PROPIEDAD PRIVADA Prohibido Avanzar

 

 

 

 


 

"Es necesario que las riquezas de la tierra sean mías para darlas"

 

 


 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

39. y si buscáis las riquezas que según su voluntad el Padre quiere daros, seréis los más ricos de todos los pueblos, porque vosotros tendréis las riquezas de la eternidad; y es necesario que las riquezas de la tierra sean mías para dar; más cuidaos del orgullo, no sea que lleguéis a ser como los Nefitas de la antigüedad.
 
 

¿Porqué aquí se vincula las riquezas con el orgullo?

Pues, si no podemos entender que las riquezas no deben ser del hombre, es porque el orgullo tiene raíces tan vastas y profundas en nuestra alma que no nos está permitiendo comprender cosas tan simples y obvias como estas.

En honor a la verdad, la realidad misma nos avasalla, porque invariablemente nos declara que nada en lo absoluto, es nuestro.

Nada hacemos o creamos. No hemos hecho ni la tierra, ni el sol, ni el agua, ni la semilla, sin embargo nos otorgamos entre nosotros mismos el derecho a decir que tal o cual cosa es de nuestra propiedad, como si por algún misterioso y mágico encanto los ladrillos de nuestra "propiedad" pudiesen entremezclarse con nuestra alma.

Ni nuestro cuerpos podemos poseer. Ya que son una comunidad de células que se renuevan permanentemente, y que no podemos retener.
 
 

DyC 104

14. Yo, el Señor, extendí los cielos y formé la tierra, hechura de mis propias manos; y todas las cosas que en ellos hay son mías.

15. Y es mi proósito abastecer a mis santos, porque todas las cosas son mías
 
 

LEVITICO 25

23. La tierra no se venderá a perpetuidad, pues la tierra es mía; porque vosotros sois para mí como forasteros y advenedizos.
 
 

Lo que aquí se nos pide, es que nosotros podamos reconocer y comprender que así es.

No es que debamos en Orgullo "concederle" al Señor la propiedad de las cosas, sino que en humildad y para nuestra propia salud tendremos finalmente que entender que todo le pertenece, que todo es suyo.

Y por otro lado se nos advierte que el principio de la propiedad privada que tan ardientemente hemos protegido y canonizado, con siglos de Feudalismo Cristiano ó Cristianismo Feudal, (que es lo mismo) resultó letal para los nefitas,y resultará también en nuestra destrucción como se nos dijo en el versículo 16. de la sec. 38, y a lo largo de todas las otras escrituras, especialmente en el Libro de Mormón.
 
 

Por siglos lo que el hombre expresó, enseñó y practicó, es justamente y exactamente lo opuesto; lo que es común y constante en todas los preceptos que el hombre practica.Podríamos decir que ésta sería su declaración:
 

"Las riquezas de La Eternidad, la Sabiduría son exclusiva propiedad de la deidad, al punto de ser inalcanzable para nosotros, se las dejamos para que él las disfrute, en honor a la verdad no nos interesan. Mientras tanto nosotros nos conformamos con ser propietarios de los bienes terrenales" (El Hombre)

Este contraste de opuestos tan fuerte, es una de las llaves para descubrir la falsa doctrina. Normalmente las doctrinas de los hombres se caracterizan, por estar diametralmente opuestas a las doctrinas de Dios, es decir opuestas a la verdad en 180 grados

Por esto podemos discernir en la mayoría de los casos, lo falso de lo real. Si el hombre dice "hacia el Norte", es seguro que debemos rumbear para el sur. Si el hombre transita libremente por la vía de posesión, seguramente que la verdad estará más cerca de lo contrario, o sea "la desposesión".
 
 

ISAÍAS 55

8. Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos son mis caminos, dice Jehová.

9 Como son más altos los cielos que la tierra, así mis caminos son más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más altos que vuestros pensamientos.
 
 

Comencemos ha arrepentirnos, y podremos ver que el principio de propiedad "orgullosa" es vivir a contramano del universo, que es una realidad en negativo, donde los Angeles y Dioses contemplan con lástima, pena y horror nuestra terrible enfermedad, de ignorar nuestro miserable estado de ignorancia y pobreza de luz.

Querer creer que algo es nuestro, es como soñar que comemos y cuando despertamos, recién damos debida cuenta de nuestro hambre.
 








Todo esto que aparenta tan difícil de ser entendido, no lo es así.

Esta claro, que para los de mente oscura todo es oscuro, y para quién tenga algo de luz podrá iluminar su entendimiento.

Para nuestra mente terrenal, donde el dinero, posesiones, miserias, riquezas, pobreza, hambre, dolor, muerte, orgullo, poder, se nos entremezcla y se funde en una sola cosa, le resulta demasiado complicado entender que a cada cosa le corresponde un lugar. Todo esto así mezclado confunde a nuestra pobre computadora que no nos deja terminar de comprender, separar y priorizar el orden correcto que ocupa cada cosa

Así como en el tango la Biblia está junto el calefón, en nuestra mente todo se mezcla en uniforme confusión y desorden. Todo está bien, como todo está mal. A lo bueno se le llama malo y a lo malo bueno. Es lo mismo ser mendigo que rey. Al fin y al cabo todos terminaremos con el mismo traje, el de madera. SI sufrimos es lo mismo que si gozamos, total yo no soy el que sufro.

Tanto feudalismo, tanto falso cristianismo, tanta mentira nos ha hecho mentirosos, inclusive con nosotros mismos. Heredamos mentiras de nuestros padres como dijo José (DyC 123), y en lugar de limpiarlas, las adornamos, para convivir con ellas, ya son parte de nosotros mismos, y nosotros parte de ella ¡que le hace una mancha más al tigre!.

Y como sigue el tango: ¡Vivimos revolcados en el fango donde nos manosean impunemente!. Nos han convencido de que podemos sentirnos cómodos en el barro y que la incomodidad del chiquero no es tan mala como parece, sino que también es deseable. Si hasta los desechos que comemos, ya nos parecen manjares.

El profeta José dejó escrita su preocupación por este asunto:
 
 
 

"Pero ha sido muy difícil hacer que algo penetre en la cabeza de los de esta generación. Ha sido como el que quiere partir el nudo de un encino, usando un bizcocho como cuña y una calabaza como martillo. 

Aun nuestros miembros son sordos para entender. Por varios años he tratado de preparar la mente de los santos para que puedan recibir las cosas de Dios; pero frecuentemente vemos que algunos de ellos, después de sufrir muchas cosas por la obra de Dios, estallan en pedazos como el cristal, en cuanto surge algo que se opone a sus tradiciones; no pueden resistir el fuego.

Cuantos son los que podrán obedecer una ley celestial, avanzar y recibir su exaltación, no puedo decir, porque muchos son los llamados y pocos los escogidos." (Enseñanzas del Profeta, pag. 409)


 

Que no entendamos, no es que no este claro.

Un Mormón dijo alguna vez: "No es que la verdad sea profunda, la que es profunda es nuestra ignorancia" (Hno. Angel Abrea)

Otro dijo: "Aprenda sabiduría el ignorante humillandose." (Brigham Young).
 
 

 

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