Invitado
Por Federico Campbell Peña*
Después de ser masacrados 17 campesinos en el vado de Aguas Blancas,Guerrero, en 1995, la justicia mexicana encarceló a nueve deudos de las víctimas en el Cereso de Acapulco. No se detuvo nunca al exgobernador Rubén Figueroa Alcocer ni a sus colaboradores más estrechos, pero sí a quienes sufrieron los balazos aquel fatídico 26 de junio.
Junto con Benigno Guzmán Martínez, Bertoldo Martínez Cruz, Hilario Mesino Acosta (quien recuperó ya su libertad), se encarceló a Reina Avelino Huizache, también militante de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS). Reconocida por Amnistía Internacional como "prisionera de conciencia" poco después a su confinamiento, Reina Avelino Huizache, me recordó el caso de la Premio Nobel de la Paz Ain Sia Suu Kii, quien en Birmania encabezaba desde 1992 bajo arresto domiciliario, el movimiento cívico contra la dictadura militar.
Reina Avelino Huizache invoca también, inevitablemente, a Madame Sukarnoputri, la hija del ex líder del Tercer Mundo, Sukarno, quien en Jakarta dirige hoy, casi clandestinamente, el Partido por la Democracia contra la dictadura de Soharto, quien derrocó a su padre en 1967.
Además de padecer diariamente de las pésimas condiciones sanitarias del Cereso de Acapulco, las celdas apandadas, las restricciones a ser visitada (no se puede entrar allí con barba, ya que se debe uno afeitar previamente), Reina Avelino Huizache escribe poemas.
Es así como el PEN Club Internacional de Escritores, que hoy dirige el mexicano Homero Aridjis, asumió en 1997 a Reina Avelino Huizache como "escritora en prisión", categoría que tiene ya el general José Francisco Gallardo, hoy preso en el campo militar número uno de la ciudad de México.
Gallardo recibió 2034 tarjetas de felicitación de diversos países la pasada Navidad, toda vez que el PEN Club Internacional de Escritores, lo reconoce como writer in prison debido a sus tesis publicadas sobre la necesidad de formar un ombudsman militar en México.
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