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Crisi mundial: señal
de la venida del Señor

Jamás en la historia mundial hubieron días tan difíciles y confusos como los que estamos viviendo en la actualidad. De todos los puntos de la tierra, se escucha hablar en crisis de orden moral, social, política, psíquica, económica y principalmente religiosa que ha invadido nuestro planeta dejando los seres humanos submergidos en el mar de la inseguridad, escándalos, indefiniciones, desespero, y obscurantismo espitirual.
Autoridades de los más diversos segmentos de la sociedad mundial se han reunido en búsqueda de las más variadas soluciones, en un intento de sacar el mundo de las referidas crisis: pero por más bién intencionados que sean las soluciones, más difícil y complicadas van se tornando todas las cosas, llevando muchas almas al descrédito y hasta mismo al desespero.
Pero, la crisis mundial nada más es que una crisis espiritual. El mundo perdido, sin Dios, sin paz, sin salvación, sin temor y bajo la influencia del pecado, ha sido aprisionado por el diablo para que su volundad sea hecha, bién como la volundad de la carne y sus pensamientos (Efesios 2:3), solamente el evangelio de nuestro Señor Jesucristo podrá sacarlo deste dominio malígno, trayendo la verdadera liberación y esperanza de vida eterna.
Por lo tanto, nunca fué tan fácil, urgente y necesário para la iglesia, el cumplimiento del “Id” de nuestro Señor (Marcos 16:15), pues que la solución para el mundo perdido, que es el mensaje de la cruz está en sus manos. La iglesia vive en el contexto de estos terribles acontecimientos, que son señales de la venida del Señor, pero, tal cual una masa sin levadura que no se deja contaminar, así también es la igreja, tiene en sus manos la mercaderia más preciosa y necesária para la humanidad, es esta: Las buenas nuevas de salvación.
Ojalá el Espíritu de Dios produzca un gran despertamiento en nuestras iglesias empezando por los líderes de manera a nos concientizar de esta nuestra obligación (1 Corintios 9:16), resultando así en la elaboración de metas y estratégias eficazes para alcanzarmos el mundo perdido, donde la iglesia venga a ser mobilizada para sacar las almas de las tinieblas y traerlas a la maravillosa luz de nuestro Señor Jesucristo (1 Pedro 2:9), luchemos pues para ganarmos, no solamente nuestro barrio, pero también nuestra ciudad, nuestro departamento, nuestro pais, otras naciones, para que seamos como la palabra de Dios en Hechos 1:8 - “en Jerusalén, como en toda Judea y Samária y hasta los confines de la tierra”.

Pr. Valdir Nunes Bícego


E-mail: alter@adinet.com.uy



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