Pierre Janet, el más famoso alumno de Charcot decía que las histéricas desarrollaban una "pasión magnética" por el hipnotizador, un sentimiento afectuosos de naturaleza filial, maternal o abiertamente erótica. Más adelante Freud identificaría ese elemento como la transferencia y lo constituiría en herramienta fundamental de la técnica psicoanalítica. Pero si bien algunos conceptos de Janet le fueron útiles a Freud, también discrepó con otros. Cuando en cierta ocasión Janet dijo que "el psicoanálisis solo pudo surgir de la atmósfera sensual de Viena", Freud le replicó diciendo que esa era una calumnia maliciosa y antisemita. (11 Bb)