CAPACITACIÓN A TRAVÉS DEL E-MAIL
 
por Alejandro Lagreca 
 
 
     
   


    Es un lugar común afirmar que el Correo electrónico es el servicio más popular, sencillo y económico de la Red. Sin embargo, esta afirmación puede llevarnos a pensar que se trata de un clásico irremediablemente cristalizado, con límites bien definidos e inamovibles. Lo cierto es que el E-mail no ha perdido su dinamismo: a las constantes mejoras que presentan los programas de correo se suman las ideas y esfuerzos de los usuarios para enriquecer el servicio. Siempre hay algo que se renueva, aparece o se combina con el resto de las posibilidades que brinda la Internet. Incluso las personas que sólo cuentan con una casilla de correo electrónico pueden gozar no sólo de su potencial comunicativo sino también explotarlo con el fin de lograr que a través de su correspondencia les lleguen contenidos disponibles en otras zonas de la Red. La guía del Dr. Bob1 es un buena referencia para todos aquellos que se encuentren en tal circunstancia.  

    Tras estas consideraciones generales, tenemos la intención de centrarnos en un aspecto que juzgamos atractivo: la capacitación a través del E-mail. No es nada despreciable la oferta de cursos, seminarios y otras propuestas de capacitación o actualización que se ofrecen por esta vía y en nuestro idioma.  

    Citar como antecedente a la Hoja de Ruta puede darnos una idea de la manera en que muchas personas sólo acostumbradas al uso rudimentario del E-mail tuvieron la oportunidad de aprovecharlo mejor y acercarse al resto de los servicios de la Internet gracias a un curso de distribución diaria y gratuita que podían seguir de acuerdo con sus tiempos y horarios. Se trataba de la traducción realizada por Sonia Ranu2 en 1996 de un curso escrito originalmente en inglés por Patrick Crispen en el que las ventajas de la educación a distancia se explotaban de manera simple y efectiva: lecciones amenas, con ejemplos, ejercitación y propuestas de trabajo; cada uno de los participantes tenía la posibilidad de realizar consultas y graduar el aprendizaje de acuerdo con dos parámetros: tiempo disponible y modo de acceso a la Red. Los que solamente disponían de e-mail se ejercitaban suscribiéndose a listas de interés, solicitando archivos a servidores de FTP-mail o WWW-mail, etc. Los que contaban con un acceso completo podían experimentar el acercamiento a cada servicio sin la inquietud del que carece de los conocimientos básicos. Pautas de comportamiento (netiqueta) y particularidades inherentes a la red de redes (leyendas urbanas y mitos, spammming, etc) complementaban este curso-guía. El único requisito era poseer una cuenta de E-mail para recibir las lecciones escritas. Si bien éste no fue el primer curso en español, aquí nos sirve como punto de partida. Hubo, hay y habrá muchos otros, pero es importante hacer notar que dentro de la misma Internet se generan cursos para aprender a usarla y explotarla. Si bien estábamos frente a uno general, de contenidos amplios, existen otros que privilegian enfoques específicos o abordajes relacionados con una profesión o actividad.  

    También las listas de correo se han convertido en una herramienta idónea para el dictado de cursos o la organización de seminarios. Desde la Universidad Católica de Perú, por ejemplo, se organizan los seminarios virtuales sobre educación -Seminario Virtual Edutemas. Los participantes eligen una "sala virtual" en la que se debatirá un tema a partir de un número determinado de ponencias que previamente y por correo electrónico reciben los inscriptos. En la sala -que es una simple lista de correo- cada uno aporta el resultado de sus investigaciones, expresa dudas u opiniones y, transcurrido el periodo fijado para el intercambio, todos envían sus conclusiones. Este esquema puede variar de acuerdo con las necesidades.  

    Cursos relativamente breves, de temáticas bien acotadas pero con muchos inscriptos se han impartido o imparten con éxito usando listas de correo "cerradas", es decir: a ellas sólo pueden enviar mensajes para su distribución los profesores. Un caso citable es el de Infoedu-cursos, que acercó este año en forma gratuita a más de mil suscriptores un curso introductorio a la Hipertextualidad y otros sobre herramientas de autor. El último -aún en desarrollo-, dedicado al Acrobat Exchange, implementa en una de sus entregas la combinación de recursos: la clase se encuentra en una página web y los participantes pueden conseguirla de la manera que se adecue a sus posibilidades. Veamos el mensaje:  
 
 

 
 


    Los ejemplos precedentes ilustran de manera concreta formas sencillas de realizar cursos o seminarios. También nos ayudan a comprender que participar en ellos no es complicado ni requiere muchas horas de conexión.  

    La facilidad con la que actualmente pueden adosarse archivos a los mensajes de correo es una ventaja que explotan los que ponen sus esfuerzos en el dictado de cursos a través de la Red. Un alumno puede recibir archivos de texto o en formato HTML para leer fuera de línea o realizar los trabajos prácticos. Si es necesaria la distribución de un software, las herramientas de compresión permiten en muchos casos realizarla por e-mail y ahorrar valiosos minutos de navegación y transferencia de archivos. Por ende, se cuente o no con un acceso full a Internet, el correo electrónico presenta ventajas que se relacionan directamente con la rapidez, la comodidad, la comunicación eficaz y la reducción de tiempos de conexión y gastos telefónicos.  

    En lo referido al costo de los cursos, debe entenderse que existe una variada y amplísima oferta, con diferencias apreciables en cuanto a duración, calidad y precios. Los casos que nos han servido de ejemplo no implican ningún gasto para los alumnos, igual que muchas otras ofertas de buena calidad que se pueden hallar en Internet. Para determinadas propuestas educativas, sólo debemos abonar en el caso de optar por una certificación. No obstante, a medida que nuestras exigencias aumenten y necesitemos una capacitación específica y óptima -normalmente relacionada con nuestras actividades laborales o profesionales-, con la posibilidad de una atención directa de tutores, acceso a páginas web especialmente diseñadas y contenidos actualizados, seguramente preferiremos cursos arancelados, planificados y desarrollados por especialistas, dado que en general los precios suelen ser razonables. Sea como fuere, las posibilidades son muchas y realizar una elección adecuada dependerá fundamentalmente del análisis que hagamos de lo que se nos ofrece y de las relaciones costo-beneficio o beneficio-tiempo invertido. En todos los casos, el E-mail cumplirá su función.  
 

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 ©1998  Alejandro Lagreca
 
 
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NOTAS 
1. Para recibir La guía del Dr. Bob en español es necesario enviar un e-mail a BobRankin@mhv.net y escribir en el subject send accmail.sp  
2. Hoja de Ruta: Copyright 1996 Red de Interconexión Universitaria (Ministerio de Cultura y Educacion, Secretaria de Politicas Universitarias) y MASTERPLAN (Decreto P.E.N. 2290/93 ) Traducción autorizada Patrick Crispen: Traducción: Sonia Ranu, Revisión Técnica: Daniel Cordoba, Soporte Técnico: Anibal Barbosa Modificaciones y adecuaciones a LogicONline: José Mijares 
 
 
 
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