Por Carlos Zaldívar

Siendo las veinte horas con treinta minutos en punto, los primeros acordes de Megadeth surgen del fondo del Domo de Hierro, en la Ciudad de México, acompañados de la voz aguda y potente de Dave Mustaine, líder de la banda. Llegaron a presentar su más reciente producción “RISK”

Durante las dos primeras rolas, el sonido estaba emergiendo, pues faltaba claridad en la voz de Mustaine; pero a partir de la tercera canción, se desató el goce tan exquisito de las composiciones mega mortales. Y partiendo de la rola de “Reckoning Day” (que realmente pensé que con esa cerrarían con broche de oro, pero no), abrieron camino para un recital de éxitos metaleros para iniciar el slam en la parte inferior frente al escenario.

Mi acompañante, desde el camino hacia el Palacio de los Deportes, en Churubusco, empezó a emocionarse. Ver a todos los Headbangers caminando hacia el Templo del Metal fue grandioso. Compramos las playeras relativas al concierto. Y por cierto el tour se llamó Maximum Rock, acompañados de Mötley Crüe (pero esa es otra historia) y de Anthrax (quienes no pudieron descolgarse a la ciudad azteca). Así que después de pasar la revisión obligatoria en los torniquetes y en la entrada a nuestros lugares, fue que mi acompañante y yo, percibimos los guitarrazos de Megadeth e inmediatamente los cantos, gritos y aplausos comenzaron a fluir.

Comenté a mis amigos y que sería espectacular que cerraran con la rola de Black Sabbath, “Paranoid” ya que esa rola no la ofrecieron en el concierto pasado. Sólo tendríamos que esperar al final... el encore.

Continuó el concierto, y fue una maravilla oír las primeras notas de la balada “A Tout Le Monde” que Mustaine expresó con gran sentimiento y a todos nos hizo vibrar. No cabe duda que las mejores baladas sentimentales pertenecen a los grupos de Metal, en esto no hay discusión.

Llegamos al Encore y la sorpresa llegó: las primeras notas de la rola que compusieran Osbourne, Iommi, Butler y Ward en 1971 comenzaron a retumbar... el domo de hierro se convirtió en toda una PARANOIA, (además mi acompañante es fan de Black Sabbath) y en respuesta a los primeros gritos de Mustaine: “Finished with my woman, cause she couldn´t help me with my mind, people think I´m insane...” todos seguimos con la letra, gritamos y fuimos más felices. Comenté a mi acompañante que esa era la rola de Sabbath que hemos puesto en casa.

“Paranoid” fue la penúltima rola, y para cerrar con broche de oro, Mustaine y su banda nos ofrecieron “Peace sells, but Who´s buying...” La tristeza nos invadió por un momento, pero a los pocos minutos sabríamos que no era un adiós, sino un hasta luego.

Ahora esperaremos el próximo tour de Megadeth y estaremos ahí nuevamente, al pie del metal.

Este texto está dedicado a mi acompañante, Carlos, quien a sus casi ocho años fue a su primer concierto de Rock, gritó, aplaudió y se emocionó bastante. Este concierto no se le olvidará. Ahora ha invitado a su hermano Rick para asistir al concierto de Iron Maiden, próximamente.

comentarios: carlos@zaldivar.org.mx

Julio 2000