Sesión 17

Schartz: "How and Why the Pursuit of Self-Interest Undermines Democracy"

Tesis: el mercado erosiona la moral.

(Más ampliamente: las prácticas sociales tienen una influencia notable sobre el "sentido moral": lo refuerzan o lo debilitan. El mercado es un tipo de práctica social que erosiona el sentido moral.)

Razones:

-Los valores que promueve el mercado no son precisamente la lealtad, la veracidad, la compasión y el autodominio.

-El mercado crea un modo de vida de actuación por recompensa (económica), no de actuación por principios (justicia, solidaridad, compasión, etc.)

-El capitalismo se convierte en una profecía autorealizadora, en el sentido de se cumple porque la gente actúa en el sentido que la profecía espera que actúe, porque cree ciegamente en ella. (Ejemplo de la Bolsa: si se anuncia que las acciones de la compañía X bajarán, de hecho bajan, porque los accionistas empiezan a vender sus acciones.) En ese sentido: "debemos tener cuidado sobre lo que pensamos que somos, porque podemos llegar a ser eso que pensamos que somos".

-El capitalismo hace que la gente actúe según el esquema de Skinner. No pertenece a la naturaleza humana moverse sólo por recompensas; son las condiciones laborales y sociales promovidas por el capitalismo las que han hecho que le gente se mueve sólo por el interés de una recompensa.

-Fred Hirsh señaló que con el mercado se da una paradoja: que depende de la existencia del sentido moral y simultáneamente lo socava.

-¿Cómo socava el mercado la moral? Ejemplos:

--La simpatía o compasión: la habilidad para sentir y comprender los infortunios de los otros, y el deseo de hacer algo para aliviar esa mala fortuna. El desarrollo de esta virtud depende en gran parte de la familiaridad y la proximidad con los demás; pero el mercado fomenta el anonimato ("business is business").

--La justicia: ejemplos de la subida de precios de las palas de nieve y de la rebaja de sueldo. "La mayoría de personas piensa que le preocupación por la justicia debería de ser un freno a la búsqueda de ganancia". Curiosamente, los CEOs no tienden a hablar en términos de justicia o injusticia, sino en términos de "buena o mala práctica de negocios". Los economistas y los empresarios no se preocupan de la justicia: confían en el mercado. Precisamente, el argumento detrás de las regulaciones del mercado es que "los comerciantes no se precupan de la justicia, y alguien tiene que hacerlo". Es decir: malas prácticas comerciales (malas en el sentido moral) provocan la intervención.

[--Lo mismo pasa con la autoridad y con las jerarquías. Dice F. Fukuyama, en Trust: "las jerarquías son necesarias porque no es posible confiar en que todo el mundo, todo el tiempo, viva en observancia de las reglas étias y cumpla con sus responsabilidades sociales" (Siglo XXI, lunes 23 de marzo de 1998, p. 13).]

[--Por otra parte, dice Lester C. Thurow: "la tecnología está consiguiendo que las habilidades humanas y el conocimiento sean las únicas fuentes de ventaja competitiva sostenibles. La tecnología se está moviendo en una dirección y la ideología lo hace en sentido contrario. En una era que necesitará muchas inversiones sociales en materia de infraestructura, investigación; en desarrollo y en educación, la ideología está imponiento un tipo de capitalismo opuesto a las inversiones que podrían hacer funcionar mejor el sistema" (Siglo XXI, 23 de marzo, p. 13).]

-El punto de Schwartz es que "tal vez el entrenamiento en economía y administración hace que la gente ordinaria deje de preocuparse por la justicia". "Los economistas enseñan a sus estudiantes que la forma en que funciona el mercado está fundamentada en el motivo humano universal de maximizar el interés propio… Sistemáticamente enseñan a sus alumnos a comportarse de esta forma. Y he aquí que los estudiantes salen convencidos de que las tesis de la economía son verdaderas, y luego actúan en una forma que confirma esas mismas tesis".

-El punto es que si creemos que las consideraciones de la justicia deben jugar un papel en nuestras acciones, así será; y se creemos que nuestras acciones deben estar basadas únicamente en el logro del interés propio, entonces la justicia quedará fuera.

-Ejemplo de los niños a los que se ofrece recompensa por cada buena acción: luego piden recompensa por todo, y quieren que se les aumente… Ejemplo de los ciudadanos suizos: si se les pedía que aceptaran los desechos nucleares por civismo, 50% estaban dispuestos a hacerlo: cuando se les ofreció recompensa, sólo 25%. Es decir: si transmitimos el mensaje de que "todo tiene un precio", de hecho la gente llegará a actuar buscando en todo el precio. ¿Qué tipo de personas queremos formar? ¿Tiene el mercado efecto sobre la formación ética de las personas? ¿Cómo debe ser conducido el mercado para que no excluya los valores morales?

-En las sociedades dominadas por las relaciones de mercado, se corre el peligro de que la sociabilidad sea puramente instrumental; aprendemos a usar a las personas como usamos los objetos: como medios para satisfacer nuestros intereses.

-Gary Becker decía que al describir cosas como el tamaño de la familia en términos de costo, o la fidelidad matrimonial en términos de sustitutos disponibles… estaba describiendo las cosas como de hecho eran y han sido. Schwatz se pregunta si no estará describiendo las cosas como han llegado a ser, o están llegando a ser. El mercado, como institución, favorece la "libre elección"(tú puedes elegir"), no el deber o la fidelidad.

-"Es posible que la ideología del mercado sea la mejor guía para la economía; que la lealtad, el compromiso y similares se dejen de lado en nombre de la eficacia. Pero decididamente el mercado no es la mejor guía para conducir la sociedad. Y cuando esta ideología comienza a penetrar los dominios en los que la lealtad, el compromiso y la justicia son importantes, estos sentimientos morales empiezan a debilitarse, y eventualmente desaparecen"… "Si vamos a hacer que la gente deje de poner un precio al deber, o que deje de negociar con la justicia, debemos hacer que dejen de pensar en sus relaciones sociales en términos de costo de oportunidades. Y la única manera de hacer esto es restringir el mercado y el cálculo de intereses propios que conlleva".

-"Si la gente vive en sociedades que enfatizan la justicia, el deber y la cooperación, y las reglas de la interacción social enfatizan la equidad, tenderá a comportarse en forma muy distinta a aquellas que viven en sociedades que enfatizan la búsqueda competitiva del interés propio. Dicho de otra forma: los egoístas no nacen; se hacen.. .No es que el mercado sea posible por egoístas; más bien hace el egoísmo posible".

-Para concluir: decía Carlos Llano el sábado: "Aceptamos que la empresa se encuentra arrastrada por esa vorágine de mercantilismo". Para contrarrestar esa situación, según él, "es necesario entender que nuestra vida no es el mercantilismo, sino la ley del don de sí", la cual "deber partir de una civilización del amor porque ésta se opone a la utilitaria civilizaicón de la transacción mercantil" (Siglo XXI, domingo 22 de marzo).

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