GRUPOS DE ENCUENTROS

IGLESIA EVANGELICA BAUTISTA DEL CENTRO. REG. CULTO N:672. RODRIGUEZ 1036. ROSARIO

EDIFICANDOOS LOS UNOS A LOS OTROS

VOLVAMOS A LO BASICO

LECCION NUMERO TREINTA Y TRES.

SOMETEOS LOS UNOS A LOS OTROS

Introducción

La sujeción mutua, incluso por aquellos que están en autoridad (como por ejemplo: padres, gobernantes, pastores, patrones, etc), es un concepto distintivo hecho posible por Jesucristo. El cristianismo es, pues, único. Cuando Jesucristo vino a este mundo trajo consigo una serie de ideas completamente nuevas con respecto a las relaciones funcionales entre la gente. En el "mundo de los gentiles", como lo llamaba Jesús, no había tal cosa como sumisión mutua. El hombre operaba básicamente por motivos egoístas. El hombre tiene muy poco interés en ayudar a los otros a que consigan sus objetivos, excepto en cuanto con ello puede beneficiarse él mismo. Puede que escuche un consejo de otro, pero en general no es por respeto y honra. Mas bien, ha descubierto que esta es la manera de desarrollar su propio potencial y conseguir éxito personal. La obediencia y la sumisión han pasado a ser un medio para un fin egoísta.

En Cristo todos los creyentes tienen un potencial para "someterse unos a otros en el temor de Dios". Incluso los que están en posición de autoridad (ancianos, maridos, amos o jefes de empresas, etc), han de relacionarse con los otros en una actitud de sujeción.

Esto es lo que Cristo nos demostró, cuando El, el Señor del universo, se hizo siervo de todos. El, quien "siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a si mismo, tomando forma de siervo hecho semejante a los hombres" (Fil 2:6-7). Pablo dejó bien en claro que todos los cristianos - incluso los que están en autoridad - han de seguir el ejemplo de Cristo. Hemos de amar como Cristo amó. No hemos de "hacer nada por ambición egoísta o vanagloria, sino en humildad, considerando a los demás antes que a nosotros mismos". No hemos de "mirar cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros" Fil 2:3-4. Hemos de "someternos unos a otros en el temor de Dios". "Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús" Fil 2:5.

Por desgracia, no todos los cristianos en posiciones de autoridad tienen el mismo sentir de Cristo. Algunos usan los conceptos de sumisión y autoridad para enseñorearse sobre las esposas y forzarlas a papeles subalternos. En realidad están usando a la Biblia como arma para justificar sus acciones. Esto no es "amar como Cristo amó". Es egoísmo. Estos hombres tienen que aprender que el respeto no se puede "ordenar". En tanto es verdadero y con sentido tiene que ser ganado.

Algunos pastores y otros líderes cristianos se portan con respecto a otros miembros del Cuerpo de Cristo de la manera que otros, como vimos, se portan con su esposa. Han "usado" su posición de autoridad, las ventajas de su educación y su papel bíblico, para mantener a los otros como inferiores y en posición de servidumbre. Esto es una violación directa de las Escrituras.

¿Cómo está funcionando mi matrimonio (sólo para casados)? ¿Le doy el lugar que le corresponde a mi esposa como el vaso frágil y la ayuda idónea? ¿Como esposa, cumplo el deber bíblico o me transformo en ocasiones en " "la ayuda y dueña" del hogar? ¿Como hijo, tengo bien presente que la Biblia dice "hijos obedeced a vuestros padres", pero no dice "padres obedeced a vuestros hijos"? En la congregación, en los grupos de discipulado o en los núcleos ¿no nos estamos "enseñoreando" de los creyentes que Dios nos encargó que cuidásemos como siervos? ¿El respeto que "exigimos", lo ordenamos o lo ganamos con nuestra vida sujeta a Cristo? Responder, permitiendo la participación de todos los presentes.

Para ser un "anciano digno de doble honor" 1 Timoteo 5:17, los que estamos en el ministerio, hemos de ser los mayores siervos. Esto es lo que Cristo mostró en su ministerio en la tierra. Aclaración: con relación al anciano, lo podríamos aplicar a los que están guiando grupos familiares y sus ayudantes, ya que ellos ejercen un ministerio pastoral laico y lo hacen con esmero, dedicación y gran amor a la causa de Cristo, por eso merecen recibir la honra que la Palabra de Dios establece para sus siervos.

Sumisión mutua. Algunas directrices bíblicas

Pablo deja bien en claro que la sumisión a los otros cristianos no debe estar basada en los impulsos y reacciones subjetivas ("lo que a mi me parece o creo que está bien"). Mas bien, las directrices para la sumisión mutua están enraizadas en la autoridad de Jesucristo y su Palabra. Leer Col 3:16-17, donde nos dice que todo lo que hacemos de palabra o de hecho, debemos hacerlo en el nombre del Señor Jesús. Ningún cristiano tiene el derecho de exigir nada de otro cristiano que no esté basado en la Palabra de Dios.

Hasta el próximo encuentro.

 

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