Cuento creado por el Sr. Guillermo Del Cerro, para el Homenaje al Br. Kelly y leído a los niños cuando se nombro la "Calle Hermano Patrick Kelly" frente al Colegio Stella Maris en Montevideo el 24 de noviembre de 1998. Erase una vez una tierra lejana, la tierra del trébol verde, en dónde unos señores creyeron que la obra que realizaban con los niños que allí vivían, la debían extender a otros lugares. Convencidos de sus ideales y de su acción predicadora decidieron ir a la tierra del Río de los Pájaros. Poco conocían del Río de los Pájaros, más aún, no conocían su idioma ni sus costumbres. Fieles a sus ideales de vida comenzaron trabajando con los niños del Río de los Pájaros. Eran varios señores de la tierra del trébol verde y uno de ellos se llamaba Patrick Kelly. Comenzaron con una escuela chiquita, pero luego construyeron su propio colegio. Su trabajo con los niños era muy variado. Les enseñaban desde catequesis hasta inglés, desde música hasta rugby. Pero todo lo que les enseñaban tenían un elemento en común, que los niños del Río de los Pájaros fueran buenos ciudadanos y quisieran a su tierra y a la vez que vivieran como buenos cristianos. Muchas veces los niños no entendían muy bien las enseñanzas de los señores de la tierra del trébol verde. Si por ejemplo, cuando hacían deportes los golpeaban, los señores les decían que no devolvieran los golpes. Cuando los niños les preguntaban porqué, los señores les daban respuestas que no los convencían mucho, pero por dentro los señores sabían que esa actitud les iba a ser de mucha utilidad en su vida. Con el tiempo, los niños fueron creciendo, y como les ocurre a todos los niños tienen que dejar el colegio. Sin embargo los niños, quisieron seguir en contacto con los señores del trébol verde, por lo que se les ocurrió crear su club y tener su propia camiseta y fue así que como una mezcla de lo que ellos mismos eran, su camiseta fue azul como el color del Río de los Pájaros y en su pecho llevó el trébol verde, en recuerdo de la tierra de los señores. Y pasó a ser el símbolo de esos niños. Sin embargo, los señores de la tierra del trébol verde, deberían haber dudado más de una vez, si las enseñanzas que les daban a los niños, les servirían a lo largo de su vida. Un día un grupo de los niños del Río de los Pájaros, se encontraron solos y en una situación difícil, pero gracias a Dios, muchos de los niños volvieron. Nadie duda que las enseñanzas que los señores de la tierra del trébol verde les habían dado a los niños, los ayudaron a encontrar el camino. Con el tiempo más niños iban a la escuela de los señores y al mismo tiempo otros niños, que ya habían crecido lo suficiente, continuaban estudiando en otros lados. Pero ha medida que los niños crecían, empezaban a comprender las enseñanzas de los señores de la tierra del trébol verde y las aplicaban en su vida y como ciudadanos en la tierra del Río de los Pájaros. Fueron pasando los años y un día el señor que se llamaba Kelly, dejó esta vida, seguramente para estar más cerca de Dios. Algunos niños pensaron, que debían mantener en el recuerdo a todos los señores de la tierra del trébol verde, a quienes tanto querían y que tanto les habían enseñado. Fue por ello, que decidieron elegir a uno de los señores, para que en él se representaran todos los que habían pasado por la tierra del Río de los Pájaros. No tuvieron otra idea, que pedirle al jefe de la ciudad, que la calle por la que tantas veces habían entrado al colegio a recibir las enseñanzas, llevara el nombre de quien había fundado el colegio. Y es por eso que hoy estamos aquí, recordando al Brother Kelly y a través de él, a todos los señores de la tierra del trébol verde, como un sencillo pero sentido homenaje de los niños del Río de los Pájaros. Estos niños, no dudan que Patríck Kelly desde el cielo tan cerca de Dios, le pide a Nuestro Señor todos los días por los niños del Río de los Pájaros y especialmente por los niños de su querida tierra del trébol verde. |