GRUPOS DE ENCUENTROS
IGLESIA EVANGELICA BAUTISTA DEL CENTRO. REG. CULTO N:672. RODRIGUEZ 1036. ROSARIO
EDIFICANDOOS LOS UNOS A LOS OTROS
VOLVAMOS A LO BASICO
LECCION NUMERO TREINTA Y UNO.
SOPORTANDOOS LOS UNOS A LOS OTROS.
Introducción
Hay que esforzarse para soportar a otros. Inmediatamente después del mandato de "soportar a los otros con amor", Pablo sigue con: "Solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz" (Efesios 4:2-3). La paciencia, la tolerancia, y el perdón no son acciones que nacen espontáneamente después de la conversión a Cristo. Son acciones que implican actos decididos por la voluntad.
Cada persona que tiene un espíritu rencoroso, es porque decide tenerlo. La persona rencorosa a veces no le deja saber a la otra, lo que siente por ella: la evita, la esquiva, usa palabras hirientes con ella, habla por detrás. Todo lo detallado es hecho a propósito. Los cristianos que realmente tienen interés por los otros, que se preocupan de verdad por hacer la voluntad de Dios en todo momento, harán todo lo que puedan para "guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz". Esto es cristianismo en acción.
Pasos prácticos para soportar a los otros en amor
Paso 1: Dese una buena mirada a sí mismo. Con toda sinceridad, haga una lista de sus debilidades y sus maneras de ser. Estas preguntas le ayudarán.
1. ¿Qué hago o no hago en mi casa que irrita a mi esposa y a mis hijos (o si soy soltero, a mis padres, a mis hermanos/as, al compañero de departamento)? ¿Soy desordenado? ¿Soy despistado? ¿Me gusta poco colaborar con la limpieza, el orden, los horarios, etc? ¿Soy muy poco comunicativo? ¿Soy atento, colaborador, educado y solidario? ¿Me importa poco o mucho lo que les pasa a los demás?
2. ¿Qué hago o no hago en el trabajo, la escuela, etc, que irrita a mis compañeros, maestros, profesores, y otros estudiantes? ¿Me intereso por lo que les pasa? ¿Me gozo con sus avances y me apeno por sus fracasos, o soy insensible y desinteresado? ¿Colaboro en los esfuerzos conjuntos o me mantengo aislado haciendo lo menos posible?
3. ¿Qué hago o no hago que irrita a mis amigos? ¿Comparto sus lágrimas y momentos de tristeza o me fastidia soportar sus penas? ¿Mi interés es genuino o son compañías circunstanciales? ¿Valoro enormemente el tiempo que paso junto a ellos o me resulta una "plomada"?
Paso 2: Ahora que ya ha aislado alguna de sus "debilidades", no las cubra con un manto de piedad, sino que evalúe esas fallas a la luz de sus actitudes y acciones hacia otros cristianos. ¿Espera más de ellos que de usted mismo? ¿Los critica en aspectos que son parecidos a sus mismas debilidades?
NOTA. Si usted es un tipo normal, probablemente habrá contestado "si" a las dos últimas preguntas. El mirarnos a nosotros mismos con sinceridad nos ayuda a ser más tolerantes con las debilidades de otros.
Paso 3: Haga una lista mental de los cristianos con los que tenga dificultad de relacionarse, especialmente aquel que pueda tenerlo "entre ceja y ceja". Si no se le ocurre ninguno, ¡Alabado sea Dios! No se desenfrene por encontrar alguno, ni al revés, para disimularlo. ¡Hay que ser sincero a toda costa!
Si ya ha hecho la lista, pregúntese: ¿Por qué no puede "tragar" a fulano/a de tal? ¿Por qué está enojado con él o ella? ¿Es por algo que le molestó que hayan hecho? ¿El otro/os se dan cuenta de sus sentimientos? ¿O se trata de su imaginación o de su hipersensibilidad? ¿Está usted alterado porque le recuerdan su manera de ser?
Algunos cristianos son hipersensibles y se consideran heridos por lo que ellos "interpretan" un rechazo (que no tiene porque serlo).Y algunas veces, la gente ni se ha dado cuenta de que han molestado a alguien.
Paso 4: Este es el paso más difícil de dar. Pero hay que darlo. De un modo consciente y a propósito perdone a cada persona que alguna vez haya hecho algo para herirle a usted. Luego vaya a hablar con estos cristianos a los que guarda rencor. Si le han herido dígales por qué tiene esos sentimientos. Pídales que le perdonen por su actitud (aunque sea principalmente la culpa de ellos).
AVISO: No base su perdón en la condición de que le ofrezcan explicaciones. Tenga cuidado con su propia actitud y Dios tendrá cuidado con la de ellos. Si alguien ha pecado contra usted, siga las instrucciones de Mt 18:15-17. Tampoco tome justicia por su mano, vea Rom 12:19-21, y tendrá resultados positivos.
Hasta el próximo encuentro.