GRUPOS DE ENCUENTROS
IGLESIA EVANGELICA BAUTISTA DEL CENTRO. REG. CULTO N:672. RODRIGUEZ 1036. ROSARIO
EDIFICANDOOS LOS UNOS A LOS OTROS
VOLVAMOS A LO BASICO
LECCION NUMERO TREINTA Y OCHO.
ANIMAOS LOS UNOS A LOS OTROS.
Introducción
¿Recuerda algún día de desánimo? Desde luego. Yo también. Su sueño se disolvió en una pesadilla. Las esperanzas se fueron de paseo. En lugar de subir por el camino celestial, se deslizó en el Pantano de la Desesperación cerca del Castillo de la Duda, cuyo dueño era el Gigante del Desánimo. Uno de los grandes beneficios que se obtienen de la Biblia es la perspectiva. Cuando estamos desanimados, perdemos temporalmente nuestro sentido de relación. Las cosas pequeñas se agigantan. Una leve irritación, como una piedrita en el zapato, parece enorme. La motivación se escurre, y lo peor de todo es que la esperanza se va. La Palabra de Dios está hecha a la medida para días así. Es un rayo de luz enviado en medio de la niebla. Da seguridad cuando tememos que no lo vamos a lograr. Su perspectiva mayor nos da un transplante de esperanza. Por eso es tan importante el texto de Romanos 15:4, "Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras tengamos esperanza". (extraído del libro "Como vivir sobre el nivel de la mediocridad").
En nuestro encuentro anterior, comenzamos a analizar el ejemplo de los cristianos de Tesalónica. Ellos ilustran uno de los ejemplos de aliento mutuo más sobresalientes del Nuevo Testamento. Pablo le envía las dos cartas, para darles una "inyección de ánimo", ya que muchos de ellos estaban confundidos en cuanto a los detalles del retorno de Cristo con relación a los creyentes que ya habían muerto. Ya tratamos el primer punto en cuanto a los que "duermen en el Señor". Hoy continuamos con el segundo punto.
La verdad con respecto al arrebatamiento de la iglesia. Ellos sabían que el Día del Señor, el día del juicio y la ira, estaba profetizado sobre la tierra. Y sabían que vendría "como ladrón en la noche" (1 Tes 5:2). Pero evidentemente no sabían lo que les ocurriría a ellos antes de que llegara este día grande y terrible. Por esto Pablo les clarifica la verdad de Dios sobre esta materia. Con gran seguridad en su propio corazón les escribe: "Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo, quien murió por nosotros para que ya sea que velemos o que durmamos, vivamos juntamente con él" 1 Tesalonicenses 5:9-10. Y luego añade esta exhortación significativa: "Por lo cual, animaos unos a otros, edificaos unos a otros, así como lo hacéis" 5:11.
Otra vez Pablo los anima con la perspectiva divina: la verdad de Dios, y no olvidemos que el desánimo nos hace perder temporalmente dicha perspectiva. Les dice luego que se "alienten unos a otros" con esta verdad. Era esta verdad la que iba a ayudar a edificar el Cuerpo de Cristo en Tesalónica. Era esta verdad que les proporcionaría la estabilidad y la seguridad cuando hicieran frente a tribulaciones e incertidumbres en su futuro inmediato. Y era esta clase de verdad que les permitiría llegar "a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo" Efesios 4:13. Y fue sin duda esta clase de verdad a la que Pablo se refería cuando escribió a los efesios: "Para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error" Efesios 4:14. En otras palabras, las falsas enseñanzas crean inestabilidad e inseguridad. La Palabra de Dios conduce a la madurez.
Ejercicio: daremos una lista de situaciones difíciles o que nos desaniman y otra lista con las verdades de Dios. La tarea a realizar, es unir la necesidad con el texto bíblico que corresponda. ¿Se animan?
Derrotado Salmo 23, Hebreos 13: 5-6.
Angustiado Santiago 4:7, Salmo 1.
Cansado Romanos 8:31-39.
Miedo Salmo 90, Mateo 11:28-30.
Enfermo o con dolor 2 Timoteo 1:7, Hebreos l3: 5-6.
Duda Mateo 5:4, 2 Corintios 1:3-4.
Dejando el hogar 2 Corintios 12:9-10, Salmo 38.
Necesitando paz Hebreos 11, Mateo 8:26.
Triste Salmo 121, Mateo 10:16-20.
Tentado Mateo 5:4, 1 Tesalonicenses 4:13-18.
Soledad Filipenses 4:6-7, Juan 16:33.
Preocupado Salmo 6, Romanos 8:31-39, 1 Juan 1:4-9.
Vencido Mateo 6:19-34, 1 Pedro 5: 6-7.
Hasta el próximo encuentro.