EDITORIAL
¿Representan las
Religiones a su Dios? Desde tiempos inmemorables, y más aún, desde que el Hombre como ser pensante empezó a plantearse cuestiones como ¿quiénes somos?, ¿con qué propósito estamos aquí?, se ha topado en frente con el misterio del conocimiento, y mientras más conocimiento adquiría, más entraba en razón de lo mucho que le faltaba aún por descubrir. La respuesta natural a misterios tales como el rayo, los devastadores monzones del Asia, los huracanes y tormentas que siempre han azotado y castigarán a la región caribeña, el devenir de las estaciones, o la magnificencia de ciertas montañas, era la de atribuir estos fenómenos a fuerzas sobrenaturales, desconocidas, a las que se bautizaron como "Dioses". Esto originó ritualísticas de todos los tamaños y colores, en todas partes del mundo: oraciones, conjuros, sacrificios humanos, cualquier cosa con tal de mantener apaciguados a los "Dioses" y prevenir así sus terribles castigos, o tratar de convencerlos y halagarlos para que retribuyeran con dones los regalos dados por los hombres. Esta fue precisamente la semilla germinal que dio nacimiento a muchas vertientes del conocimiento, entre ellas a las religiones alrededor del mundo, y a las escuelas filosóficas y ocultistas. Lamentablemente, ese mismo temor ancestral a lo desconocido, ha sido causa del natural enfrentamiento entre aquellos que siempre han defendido a ultranza los dogmas establecidos para determinada sociedad o grupo, y aquellos más aventureros, más osados, que han tenido el coraje de discurrir los velos del misterio para hallar la verdad. Solamente debemos recordar que Galileo, siglos atrás, tuvo que sostener que La Tierra estaba situada en el centro del Universo, y que el Sol giraba alrededor de ella, para así prevenir el terrible castigo de la inquisidora iglesia. Otros, tal vez menos notables o menos conocidos, no disfrutaron de esta suerte, pagándolo con su propia vida. Incluso, las diferentes iglesias y religiones alrededor del mundo no sólo muestran un rechazo a ultranza por todo lo que pueda representar peligro para sus dogmas y fundamentos, sino que a lo largo de la historia han servido a los intereses de hombres, naciones e imperios, y no a la "Voluntad de Dios". ¿Por qué, por ejemplo, desde que Jesús de Nazareth fue crucificado en el Gólgota, y luego de que la naciente religión "Cristiana" fue ganando paulatinamente más poder a medida que se derramaba como Fe renovadora por el poderoso imperio romano, han sido execrados y vejados los Judíos?. Claro está que en la muerte de Jesús de Nazareth hubieron más implicaciones políticas que religiosas, y que el Sanedrín de la época persiguió y hostigó tanto a Jesús como a sus seguidores por temor a perder su poder sobre las masas, pero ¿se deben juzgar a miles de generaciones de personas por algo que perpetraron sus antepasados?. A esto debemos agregar que los Judíos nunca vieron a Jesús de Nazareth bajo ningún manto divino, por lo que su óptica es absolutamente disímil de la que podemos tener cristianos, musulmanes, budistas o sintoístas. Si el lector piensa que nos parcializamos hacia el juicio perenne sobre el pueblo Judío, podemos tener otro ejemplo en la conquista llevada a cabo por los europeos al clavar sus lanzas en suelo americano. ¿Tenían la suficiente autoridad moral los conquistadores en su mayoría mercenarios y execrados de sus sociedades originarias para arrasar, quemar y vejar a cuanta civilización indígena consiguieron a su paso?. A los que justifican aún este acto indicando que los colonizadores trajeron también la religión y las instituciones, ¿No generalizamos cuando comparamos pueblos que aún no han llegado a la edad del bronce caso de Waraos, Arawakos, Caribes, Taínos, por citar algunos con civilizaciones precolombinas más desarrolladas, tanto con una estructura social sumamente definida como con una religión propiamente formada, como Incas, Aztecas, Mayas y Chibchas, entre otros?. Muchos de los pueblos americanos antes de la conquista, a pesar de no haber llegado al grado de evolución de Aztecas o Mayas, vivían en una perfecta armonía con la naturaleza, y más aún, conocían el arte de valerse de los recursos que esta les entregaba en grandes cantidades para su curación, para comunicarse, etc., incluso haciéndo un eficiente uso de las energías telúricas presentes en el planeta, encontrándose ritos y enseñanzas en los "Médicos Brujos" de cada tribu, similares a las impartidas por los druidas celtas y chamanes mongoles y siberianos, lo que indicaba que aunque técnicamente eran rudimentarios, desde el punto de vista filosófico eran mucho más avanzados que los mercenarios que cayeron en las costas americanas como una jauría de lobos hambrientos de poder, riquezas y sangre. Cabe agregar que cuando Hernán Cortés y sus tropas avistaron Tenochtitlan, la antigua capital del imperio Azteca, se toparon con una ciudad colosal, mucho más grande y mejor planificada de lo que eran París, Madrid, Londres y otras capitales europeas para esa fecha, y con una sociedad igualmente civilizada. Lo mismo pasó cuando por fin pudieron llegar al lugar donde se erige la legendaria Machu Pichu (la ciudad en el cielo) de los Incas. ¿No se partió del pretexto de "Colonizar" a los "Salvajes" americanos para "Explotar", "Robar" e incluso "Asesinar" pueblos enteros, avalados todos estos actos por el mismísimo Papa?. Se criticó igualmente, de manera ámplia, la generalización de los sacrificios humanos como parte de la ritualística de estas culturas, pero nos preguntamos ¿cuántas almas abandonaron este mundo en época de Rui Diaz de Vivar, en la Castilla Medieval, combatiendo con los Almorávides Moros que ocuparon la península por ocho siglos, perpetrando estos sacrificios en nombre de Dios?, y de igual forma, ¿Cuántas cabezas no pasaron por la espada del Rey Ricardo Corazón de León y sus Caballeros en las Cruzadas, incluyendo la vida de niños inocentes llevados a combate?. Para peor vergüenza, las riquezas que Españoles, Portugueses y otros grupos extrajeron de América, fueron a parar en su gran parte a Banqueros extranjeros, de los que muchos eran Judíos, el mismo pueblo repudiado, execrado y expulsado de muchos países por haber "asesinado" (con el debido perdón al pueblo Hebreo por esta frase) a su "Dios", pero que sin embargo fue solicitado para financiar campañas de masacre en nombre de ese mismo "Dios". Aún más, en época reciente, organizaciones bien estructuradas, con gran cantidad de recursos provenientes del robo, el contrabando y la extorsión, se han encargado sistemáticamente de sembrar el terror en diferentes países, escudados en algunos casos con el manto de iniciativas independentistas, y en otros cobijados por el ala de la religión. ¿Cuántos muertos, asesinatos y atentados no debemos a cierta cantidad de organizaciones paramilitares, que actúan excusadas en un pretendido castigo a los "infieles" de la fe musulmana, siendo incluso financiadas por algunos gobiernos como el de Libia?, ¿Hasta cuando el pueblo Colombiano soportará los embates de una Guerrilla que, por un lado, indica en su discurso que lucha por la liberación y, por el otro, pacta y negocia con el cáncer que representa el narcotráfico para sustentar sus ingentes gastos en armamento, sin importarle las miles de vidas que se pierden con este infame vicio?. ¿No sucede acaso lo mismo con la Organización Terrorista Vasca ETA, que asesina en forma inmisericorde y se financia gracias a la extorsión?. Apostamos que un gran número de estos mercenarios por usar una palabra "blanda" lucen en sus pechos desde humildes escapularios hasta ostentosos crucifijos, que les recuerdan que algún día sus cabezas fueron bañadas en agua "bendita". A todas estas, y guardando el debido respeto y la distancia, ¿qué creería Ud. que Dios pensaría de todo esto, contemplándolo solamente desde la óptica del pensamiento?. Si Ud. es un auténtico creyente, estará de acuerdo con nosotros en que solamente quiere que nos superemos, que nos esforcemos en conocer más, en crecer más en espíritu, en elevarnos, y no en tomarlo como escudo en cuanta guerra y enfrentamiento se nos antoje. ¿Vino acaso Jesús de Nazareth al mundo para fundar una Iglesia?, algunos responderán un rotundo "SI", mientras que la gran mayoría no están totalmente seguros ni de esto ni de sus creencias. Aquellos que caminamos el sendero del conocimiento hermético, en cualquiera de sus ramificaciones y escuelas, conocemos que Jesús vino simplemente a intentar convencernos de que Dios existe, que lo amemos, y que nos amemos los unos a los otros, dejando a un lado nuestras miserias personales (o pecados capitales, para los más puristas). Jesús fue un gran maestro que, lamentablemente, no fue ni es comprendido en su totalidad, siendo sus enseñanzas interpretadas según los intereses de los grupos mayoritarios que se denominan "Cristianos" sin tan siquiera comprender la justa dimensión de la palabra "Cristo", mismas interpretaciones que son esgrimidas como espadas para vituperarse los unos a los otros, haciendo caso omiso y contrariando las enseñanzas de Jesús. ¿Cómo creer en un dogma que acusa a otro, como si de dos señoras bastante aficionadas al chisme se tratase?. Más aún, ¿Cómo es que se nombran "Cristianos"?, ¿Seguidores de Jesús?, ¿Testigos de un Dios que ni siquiera llegan a comprender, limitándose a regir su vida por una interpretación errónea de las sagradas escrituras, escritas a su vez por discípulos y hombres del conocimiento que no supieron interpretar en algunos casos los sucesos ocurridos en la época, ni las enseñanzas de sus maestros, y que en otros casos, salvando la integridad de estos maestros y discípulos, fueron traducidos a la conveniencia de nuestros líderes eclesiásticos?. Queremos hacer mención a todos estos hechos, no como crítica a determinadas culturas, ni queriendo convertirnos en paladines de causas específicas. Deseamos igualmente ofrecer nuestras disculpas a aquellos seres en los que hemos infringido heridas, confesándonos respetuosos por todas las iglesias, religiones y dogmas. Ahora bien, el ser respetuosos no quiere decir en absoluto que creamos o que estemos convencidos de ellas. Las religiones son un instrumento de excepción para el fortalecimiento y el crecimiento de la Fe, pero lamentablemente han sido manipuladas como instrumentos de poder, y han fanatizado en algunos casos a pueblos enteros, llegando incluso a enfrentarlos, desde las Cruzadas en la época de Ricardo Corazón de León y los Templarios, hasta los constantes conflictos en Irlanda del Norte y el Medio Oriente. Deseamos ilustrar el cómo las religiones han sido "utilizadas" a lo largo de la historia como instrumentos de poder, como "puntas de lanza" para la agresión, para separar y enfrentar al hombre, e incluso, para enceguecerlo y apartarlo de lo que debería ser la verdadera Fe. Además, es el mismo temor de las Iglesias a que sean develados en su justa dimensión los misterios del espíritu y de Dios y siguiendo el mismo ejemplo del repudiado Sanedrín que con sus artimañas logró acabar con la vida de Jesús de Nazareth, la que ha jugado un importante papel en "concienciar" a las masas en que las escuelas ocultistas son, en todas sus acepciones y formas, centros de herejía y brujería. Nada más alejado de la realidad. ¿Le comunican acaso los sacerdotes católicos, ministros protestantes y demás falsos líderes de otras "iglesias" denominadas "cristianas" que el mismo Jesús de Nazareth convivió con los Esenios, y que las enseñanzas herméticas adquiridas de estos fueron decisivas para su formación filosófica, en el "misterioso" tiempo desde su desaparición cuando era un niño hasta su regreso y bautizo por parte de Juan?. Y si las escuelas ocultistas son como insisten muchos auténticos centros de perdición, ¿qué hay de estudiosos como Pascal, Leibnitz, Newton, Einstein, o de grandes estadistas como Washington y Bolívar?, ¿deben ser juzgados como herejes o hechiceros baratos por el hecho de haber sido en vida Rosacruces o Masones?. ¿No se habría frenado el avance del conocimiento humano si Galileo Galilei hubiera sido asesinado por defender su hipótesis?, ¿Tarde o temprano, algún otro sabio (y seguramente también ocultista o iniciado) no habría seguido el mismo sendero del providencial estudioso italiano?, ¿Por qué siempre queremos tapar el Sol con la cabeza de un alfiler?. La historia ha juzgado sobre estos insignes personajes, como muchos otros que no mencionamos y en cuya memoria pedimos disculpas por no hacerlo. La historia futura cuando el hombre por fin rompa las cadenas de sus miserias personales, expandiendo su conciencia le dirá a esas distantes generaciones que están por venir que nosotros, los hombres de estos tiempos, fuimos unos auténticos salvajes, que a pesar de haber logrado llegar en cuerpo físico a la luna, y escudriñar con nuestros instrumentos científicos más allá del átomo, y sobrepasado las fronteras de nuestro sistema solar, no fuimos capaces de crecer espiritual y filosóficamente, salvo muy contadas excepciones, y que teníamos un concepto de Dios que no difería mucho del que se formaron los primeros humanos sobre la faz de la tierra, cuando se maravillaron ante una montaña o se aterrorizaron con un relámpago, deificándolos por no poder darles una explicación racional, o por no atreverse a develar los misterios y hallar su verdadera Luz, su Luz Interior. José M. Pedroza, 23/08/1999 |