Para Freud, Darwin era "el gran Darwin",
en momentos en que le interesaban más las investigaciones
biológicas que el hecho de atender pacientes y decía que se
estaba preparando para su profesión optando por "maltratar
animales" en lugar de "torturar a seres humanos".
Considerado el fundador de la biología moderna, los conceptos
básicos de su teoría evolutiva podrían sintetizarse de este
modo: cuando los seres vivos crecen hasta la edad adulta, los
individuos de una especie no son idénticos, varían ligeramente;
algunas de estas variaciones son ventajosas para los seres vivos
en su ambiente (por ej., mayor ligereza, mejores corazas, mayor
inteligencia). Las especies que poseen variaciones ventajosas
tienen mayor probabilidad de sobrevivir y por lo tanto de tener
descendencia. De esta forma, cada sucesiva generación estará
mejor adaptada a su ambiente y los débiles serán eliminados (El
pez grande se come al más chico). Si un grupo de organismos se
mantiene aislado, las nuevas adaptaciones producirán
gradualmente una nueva especie. Había nacido el mismo día que
A. Lincoln en 1809, en el seno de una familia inglesa de
destacada actuación pública y desahogada posición económica.
Ya brillaban en ella su abuelo Erasmo (poeta, filósofo y
médico) y su padre, también médico. Con semejante influencia,
el joven Darwin también estudió medicina pero sin demostrar
grandes dotes y sintiendo una marcada aversión a presenciar
operaciones quirúrgicas realizadas sin anestesia. Fue después
de conseguida su graduación en Cambridge, en 1831, cuando
recibió la propuesta que cambiaría su vida: el profesor de
botánica John Hensley le propuso viajar en el "H.M.S.
Beagle", un buque de la armada británica, para realizar un
reconocimiento de la Patagonia, Tierra del Fuego, Chile, Perú y
la islas del Pacífico Sur con el fin de trazar mapas y
establecer estaciones científicas alrededor del mundo. Aunque no
recibía paga, su trabajo de recolección de especímenes
animales y vegetales, registro y comentario, mostró al agudo
observador y al sagaz pensador que había en él. Publicó
"El origen de la especies" en noviembre de 1859, casi
cuarenta años antes que "La interpretación de los
sueños" de Freud, y a diferencia de éste que se vendió
muy mal, el libro de Darwin agotó enseguida su primera edición
de 1250 ejemplares. Ellemberger (1b Bb) considera que al igual
que la mayoría de sus contemporáneos Freud era un entusiasta
lector de Darwin y que su influencia sobre el psicoanálisis es
múltiple. En primer lugar, sobre la teoría de las Pulsiones,
siguiendo el camino opuesto a Darwin en "El origen de las
especies", comenzó por estudiar la lucha por la existencia
y luego en "la descendencia del hombre" asignaba el
papel principal en el origen y desarrollo del hombre a la
atracción sexual, Freud partió de la concepción de la libido y
después supuso la existencia de una pulsión agresiva y
destructiva. Otro de los puntos de encuentro estuvo en las
concepciones de "fijación" y "regresión" en
Freud, que Darwin denominaba "detenciones localizadas del
desarrollo y de reversiones". De Haeckel, un Darwiniano
también estudiado por Freud, devino la idea de que la
"ontogenia reproduce la filogenia". También en cuanto
a Totem y Tabú Freud tomó las teorías de Darwin para sus ideas
sobre el comportamiento de la horda primitiva, así como el
origen de la conciencia como sentimiento de culpa por la pulsión
agresiva entre los antiguos islandeses. Freud gustaba de
compararse con Darwin cuando consideraba que había asestado el
tercero de los grandes golpes al narcisismo de la humanidad,
ubicándose junto a Copérnico y Darwin. (16 Bb)