GRUPOS DE ENCUENTROS

LECCION NUMERO TREINTA Y SIETE.

Un hombre conversaba con una mujer que era una radiante cristiana. Después que ella mencionó que su ingreso era extremadamente escaso, la mujer lo animó cuando compartió con él este incidente: "Hace poco nuestro pastor me preguntó si necesitaba yo oración especial por alguna necesidad material. Yo le contesté: sólo pida que llegue a conocer más a Cristo, porque a través de El recibo todas las cosas" Aquella mujer obviamente tenía el hábito de esperar en Dios, el que verdaderamente suple todas las necesidades y a su vez compartió su testimonio de vida, que sirvió para animar a otros.

Pablo hizo evidente de un modo especial, que el medio primario para el aliento o el ánimo mutuo, lo constituye: la verdad de Dios. Cuando Pablo, Silas y Timoteo enseñaron a los nuevos cristianos de Tesalónica, le dejaron bien claro cual era el medio para animarles a vivir vidas dignas de Dios: "Por lo cual, también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis, no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes" 1 Tesalonicenses 2:13.

Los cristianos de Tesalónica, ilustran el proceso de aliento mutuo por medio de la Palabra de Dios mejor, probablemente, que ninguna otra iglesia del Nuevo Testamento. Demos una mirada a las maneras específicas en que este alentar se manifiesta.

1. Las verdades respecto a los que "duermen en el Señor". Aunque Pablo había enseñado a los cristianos de Tesalónica de un modo específico respecto a la segunda venida de Cristo (2 Tes 2:5), estaban todavía confundidos con respecto a los que habían muerto. De alguna manera, tenían la impresión que los que habían fallecido no iban a estar con el Señor cuando El regresara. Por esto Pablo les escribe a este respecto: "Tampoco queremos hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza, porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él" 1 Tes 4:13-14. Pablo siguió explicando en detalle como tendría lugar esto: "Los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros, los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor" 1 Tes 4:16-17.

Entonces Pablo añadió esta importante exhortación: "Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras: edificaos unos a otros con esta maravillosa verdad. Recordaos los unos a los otros las promesas de Dios. Confortaos los unos a los otros en el hecho de que todos los creyentes pasarán la eternidad con Jesucristo, aunque hayan muerto antes de que El venga otra vez. Usad la verdad de Dios para proporcionar seguridad y confirmación.

¿Cómo alentaríamos a alguien que perdió su trabajo y no tiene nada en vista?

¿Cómo alentaríamos a alguien que está pasando por la experiencia dolorosa del divorcio?

¿Cómo alentaríamos a alguien que perdió un familiar cercano, (padre, madre, esposo/a, hijo u otro caso)?

¿Cómo alentaríamos a alguien que está pasando por serios conflictos de familia?

¿Cómo alentaríamos a alguien que se enteró hace poco que padece una enfermedad grave?

¿Cómo alentaríamos a alguien que salió mal en un examen importante de la escuela o facultad?

¿Cómo alentaríamos a alguien que está deprimido, (por vivir solo/a, por ser de edad mayor, etc)?

Compartir experiencias de la vida, donde hemos sido alentados a seguir adelante, sin dar ninguna ventaja al enemigo de nuestras almas. Dar oportunidades a que todos los que quieran compartir algo respecto a este tema, puedan hacerlo libremente.

¿Es fácil animar a otros? ¿Cuáles son las principales trabas que tenemos que vencer? ¿Cuáles son las principales fuentes de desánimo con que luchamos cada día? Que todos opinen con libertad.

El hecho de enviar aliento por carta a Tesalónica, era naturalmente importante porque algunos de ellos, como también creyentes de otras regiones, estaban haciendo frente a la sentencia de muerte a causa de su fe. Cuánta zozobra debía causar en sus corazones el que esperaran el retorno de Cristo, no sabiendo en caso de morir de forma natural o no, si podrían ir con Jesús, como los que estuvieran vivos cuando El regresara. ¿Estamos dispuestos a alentar a otros y ser parte de la solución que necesita este mundo y no parte de su problema?

Hasta el próximo encuentro.

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