Destacado
especialista en anatomía comparada y profesor de zootomía en la
universidad de Viena. Era un conferencista cautivante de quien
Freud escuchó la lectura del ensayo "Sobre la
Naturaleza" de Goethe, la cual lo decidió a inscribirse en
medicina. Sin embargo, un tiempo después su opinión respecto a
Brühl cambió bastante. Le decía a Fluss en una carta de marzo
de 1874: "...No obstante ello, espero verlo, sano y
rozagante, el domingo en lo de Brühl, sobre quien no me tomará
usted a mal una confesión escrita. Yo lo he movido -acaso dirá
usted luego como pacífico ciudadano, seducido- a asistir a sus
conferencias. Es que solo podía juzgar al hombre por lo que ya
había dicho, no por lo que diría. El año anterior le oí decir
muchas cosas valiosas y exponer inteligentes ideas. Hoy opino
terminantemente que nos equivocábamos en aplaudirle su tema
favorito pues en eso se vuelve visiblemente insípido. Pero si no
es ésta la razón que resta valor a sus conferencias, tiene que
ser esta otra, a saber, que el hombre se pone viejo y con la edad
el bilioso nihilismo de su disposición prevalece sobre los
derechos de su cultura. Desde luego que usted no habrá notado el
contraste que señalo porque le falta el conocimiento anterior
del hombre; pero a mi me ha causado profundo enojo, y esperaba
que en algún momento usted me preguntaría por qué elogiaba al
profesor Brühl. Ahora yo lo juzgaría de manera muy diversa, se
amarga a ojos vista, probablemente sus logros han sido menores de
los que esperaba e imaginaba en épocas anteriores. Por ejemplo,
ahora se refiere con desdén a D. Strauss1, a quien hace 12 meses
mencionó como un hombre "mil veces más sabio que yo";
del darwinismo, por él defendido el año pasado en una serie de
conferencias, dice ahora que no hace avanzar al investigador en
la inteligencia de la naturaleza (!), cosa que difícilmente
hayan sostenido aún sus enconados opositores. Y no considere
usted a Ernst Haeckel2, de Jena, ese charlatán por el que Brühl
pretende hacerlo pasar. Haeckel, como investigador más joven,
más afortunado y más entusiasta, por fuerza le resulta odioso a
él, el maestro más viejo que ha cosechado escasa fama y es un
escéptico. Por fin, hasta su conferencia familiar se le
convierte en manera." (11 Bb, 4 Bb)
(1) David Friedrich Strauss (1808-1874), autor de La
vida de Jesús, donde sostiene que la historia de los
evangelios es un mito. (4 Bb)
(2) Ernst Haeckel (1834-1919), naturalista, profesor de
zoología en Jena, uno de los primeros especialistas alemanes en
adherir a la doctrina darwiniana, que edificó hasta convertirla
en un sistema científico. (4 Bb)