y fig. 1. La noticia queda recogida también en la página 70 de la obra inédita del mismo autor, de la que existe una copia fotográfica depositada en la biblioteca de la Kommission für alte Geschichte und Epigraphik des Deutschen Archäologischen Instituts de Munich, a la que hemos podido acceder gracias a la gentileza de A. Ventura. (Volver a texto)
[4.-] Para el análisis de este plano hemos utilizado siempre como referente el levantamiento planimétrico de Córdoba efectuado en 1926, que gracias a la actualización del parcelario permite ubicar con mayor precisión las referencias del primero. (Volver a texto)
[5.-] Sobre el sistema de subestructuras y bóvedas destinadas a sustentar las gradas de los circos, véase especialmente Humphrey, 1986, láms. 44-46, 164, 170, 184, 208 ó 248- 249. (Volver a texto)
[6.-] En relación con esta puerta véase la contribución de J. F. Murillo y J. R. Carrillo a este mismo Simposio. (Volver a texto)
[7.-] Sobre este acueducto véase una primera noticia con la propuesta de identificación y la interpretación en Ventura, 1996, 185-186, y un estudio pormenorizado en Moreno et alii, 1997. (Volver a texto)
[8.-] En lo concerniente a los otros dos acueductos, el Aqua Augusta y el Aqua Nova Domitiana Augusta, véase Ventura, 1993 y 1996. (Volver a texto)
[9.-] En lo que respecta al abastecimiento de agua a los circos, muy poco conocido en la actualidad, véase Humphrey, 1986, passim; Frontino 97.2 y Montalbo et alii, 1997, 248- 251, este último en relación con el sifón que permitía el abastecimiento a los euripi del circo de Mérida. (Volver a texto)
[10.-] En relación con este acueducto cabe
llamar la atención sobre la incorporación en su trazado de
un sifón, al que ya hemos hecho mención, desde donde el agua
discurría a presión a través de tuberías. El
interés de la aplicación de esta solución radica en
el hecho de que constituye un recurso muy poco utilizado en época
romana -probablemente a causa de los sobrecostos que traía consigo-,
que sólo se emplea en aquellos casos en los que se atraviesa un
relieve muy ondulado o, sobre todo, cuando el desnivel a salvar es demasiado
profundo para la utilización de la más frecuente y menos
costosa solución de arcuationes, o sea, en valles que superan los
50 m. de profundidad y que pueden alcanzar hasta 123 m. (Hodge, 1983, 193-194).
La necesidad de dividir el cauce a través de distintas tuberías,
común en los sifones para disminuir la presión del agua,
encarecería aún más la aplicación de esta solución
al aumentar la cantidad de tuberías de plomo a emplear. Por el contrario,
la utilización del sifón no proporciona ninguna ventaja añadida
-aparte de la de salvar un acusado desnivel- que pudiera justificar la
elección de este sistema, sino que más bien se da el caso
contrario, pues la pérdida de presión a causa de la fricción
es mucho más elevada en las tuberías que en el canal abierto.
En el caso que aquí nos ocupa no existe una gran vaguada
a atravesar, ni siquiera el relieve es mínimamente ondulado. Como
se observa en el plano de Casañal (fig. 3 y 4), el desnivel existente
entre el lugar donde se ubica la cabecera del sifón y el que presumiblemente
ocupa el circo no supera los dos metros, altura insuficiente incluso para
la construcción de arcuationes.
A esta circunstancia habría que añadir un detalle,
y es que casualmente la cabecera del sifón se encuentra inmediatamente
al Norte de las construcciones correspondientes al palacio imperial y,
en concreto, junto al cuerpo de servicio que precede el núcleo principal
del complejo. Esta coincidencia adquiere interés a partir del estudio
de la altimetría antigua de la zona, de la que se deduce que el
nivel al que presumiblemente se dispuso el suelo de la plaza que constituye
el ingreso al palacio se encontraba, cuando más, a tan sólo
15 ó 20 cm. por encima de la altura correspondiente a la cubierta
del acueducto. Esto nos lleva a plantear, como hipótesis de trabajo
a contrastar en el futuro, que, ante la ausencia de razones topográficas,
la causa de la incorporación del sifón pudo ser la propia
creación del complejo tetrárquico. De este modo, habría
sido durante la planificación y construcción del palacio
cuando se habría creado el sifón, con el propósito
de evitar lo que sin duda podría ser un obstáculo para la
configuración del amplio espacio abierto que da acceso al complejo
-donde incluso el trazado en caja del acueducto podría haber quedado
emergente-, y para la construcción de los cimientos del largo cuerpo
de servicio que a modo de barrera se antepone al trazado del cauce.
(Volver
a texto)
[11.-] Sobre la definición y características concretas de esta construcción véase Dareggi, 1991. (Volver a texto)
[12.-] En la misma línea, contamos con algunas noticias relativas a la aparición -en excavaciones sin control arqueológico efectuadas durante los últimos decenios en los terrenos situados entre el palacio y el circo-, de grandes estructuras de hormigón de trazado curvo, que quizás pudieran adscribirse a hipotéticas construcciones exentas que ocuparían la franja existente entre el palacio y el circo, uniendo ambos elementos en un único gran complejo. (Volver a texto)
[13.-] Al respecto véase en la planta general diacrónica de la Córdoba romana, incluida en la contribución de C. Márquez a este mismo Simposio, la relación de Cercadilla con la trama viaria del sector noroeste de la ciudad. (Volver a texto)
[14.-] La asociación entre palacio y circo y el relevante papel que este último desempeña en la representación imperial de época tetrárquica es aceptada y defendida por un amplio grupo de investigadores, especialmente De Angelis, Ioppolo y Pisani, 1988, 12; Frova, 1990; Frazer, 1966, 385-392; Pisani y Calza, 1976, 150; Cameron, 1976, 182; McCormack, 1981; Settis, 1982, 515-534 y, sobre todo, Humphrey, 1986, 579-638; con excepción de Duval (en especial vid. Duval, 1973, 151-158; 1978, 56-57; 1979, 50, en la misma línea Spieser, 1984, 108), que fundamenta su crítica, basada en una visión incrédula, en la ausencia de evidencias rotundas que tajantemente ratifiquen la asociación de estos elementos. (Volver a texto)
[15.-] Al respecto vid. Alföldy, 1934, 83-88. (Volver a texto)
[16.-] Nunca en el caso de las residencias previstas para el retiro que, como podemos observar en Split y Romuliana, no precisan de esta función representativa, una vez que el augusto ya ha abandonado la púrpura. (Volver a texto)
[17.-] Sobre la influencia del esquema pulvinar imperial-circo sobre las basílicas circiformes, reflejo a fin de cuentas de su trascendencia como elemento de representación y aparato, véase Torelli, 1992, 208. (Volver a texto)
[18.-] Según Humphrey (1986, 605) y Wightman (1970, 103) la monumentalización pudo ser iniciada por otro tetrarca anterior a Constantino, que con toda probabilidad habría sido Constancio Cloro. (Volver a texto)
[19.-] La incorporación de un jardín-hipódromo
en el complejo palacio-circo a imitación del esquema original de
Roma no es prerrogativa sólo de Constantinopla, pues, según
ha considerado Humphrey (1986, 620 y 632), se debe suponer también
la presencia de este tipo de jardín en Milán, donde se cita
un ypodromio circi y en Antioquía, identificable con el denominado
stadium bizantino, que probablemente fuera, al igual que el circo,
construcción pretetrárquica. Ello nos permite enlazar una
vez más con el complejo cordobés, donde el estanque inacabado
situado ante la fachada del palacio (vid. Hidalgo, 1996, 48-49, fig. 3.I
y 1997, 322-326 y 448-449) puede interpretarse igualmente como el estanque
de un jardín-hipódromo, planificado en el proyecto inicial
del palacio pero abandonado durante el propio desarrollo de la obra.
(Volver
a texto)