GRUPOS DE ENCUENTROS

IGLESIA EVANGELICA BAUTISTA DEL CENTRO. REG. CULTO N:672. RODRIGUEZ 542. ROSARIO

EDIFICANDOOS LOS UNOS A LOS OTROS

VOLVAMOS A LO BASICO

LECCION NUMERO CUARENTA Y UNO.

SALUDAOS LOS UNOS A LOS OTROS

 

Introducción

Saludad a Priscila y Aquila....Saludad también a la iglesia de su casa. Saludad a Epeneto, amado mío...Saludad a María, la cual ha trabajado mucho entre vosotros...Saludaos los unos a los otros con ósculo santo. Os saludan todas las iglesias de Cristo. Romanos 16:3-6 y 16.

Estas personas son las que Pablo saludó personalmente al concluir su carta a los creyentes romanos. De hecho mencionó a 26 personas por sus nombres, y su exhortación a "saludaos los unos a los otros con ósculo santo" es una de las cinco exhortaciones que hace a este respecto en las cartas del Nuevo Testamento (ver también 1 Corintios 16:20, 2 Corintios 13:12, 1 Tesalonicenses 5:26 y 1 Pedro 5:14).

Algunos creyentes se quedan sorprendidos por estas instrucciones: particularmente por el "ósculo santo". Otros han resuelto el problema poniéndolo en práctica directamente. Otros, sin embargo, ponen de lado la exhortación como si se tratara de algo cultural.

¿Qué querían decir con esto Pablo y Pedro? ¿Tienen estas cinco indicaciones (cuatro de Pablo y una de Pedro) alguna importancia para los cristianos que estamos por entrar en breve al siglo XXI? Cuando una exhortación se repite cinco veces en el Nuevo Testamento, los cristianos deberían considerarla de modo serio antes de descartarla como si careciera de importancia.

Los cristianos debemos ser siempre sinceros al saludarnos unos a otros en Cristo. La forma de expresar este saludo depende de lo que se considera apropiado y aceptable en cada cultura.

El mandato "saludaos los unos a los otros con ósculo santo", se puede comprender fácilmente. Por un lado el saludaos los unos a los otros, que es algo independiente de la cultura donde se lleve a cabo; por el otro lado, el "beso" (ósculo), representa una forma común de saludar en la primera centuria. Es una cosa muy común en algunas culturas hoy, como por ejemplo la nuestra. Los jefes de estado de países de Medio Oriente y de la Europa Oriental, se saludan con un beso. Los líderes rusos, cuando visitan otros países, abrazan al huésped oficial y le dan un beso en cada mejilla o en la derecha. Algunos lo llaman el "abrazo del oso ruso". También es muy famoso el "abrazo" de los latinoamericanos.

Pablo y Pedro se interesaban en que el beso fuera "santo" - santificado - lo cual es una expresión de verdadero amor cristiano. Servía para demostrar que los creyentes eran verdaderos hermanos y hermanas en Cristo. No tenía que ser simplemente un saludo, gesto de rutina que reflejaba la fórmula de cortesía de aquella cultura particular.

La Biblia da varios ejemplos de saludar a otros con un beso: Judas a Cristo (Mt 26:48-49); el padre al hijo pródigo (Lucas 15:20); los ancianos de Efeso a Pablo (Hc 20:37). Ninguna de estas ilustraciones nos da una descripción específica de la forma que tomó el beso. Lucas nos da una leve idea cuando describe la escena de despedida entre los ancianos de Efeso y Pablo, en Mileto. "Y entonces hubo un gran llanto de todos; y echándose al cuello de Pablo, le besaban." (Hechos 20:37). Con todo, la descripción no es muy específica. Podemos solo especular a partir de lo que se nos dice. Probablemente se trataba de besar el cuello o las mejillas. Esto naturalmente, estaba dentro de las normas culturales del día. La ambigüedad en cuanto a la "forma" en las Escrituras es a propósito. Si el Espíritu Santo especificara la "forma", cuando el Espíritu Santo inspiraba a los escritores del Nuevo Testamento para describir las "funciones", los cristianos de todo el mundo estarían intentando copiar la forma en vez de atender a la función.

Es siempre importante y apropiado que los cristianos "se saluden unos a otros". Y aunque usemos la forma común y aceptada de saludo en una cultura particular, debería ser santa, es decir, una forma con profundo significado, que refleje sincero amor cristiano.

Los saludos entre la gente tienden a ser vacíos. La gente dice: "¡Hola! ¿Cómo está usted?" sin tener el menor interés en saber como está uno. Muchos dicen: "Mucho gusto en verlo de nuevo", pero no le importa ver al otro o no verle. Otros dicen: "Estoy contento que haya venido", cuando en realidad no les importa nada. Todo ello, naturalmente, es vacío y sin sentido, cuando no es simplemente hipócrita y falso.

El interés de Pablo y Pedro, era que estos cristianos del Nuevo Testamento se saludaran por motivos puros, es decir que los saludos fueran una expresión de verdadero interés y amor. Y hoy, cuando los cristianos se saludan unos a otros, deben reflejar la misma dinámica. No hay lugar para la hipocresía y la falta de sinceridad entre los miembros del Cuerpo de Cristo. Si no podemos saludarnos de esta manera unos a otros, se nos amonesta a "confesar nuestros pecados unos a otros" y "orar unos por otros" y "perdonarnos unos a otros" (Sg 5:16).

Hasta el próximo encuentro.

 

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