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MEDIDAS DE FUEGO * |
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«El Fuego es el principio de toda vida»
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En
una tesis reciente1, el Dr. William C. Kirk ha cumplido su propósito
inmediato, que era descubrir, hasta donde fuera posible, lo que Heráclito
dijo efectivamente sobre el Fuego. No nos proponemos reseñar este
folleto, que está plenamente documentado y bien construido. Lo
que queremos criticar es más bien el propósito restringido
de la erudición histórica misma. Ciertamente, debemos saber
lo que se dijo: ¿pero de qué utilidad será para nosotros
tal conocimiento, si no consideramos el significado de lo que se dijo
y podemos aplicar este significado a nuestra propia experiencia? Aquí el
Dr. Kirk tiene que decir poco más que lo que contienen estas significativas
palabras, «Heráclito es uno de los filósofos griegos que
buscaban explicar todo el universo en los términos de alguna entidad
básica
Después de su tiempo, ciertamente, el fuego decreció en
importancia y los hombres dejaron de buscar un único principio2 que
explicara todos los fenómenos».
Esto es una confesión
de que los hombres han caído al nivel de ese empirismo hacia el
que Platón se mostraba tan despectivo, y al de aquellos griegos
a quienes Plutarco ridiculizaba porque ya no podían distinguir
entre Apolo y Helios, entre la realidad ( El Dr. Kirk ve que Heráclito debe haber tenido precursores, pero apenas se da cuenta de que no puede haber sido un filósofo en el sentido moderno, sino más bien un filósofo en el sentido antiguo más elevado, según el cual el verdadero maestro es el que comprende y transmite una doctrina de antigüedad inmemorial y de origen divino y anónimo.4 Dice que Heráclito habla como el que propone una verdad evidente y generalmente aceptada, no como el que argumenta con una opinión personal. Lo que queda de Heráclito es, en efecto, incuestionablemente «ortodoxo», es decir, de acuerdo con la Philosophia Perennis (et Universalis), cuyas enseñanzas son siempre y por todas partes las mismas. La
concepción de un Fuego transcendente y universal, del que nuestros
fuegos son solo pálidos reflejos, sobrevive en las palabras «empíreo»
y «éter»;
esta última palabra deriva de Consideremos
ahora la doctrina india de las «Medidas del Fuego». Uso mayúsculas
aquí y en los muchos contextos donde es al Dios, y no al fenómeno
natural en el cual Él se manifiesta, a quien se hace referencia10.
Debemos explicar primero
que, si bien el sánscrito agni es
literalmente ignis, «fuego»,
la palabra tejas,
que tendremos que citar repetidamente, es, hablando estrictamente, no
tanto el fuego mismo como una cualidad esencial, o la cualidad más
esencial del «fuego», ya sea como deidad o ya sea como fenómeno
natural. Tejas (Ö tij,
ser agudo, cf. Ahora, «Del Fuego (tejas) que está oculto dentro del Cielo13, es solo una pequeña medida (aµ¤a-mÎtram) lo que (luce) en medio del Sol, en el ojo y en el fuego. Ese (Fuego) es Brahma, Inmortal14. ÉEs solo una pequeña medida (aµ§a-mtram) de ese Fuego lo que es la ambrosía (am¨tam) en medio del Sol, cuyos brotes pujantes (payaökurú) son Soma y los Soplos» (pröú, Maitri Upani·ad VI..3515). Y así, ciertamente, «como las chispas se dispersan en todas las direcciones desde un fuego resplandeciente, así desde este Espíritu Presciente (prajtman, el Sí mismo solar y último) los Soplos y otras substancias se dispersan a sus estaciones» (B¨hadraöyaka Upani·ad II.1.3, Kau·itak´ Upani·ad III.3, IV.20, Muö¶aka Upani·ad II.1.1, Maitri Upani·ad VI.26, 31, con pequeñas variantes), y es desde este punto de vista como Brahma se compara a una «rueda ígnea centelleante» (Maitri Upani·ad VI.24). «Estos poderes funcionales (indriyöi = pröú) son del Espíritu (tmakni ), es el Espíritu (tman) el que procede (en ellos) y el que los controla» (Maitri Upani·ad VI.3116); ellos son los rayos o riendas17 (ra§mayaú) solares por los que el Único Veedor y Pensador ve, oye, piensa y come dentro de nosotros (Maitri Upani·ad II.6, VI.31, B¨hadraöyaka Upani·ad III.7.23, Jaimin´ya Upani·ad Brhmaöa I.29, 30, etc.), siendo él, por consiguiente, el «Único Transmigrante» (Saµsrin) (Brahma Sètra Bh·ya I.1.5). Así estos poderes activos del habla, visión, pensamiento, etc. «son solamente los nombres de Sus actos», los nombres de las fuerzas que Él extiende y después absorbe (B¨hadraöyaka Upani·ad I.4.7, I.5.21, I.6.3, etc.). En su operación en nosotros mismos todos estos Soplos o Vidas actúan juntos, de modo que nosotros somos capaces de concebir, ver, oír y pensar uno y el mismo objeto simultáneamente (Kau·itak´ Upani·ad III.2; cf. I Corintios 12:14 sigs.). Él mismo, el Espíritu (tman), Brahma, Prajpati, el Inmortal, que en nosotros asume las apariencias (rèpöi ) del habla, la visión, la mente, etc. (puesto que estos, como lo hemos visto, son los nombres de Sus actos, no de los «nuestros»), es «de la substancia del fuego» (tejo-mayam, B¨hadraöyaka Upani·ad II.5.1-15); él «se divide a sí mismo» (tmnaµ vibhajya) para vivificar a sus hijos (Maitri Upani·ad II.6), permaneciendo él mismo «indiviso en las divisiones» (Bhagavad G´t XVIII.2018). El acto de "creación", o más bien de "expresión" (s¨·Êiú), se concibe típicamente como una «determinación» o «medición» (nirmöam)19, en la que el Medidor, que es él mismo la medida de todas las cosas, permanece "inmedido entre lo medido" (Atharva Veda Sa×hit X.7.39). De esto se sigue que Sus divisiones, las antedichas facultades (o «inteligencias», jnni, KaÊha Upani·ad VI.10, Maitri Upani·ad VI.30; praj-mtrú, Kau·itak´ Upani·ad III.8; buddh´ndriyöi, Maitri Upani·ad II.6)20 deben ser "Medidas (mtrú)21 del Fuego". De hecho, estas hipóstasis activas del Espíritu aparecen mencionadas efectivamente como «Fuegos» (agnayaú, êatapatha Brhmaöa X.3.3.1 sigs.), como los «Fuegos de los Soplos» (prngnayaú, Pra§na Upani·ad IV.3) y como «Medidas del Fuego» (tejo-mtrú, B¨hadraöyaka Upani·ad IV.4.1, Pra§na Upani·ad IV. 8). Hemos mostrado que los elementales de la vida activa son "Medidas del Fuego", y que, aunque en sí mismos son mortales, proceden primero y retornan después al Soplo ígneo inmortal de la Presencia Total dentro de nosotros. Es exactamente esta doctrina india y universal la que enuncia Heráclito (Fr. 20):
Muchos otros de los dichos de Heráclito
son igualmente enunciaciones de doctrinas que son a la vez indias y universales23.
Que "El Rayo ( Traducción: Pedro Rodea |
NOTAS | |
* | Este ensayo se publicó por primera vez en O Instituto, C (1942), Coimbra, Portugal. |
1 | Fire in the Cosmological Speculations of Heracleitus (Minneapolis, 1940). |
2 | «Un único principio» «ese Uno por el cual, cuando se conoce, se conocen todas las cosas» (B¨hadraöyaka Upani·ad II.4.5). |
3 | Plutarco, Moralia 393D,
400CD. Cf. Platón, Leyes 898D, «El
cuerpo de Helios lo ven todos, su alma nadie», y Atharva Veda Sa×hit X.8.14, «a Él
(el Sol) todos los hombres Le ven, [pero] no todos Le conocen con la
mente». «Apolo» es ![]() |
4 | El Buddha, por ejemplo, proclama que «ha seguido la vía antigua» (Sa×yutta Nikya II.106), y dice que «Quienquiera que pretende que yo predico una doctrina hecha por mi propio razonamiento y argumentación será arrojado fuera» (Majjhima Nikya I.77); [«la Fuente de un centenar de ríos (bhètnµ garbham)», ôg Veda Sa×hit III.26.9]. |
5 | La conexión
de las lenguas de fuego y
el hablar en
lenguas no es fortuita, sino dependiente de la doctrina de que el Fuego
(Agni) es el principio del Habla (Vc),
al que ella se reduce cuando se libera de su mortalidad natural (B¨hadraöyaka Upani·ad I.3.8,
etc.; para la mortalidad de todos los poderes funcionales, cf. Jaimin´ya Upani·ad Brhmaöa IV.19);
Agni, lo mismo el![]() |
6 | [Para Indra-Agni en tanto que gemelos ver ôg Veda Sa×hit VI.59.2, X.8.7. Para un examen más completo de los ô·is como «Soplos» y los maruts como «Tempestades», ver êatapatha Brhmaöa VI.1.1.6 y Jaimin´ya Upani·ad Brhmaöa I.45.1-6, IV.12.6]. |
7 | Indrgn´, lo mismo que Mithvaruöau, es la mixta persona del Sacerdotium (Agni es el brahma) y el Regnum (Indra es el k·atra) in divinis. Así «Indra es Agni en tanto que Señor Supremo», Syaöa sobre ôg Veda Sa×hit V.3.2, cf. V.3.1; también Aitareya Brhmaöa III.4, IV.22, y B¨hd Devat I.68. Los nombres se dan según el aspecto bajo el cual se considera a Dios (ôg Veda Sa×hit V.44.6); [brahma sat k·atrm ucyate, «como él parece así es llamado», Atharva Veda Sa×hit X.2.23]. |
8 | Cf. Coomaraswamy, Elementos de Iconografa Budista, Lám. II; también Éxodo 13:21. |
9 | Maestro Eckhart, ed. Pfeiffer, pp. 214 sigs. |
10 | La designación habitual de las filosofías antiguas griega e india como «naturalistas» es una traición de la verdad [la «física» en griego no tenía este significado]. Un «desarrollo» filosófico desde el naturalismo a la abstracción, coincidente con un desarrollo estético desde la abstracción al naturalismo, habría sido verdaderamente extraño. Somos nosotros, para quienes «un conocimiento que no sea empírico carece de significado», quienes no sabemos distinguir entre el símbolo natural adecuado y su referencia, nosotros quienes vemos el dedo que señala en vez de la luna misma. |
11 | Cf. J. Ph. Vogel, «Het Sanskrit Woord Tejas (= Gloed, Vuur) in de Beteekenis van Magische kracht», Med. d.k.ak.v. Wetenschappen, afd. Letterkunde, |
12 | «Es en tanto que el Soplo (prö ) como Agni brilla» (d´pyate, Jaimin´ya Upani·ad Brhmaöa IV.12.6); «Yo soy la incandescencia en lo que es luminoso (tejas vibhva vasau) el esplendor de lo esplendoroso» (tejas tejasv´nm, Bhagavad G´t VII.9, 10). [Agni es el tejas con el que ellos mataron a V¨tra (êatapatha Brhmaöa II.5.4.3, 8), Agni es el tejas del Sacrificio (êatapatha Brhmaöa V.3.5.7-8) y el inmortal en lo mortal (Atharva Veda Sa×hit XII.2.33).] |
13 | Es
decir, es ![]() |
14 | El Brahma ígneo (tejomayam), el inmortal, el Espíritu (tman) de B¨hadraöyaka Upani·ad II.5.1 sigs.; [cf. Coomaraswamy, «El Beso del Sol», esp. nota 15.] |
15 |
Los poderes funcionales se llaman Espiraciones, Vidas o Soplos debido a la Espiración, Vida o Soplo central del que ellos son participaciones y del cual dependen (B¨hadraöyaka Upani·ad I.5.21, Chndogya Upani·ad V.1.15); y «energías de Indra» (indriyöi ) con referencia a Indra, identificado con el Soplo central; y por otros nombres, por ejemplo, «Seres Elementales» (bhètni ) con referencia al «Gran Ser» (mahbhètaú) del que brota su ser. Por consiguiente, el Ego pasible o «Sí mismo Elemental» (bhèttman, Maitri Upani·ad III.2) es una «hueste de seres» (bhètagaöa, Maitri Upani·ad III.3) y, de hecho, es la «hueste de los Maruts» (marudgaöa), pues los «Maruts son los Soplos» (Aitareya Brhmaöa III.16), como también son «Fuegos» (agnayaú, ôg Veda Sa×hit III.26.4). La verdadera relación de estos Soplos o Tempestades (nuestras «tempestuosas pasiones») con su Cabeza es la de súbditos con su rey, leales hasta la muerte; pero si se les permite correr sin freno en persecución de sus objetos naturales, para servirse a sí mismos y no a su rey, entonces «nosotros» somos distraídos por este cuerpo de Ángeles caídos dentro de nosotros. La integración de sí mismo es una cuestión de orientación. Es decir, brevemente, «psicología india». La asimilación de los Soplos a los brotes (del Soma), implícita en nuestro texto, es de gran significación para la exégesis del Sacrificio de Soma, pero necesita más espacio que el que puede serle dedicado aquí. Los Comentadores leen apyayaökurú y enmiendan apyaökurú, es decir, api aökurú. A fin de evitar toda enmienda hemos asumido leer pyayaökurú, es decir, pyai-aökurú, lo cual no es imposible y da un significado apropiado; cf. êatapatha Brhmaöa VII.3.1.45 [y Aitareya îraöyaka I.4.1]. |
16 | [«En mi tomo primero a Agni» (Taittir´ya Sa×hit V.7.9); «que los fuegos de los hogares sagrados (tm ) oficien de nuevo solo aquí en sus respectivas estaciones (yathsthma)» (Atharva Veda Sa×hit VII.67). Indriygnayaú son los sentidos sacrificados en el fuego de la contención, es decir, te·u parok·aµ juhoti, el Agnihotra Interno del individuo (Bhagavad G´t IV.26, 27); «cuando el Comprehensor controla la mente y el Soplo ha puesto los objetos de los sentidos en su sitio» (Maitri Upani·ad VI.19); también, «consumidos los fuegos (tejas) de los sentidos sólo Tú eres el carro, la danza y el canto» (KaÊha Upani·ad I.26).] |
17 | Aquí está implícita
la metáfora del carro, común a Platón y a nuestras
fuentes indias. En Maitri Upani·ad II.6, Prajpati es
el conductor del vehículo corporal y controla los caballos (los
poderes sensitivos) con los «rayos» o «riendas» (ra§mayaú)
que extiende desde su estación en el corazón hasta los
objetos de la percepción sensible; cf.
Platón, Leyes 898c, |
18 | Cf. Plotino IV.1.1. |
19 | Cf. Coomaraswamy, Nirmna-kya, 1938, citando ôg Veda Sa×hit III.29.11, etc., donde Agni es «medido». |
20 | Los Soplos, en tanto que «Inteligencias», son los «dioses dentro de vosotros» de Jaimin´ya Upani·ad Brhmaöa I.14.1, 2, y los «ángeles» de la teología cristiana; su Duque (net¨ ), rex angelorum, devnµ rj, es Indra (Vyu). |
21 | Mtr (como ![]() |
22 | Siendo "ese
Cosmos", evidentemente, el ![]() ![]() ![]() ![]() |
23 | De
modo que, como Heráclito también dice (Fr. 77), ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() |
24 | Sánscrito skambha, sthèöa, yèpa, etc., el stauros cristiano, el qutb islámico, etc. |
25 | Por ejemplo, no parece que sea necesario derivar la «teología negativa» de Plotino de fuentes indias, como Emile Bréhier quiere hacerlo (La Philosophie de Plotin, París, 1928, pp. 107-133). Es enteramente cierto que una teología negativa está completamente desarrollada en las fuentes indias y que en Maitri Upani·ad VI.30 ambas viae, affirmativa y negativa, son recomendadas y han de ser seguidas en su secuencia lógica. Pero sería mucho más simple pensar en Plotino como dependiente de fuentes platónicas tales como Fedro 247C, «La región más allá del cielo jamás fue debidamente cantada por ningún poeta terrenal, ni nunca lo será Pues lo sin color, sin forma e intangible », y Epstola VII, 341D, donde Platón dice que el tema de su estudio más serio (es decir, la naturaleza última de la deidad) «no admite en absoluto la expresión verbal como otros estudios». |
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