GRUPOS DE ENCUENTROS
IGLESIA EVANGELICA BAUTISTA DEL CENTRO. REG. CULTO N:672. RODRIGUEZ 1036. ROSARIO
EDIFICANDOOS LOS UNOS A LOS OTROS
VOLVAMOS A LO BASICO.
LECCION NUMERO DIECISEIS. DECIMOSEXTA SEMANA.
ACEPTAOS LOS UNOS A LOS OTROS
Introducción
El idioma chino es muy diferente al nuestro. Su escritura es con símbolos y no con letras, y estos símbolos se denominan "caracter". El caracter chino para "conflicto" se compone de dos símbolos diferentes, superpuestos, uno indica peligro, el otro significa oportunidad. Como el caracter chino, el conflicto también representa la oportunidad para un nuevo crecimiento, una nueva oportunidad, una nueva perspectiva y al mismo tiempo el peligro de la destrucción, la muerte o el estancamiento. La forma en que manejamos el conflicto hará la diferencia. El conflicto no es bueno ni malo. Simplemente es.
En cualquier momento que haya dos o más seres humanos viviendo o trabajando juntos en proximidad, tendrán conflictos. Cain y Abel, Abraham y Lot, David y Saúl, las viudas griegas y los apóstoles en Hch. 6, Pablo y Bernabé y el resto de la humanidad (tú y yo incluidos)... todos tenían conflictos. Pensar que los cristianos llenos del Espíritu Santo no tendrán conflictos es hablar con ignorancia o ingenuidad. Alguien dijo: "si dos personas piensan lo mismo, una de ellas es innecesaria". ¡Cuán diferentes somos los unos de los otros! Hombres y mujeres, extrovertidos e introvertidos, de Ñuls o de Central, fuertes o débiles, altos o bajos, etc. Somos verdaderamente diferentes, aunque tenemos en común el amor por el Señor y debemos aceptarnos los unos a los otros, como Cristo nos aceptó (Ro. l5:7).
Al tener cada uno de nosotros, un juego diferente de valores, objetivos, expectativas, percepciones del tiempo, cómo gastar el dinero, intereses, hobbies y estilo de vida, sorprende poco que tengamos conflictos. Los cristianos hemos de trabajar juntos como un verdadero equipo. La aparición de conflictos tiende a quitar nuestra motivación para el trabajo común, pero Jesús dijo que mediante nuestra unidad, el mundo conocería que él venia de Dios (Jn. l7:23). Es a través de nuestro amor de los unos por los otros que la gente nos reconocerá como discípulos de Jesús (Jn. l3:34,35). Aceptarnos los unos a los otros y resolver nuestras diferencias con madurez, es esencial para la salud y el desarrollo de nuestro equipo. Discutir entre todos esta lectura inicial.
Algunas fuentes de conflictos potenciales
Debemos jugar como algunos equipos de fútbol: al anticipo. La siguiente lista nos da algunos ejemplos de fuentes de conflictos. Repasémosla con cuidado para estar atentos, y que no nos encuentre ni distraídos, ni desprevenidos. Está enfocado hacia un equipo de trabajo o una familia que debe mantenerse unida para lograr éxito en sus esfuerzos.
¿Qué es lo que está realmente en juego?
Hay dos factores que están siempre en juego en cualquier conflicto. Primero, es lo que quiere lograr cada parte. Esto puede debatirse, argumentarse, estudiarse, hacer listas de pro/contra, etc. Segundo es la relación entre las partes, la relación define quiénes somos con relación a los otros. En el largo plazo la relación es mas valiosa que el contenido del conflicto, a menos que no te importe en absoluto la relación. Pablo decía: "unánimes entre vosotros" (Ro. l2:l6). Trabajemos siempre para preservar o mejorar la relación con los otros. Ten bien presente al abordar un conflicto, que ésa es una oportunidad para profundizar tus relaciones.
En el corazón de todos los conflictos interpersonales están los temas de AUTOESTIMA Y PODER. Muchas veces "los otros", están preguntándose si los valoras. Los conflictos son destructivos si los participantes no están satisfechos con el resultado o piensan que han "perdido" como resultado del conflicto. Las raíces de amargura brotan en los conflictos sin resolver y más aún si las partes no fueron valoradas o consideradas. Si rebajas el valor y la importancia de "los otros", habrá semillas de falta de respeto y amargura. Puedes ganar la batalla, pero PERDERAS la guerra.
Los unos y los otros necesitan saber que son amados, valorados y aceptados por lo que son, y que son más valiosos que el trabajo que hacen. Cuando más fuerte es la relación, mayor es el conflicto que puede soportar la relación.
Hasta el próximo encuentro.