El origen de lo que ahora es este libro se ubica en unos apuntes tomados fundamentalmente a partir de dos lecturas diversas pero que, una vez profundizadas, aparecieron como complemetarias: Freud. Una vida de nuestro tiempo , de Peter Gay y ...y así nació el psicoanálisis..., de Doris Hajer, posteriormente co-autora de este libro.
El Area de Psicoanálisis de la Facultad de Psicología de la Universidad de la República fue su marco de producción.
Como Adscripta Honoraria de Psicoanálisis empecé a trabajar en la Facultad en setiembre de 1994, en el Taller Docente del Area, curso I (TDA I) propuesto en el proyecto de trabajo de Martín Wolf, actual Profesor Titular de la misma.
A propósito de la pertinencia de un trabajo como el que resultó en estos escritos, cito textualmente a Wolf: "El Area del IPUR (Inst. de Psicología de la Uni. de la Rpca.) se delineará en la misma medida que sus docentes se puedan brindar en su propia tarea de formación. Cuanto más abiertos al estudio de sus atravesamientos, mayores posibilidades de libertad para el aprendizaje de los alumnos. Será la tarea de investigación de lo somos y hacemos la que podrá definir el Area".
No fue posible mantenerse ajeno a los atravesamientos que menciona Wolf. La lectura acercó al Freud adolescente y convocó recuerdos, imágenes, impresiones de la adolescencia y de la época de estudiante universitaria propias de la autora. Empezaron a aparecer interrogantes: ¿quién había sido Freud?; ¿cómo era su familia?; ¿cómo inició su obra?; ¿con quiénes estuvo en contacto?; ¿qué fue de la vida de otros psicoanalistas?; ¿por qué se produjeron separaciones tan dolorosas?.
Todas estas preguntas estimularon una producción que comenzó por la tarea de sistematizar y ordenar lo que se había leído. Así, lo primero que se aclaró fue el deseo de escribir sobre las personas que estuvieron muy cerca de Freud(que lo influyeron y fueron influídas por él), sin dedicar un capítulo especial a la persona del "maestro" porque ella aparecería desde los dichos y acontecimientos de los otros. Los vínculos con las personas tienen en general consecuencias , y las mismas solo pueden evaluarse con el tiempo. Las consecuencias que tuvo para Freud el haber tenido una madre como Amalia Nathanson, haber conocido a Brücke en la Universidad o haber tenido fuertes discrepancias con aquellos que en algún momento fueron sus amigos, signaron de un modo inequívoco el desarrollo de las ideas, así como el tenor de los afectos del creador del psicoanálisis. No fue porque sí que en los últimos años de su vida Freud fuera un hombre marcadamente escéptico.
En ese largo y tortuoso camino de mutuas influencias, se fueron sumando un gran número de nombres ya conocidos o que luego devinieron prestigiosos. Unos cuantos aparecen aquí, aunque muchos otros (que tal vez los lectores también consideren importantes) no fueron incluidos. Esta "insuficiencia" viene a dar cuenta de aquello que conmueve y que intenta ser acotado de algún modo, desde una posición absolutamente personal.
Dichos nombres se situaron separadamente para facilitarla lectura y la búsqueda en este "quien es quien"; de allí la propuesta en capítulos dedicados a la familia, los seguidores, los maestros, etc.
Surgió después la idea de que sería interesante verlos en conjunto, por lo que fue estructurada una "Cronología" donde se los ubica de acuerdo al año en que (al menos por lo que se sabe) tuvieron su primer contacto personal con Freud, o ingresaron a la Sociedad Psicológica de los Miércoles, luego Sociedad Psicoanalítica de Viena.
Si todo esto constituye una explicitación formal, debiera ahora decirse algo respecto a los contenidos.
La intención fue limitarse a hacer reseñas biográficas, respetando los acontecimientos y dichos de las personas, sin incluir (o hacerlo mínimamente) hipótesis ni opiniones personales. Con ello se apostaba a que el trabajo de lectura "entre líneas" fuese una instancia a producir desde otro lugar, los Seminarios Libres con alumnos: allí s e podría ir contestando a los "cómo, por qué y cuándo" de la obra de Freud.
La Profesora Adjunta del Area de Psicoanálisis y encargada del TDA II del mismo Licenciada Doris Hajer, leyó el trabajo y sugirió la posibilidad de transformarlo en libro. Facilitó material bibliográfico que poseía en abundancia así como traducciones de material aún desconocido en lengua española. De esa forma comenzó su participación, especialmente vinculada al capítulo de los "Seguidores". Pero esa es una historia que ella misma contará ...MARY VIDELA
Este trabajo presentado por Mary Videla, me dio la excelente oportunidad de elaborar algunos de los muchos materiales que me fueran puestos a disposición en los últimos años, por el grupo de trabajo de la "Werkstatt für Psychoanalyse und Gesellschaftskritik" de Austria (Taller de crítica social y psicoanalítica). Los mismos y otros a los que me llevaron, son citados en la bibliografía final. Particularmente agradezco a Elke Mühlleitner la generosa autorización de la utilización de su invalorable "Lexikon der Psychoanalyse - Die Mitglieder Des Wiener Vereins 1902 - 1938" (Enciclopedia del Psicoanálisis - Miembros de la Asociación Psicoanalítica Vienesa 1902 - 1938) y a Karl Fallend y Johannes Reichmayr el acceso y utilización de sus trabajos de investigación sobre las Actas de la Sociedad de Viena (muchas de ellas inéditas aún), sobre Bernfeld, Reich, psicoanálisis durante el nazismo y tantos otros. La selección de los psicoanalistas aquí presentados responde a los siguientes criterios: 1) Psicoanalistas pertenecientes a la primera generación de la Sociedad Psicológica de los Miércoles (luego denominada Sociedad Psicoanalítica de los Miércoles). 2) Los miembros del "Comité Secreto". 3) Psicoanalistas que hicieron escuela. 4) Psicoanalistas que crearon Asociaciones en otros países. 5) Grandes creadores, hoy apenas conocidos. Seguramente habrán de faltar algunos, ya que la idea que se manejó no fue trabajar sobre todos los psicoanalistas que rodearon a Freud, sino sobre algunos, que desde nuestro punto de vista marcaron historia. Por lógica es más abundante la información acerca de los psicoanalistas austríacos ya que éstos formaron el grueso de quienes pertenecieron al círculo más próximo a Freud. No por ello habrán de faltar psicoanalistas alemanes, rusos, húngaros, polacos y franceses, en la medida de haber tenido un vínculo directo con la Asociación Psicoanlítica Vienesa, ya que la mayoría de ellos transcurrieron por la misma, durante períodos más o menos prolongados de su formación. En la lectura global de las reseñas de su vida y obra, habrá de llamar la atención que la enorme mayoría, más de un 70% fueron judíos, y salvo unos pocos del total emigraron entre los años 32 y 38, así como algunos que vivían provisoriamente en Viena retornaron a sus países de origen. Que tantos de los primeros psicoanalistas fueran judíos -si bien en algún momento preocupó a Freud, razón por la cuál su predilección por Jung, no judío, a quién quiso poner al frente de su movimiento- en la Viena de fines de siglo, éste hecho no era llamativo; el 40% de la población era judía o al menos tenía algún antecesor de confesión mosaica, como por entonces solía llamársele. Solía decirse para describir al vienés típico: "culto, ingenioso, creativo, intelectual, filosofante, judío". Queremos aquí destacar que no sólo fueron los psicoanalistas judíos quienes emigraron, sino que también otros cuyos compromisos políticos, o simplemente la convicción de que el psicoanálisis bajo un régimen nazi no era viable, debieron marcharse de Viena. Del total de psicoanalistas de la APV (aproximadamente 150), nueve murieron en Campos de Concentración. De aquellos que emigraron, la mayoría fueron en primera instancia a Inglaterra al igual que Freud, y finalmente se establecieron en EEUU. Un catálogo para la exposición denominada "Vertreibung der Vernunft" ("Expulsión del raciocinio") publicado en 1993, y reeditado con addendas en 1995, nos muestra una Viena - centro cultural fermental de Europa Central - desmantelado por el nazismo, en todas las ramas del conocimiento. Otro de los elementos más llamativos habrá de ser la notable cantidad de miembros de la Asociación que no eran médicos: artistas, escritores, músicos, o aún autodidactas, quienes componían junto a aquellos, el interesante núcleo de los primeros pensadores psicoanalíticos. La frase que Freud escribe al Pastor O. Pfister (aquí citada en el cap. dedicado a él) referida a quienes esperaba Freud continuaran su obra, aclara así como su trabajo "¿Pueden los legos ejercer el psicoanálisis?", la postura de Freud al respecto. En el artículo "El Comité Secreto" y la reseña sobre Fenichel y Reich, así como en el texto dirigido a Pfister arriba mencionado, se podrá ver la dificultad de imaginar una transmisión del psicoanálisis en un futuro (fuera de un ámbito universitario). La institucionalización, la curricularización, la medicalización y la pérdida de la creatividad, habrán de comenzar a pautarse desde 1910 con la creación de la Asociación Psicoanalítica Internacional, de donde las ricas discusiones al respecto registradas en las Actas de la Sociedad de Viena por ésta fecha (éstas sí traducidas y publicadas en español), dejan constancia. Reich apartándose, Fenichel creyendo que podía combatir desde dentro ésta tendencia, harán a una historia velada hasta el día de hoy y que sostiene sus efectos, tanto de disgregación de escuelas como en lo que Francois Roustang dio en llamar "El funesto destino" del psicoanálisis institucionalizado. Uno de los efectos es precisamente el que éste grupo de investigadores a cuyos materiales hemos apelado, quiere comenzar a descubrir: la imposibilidad de reconocer la obra de tantos psicoanalistas creadores de teorías y métodos hoy negados o considerados "nuevas líneas", en desconocimiento total de lo ya existente. Es el caso de las terapias breves, las policlínicas psicoanalíticas populares, el análisis de parejas, familias, social; el psicoanálisis dentro de diversas ramas de la cultura, la pedagogía, la crítica y análisis de los factores sociales coyunturales, el psicoanálisis ideológico y politizado, los trabajos de confluencia con las antiguas teorías de la Gestalt, la Fenomenología husserliana y heideggeriana, el Existencialismo, etc. etc. La recuperación de esta historia, por tanto tiempo aplazada y tan discutida aún en la actualidad es visto por los investigadores como una dificultad de analizar fundamentalmente la etapa del Psicoanálisis que parte de 1938. Un manto de silencio cubrió el sometimiento y la adhesión con el nazismo, de los psicoanalistas que permanecieron en Alemania, Austria y Suiza fundamentalmente. La creación del Instituto Goehring de Investigación en Psicoterapia, la unificación de los grupos austríaco y suizo al mismo dentro del denominado Grupo A, durante algún tiempo presidido por Jung, y la reinserción de éstos, a la IPA luego de la segunda guerra mundial, "obligaron" a callar la historia, incluso previa. La adaptación a los parámetros cientificistas y medicalizadores, condición impuesta a los psicoanalistas para ser admitidos como exilados, hicieron el resto. "El psicoanálisis no se comprende, sino desde su historia", pasó a ser una frase de Freud que junto a sus textos más ideológicos (El malestar en la cultura, El porvenir de una ilusión, El Moisés y la religión monoteísta, ¿Por qué la Guerra?, etc.) dejaron de importar y hasta de leerse, ante todo para la formación. En estos breves apuntes sobre vidas y obras, exilios, muertes, disidencias y producciones fermentales, apenas queremos estimular al lector a interesarse por una historia del psicoanálisis, historia de sus actores, que lejos de cuestionarlo, pretende sacar de las sombras un psicoanálisis coherente consigo mismo, que no le tema a su propia historia, que pueda interrogarse acerca de su vigencia, consciente de su participación en la historia contemporánea. Un psicoanálisis que sólo puede vivir si en lugar de repetir, recuerda y elabora para poder vivir hoy, inserto en el mundo que nos rodea. Afortunadamente vivimos en los últimos tiempos un creciente interés por la historia del Psicoanálisis,Reichmayr,Fallend, Mühlleitner quienes constituyen el grupo austríaco, Gay, Ellemberger, Mannoni, Mijolla, Roudinesco, Molnar, Gubrich-Simitis,Swales y tantos otros, son prueba de ello. En nuestro país aparecen lentamente junto al curso de Orígenes e Historia del Psicoanálisis del Area de Psicoanálisis de la Facultad de Psicología grupos e instituciones que tímidamente comienzan a acercarse a la temática. Los nuevos abordajes de la historia de la vida cotidiana, dan pie a las historiografías subjetivizadas, únicas posibles en el psicoanálisis. El mundo ancho y ajeno del viaje realizado en 80 días, ya no es más que un viaje máximo de 48hs. Las identidades de etnias; un desesperado manotazo siniestro de aferramiento letal. Sólo un psicoanálisis comprometido con la historia y la vida, puede tener lugar en una crisis de fin de siglo y consciente o ingenuamente nos comenzamos a abocar a ello, no sin las dificultades inherentes a una ciencia blanda del alma, que creyó durante casi un siglo que sólo podía ser admitida si se negaba a sí misma, en un intento de dureza que las denominadas ciencias duras vienen abandonando a pasos agigantados. La tarea es enorme, el Area de Psicoanálisis comienza a abordarla, y ya nos llegan los murmullos de sus esperados efectos. DORIS HAJER