GRUPOS DE ENCUENTROS

IGLESIA EVANGELICA BAUTISTA DEL CENTRO. REG. CULTO N:672. RODRIGUEZ 1036. ROSARIO

EDIFICANDOOS LOS UNOS A LOS OTROS

VOLVAMOS A LO BASICO.

LECCION NUMERO DOCE. DUODECIMA SEMANA.

SED DEL MISMO SENTIR UNOS Y OTROS

 

Introducción

"Pero el Dios de la paciencia y de la consolación os dé entre vosotros un mismo sentir según Cristo Jesús" (Ro. 15:15). Hay una lección extraordinaria que podemos aprender de la historia de la iglesia: la estrategia número uno de Satán consiste en destruir la unidad entre los cristianos. Satán es el autor de la confusión, la insensibilidad, la falsa doctrina y las divisiones de la iglesia. Mirando la Biblia uno descubre pronto el poder por medio del cual podemos derrotar a Satán y su estrategia. Este poder es el de "ser de un mismo sentir" en el cuerpo de Cristo.

 

La oración de Jesús por la unidad

En su oración al Padre en el capítulo 17 del libro de Juan, Jesús hizo referencia directa a, por lo menos, cuatro elementos básicos del incomparable mensaje del cristianismo:

  1. Salvación versículos 1 al 3.
  2. Encarnación versículos 4 al 6.
  3. Santificación versículos 17 al 19.
  4. Glorificación versículo 24.

 

En el centro de esta hermosa y profunda oración se halla una petición fundamental: que sus discípulos (los cristianos de todos los tiempos) puedan experimentar ser uno y estar unidos: "Padre Santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros" (Jn. 17:11). Más adelante amplió esta petición (ver Jn. 17:20-23).

La preocupación principal de Jesucristo por su iglesia se destaca en esta oración. Es una unidad visible -un ser uno- que revela la verdadera esencia del Evangelio; y esta esencia comprende el hecho de que "Dios estaba en Cristo, reconciliando consigo al mundo"(2 Co. 5:19). Jesucristo era Dios en la carne. Era (y es) uno con el Padre y la unidad del Cuerpo de Cristo, de manera milagrosa y maravillosa, revela a los hombres que observan esta unidad, que Cristo era verdaderamente Dios. Si no hubiera sido Dios, no podría haber habido plan de salvación. El cristianismo hubiera sido una más de las religiones fabricadas por el hombre. Dijimos que la estrategia de Satán, a lo largo de historia de la iglesia, ha sido tratar de destruir el Cuerpo de Cristo. Si puede destruir la unidad, ha destruído el medio más poderoso de comunicar a los hombres perdidos: que Jesucristo es Dios.

 

Para compartir entre todos

 

¿Estamos entendiendo por qué razón vino Jesús al mundo? ¿Cómo se expresa el amor de Dios hacia el mundo pecador? ¿Quién pagó la deuda moral del hombre? ¿Cómo podemos beneficiarnos del perdón de Dios? ¿Qué debemos hacer para experimentarlo?

 

Cuando el mensaje cristiano está incompleto o borroso el hombre está condenado a una desesperanza eterna. El hombre no puede conocer a Dios separadamente de la venida de Cristo, quien es el Hijo de Dios (Jn. 20:30-31). ¿Qué pensamos acerca de esta última aseveración los que integramos este grupo de encuentro?

Cuando Cristo estaba en la tierra obraba milagros para convencer a los hombres que era Dios. Cuando regresó al cielo dejó a la iglesia para que comunicara esta verdad; y el ingrediente en la iglesia que convence a los no cristianos de que Jesús es Dios, es la unidad: "el ser de un mismo sentir entre unos y otros". Esto también representa un milagro porque los hombres en todas partes tienden a la desunión. La historia muestra en su curso la falta de armonía en la humanidad. ¿Estamos todos de acuerdo con esta última declaración? Las guerras han sido la norma, el estándar del comportamiento humano y cuando los no cristianos ven la verdadera unidad y unión, sus corazones claman deseando entrar en esta clase de amor.

No fue accidental, naturalmente, que Jesús al orar pidiendo que sus discípulos pudieran ser uno, requirió que "No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal" (Jn. 17:15). Jesús sabía de antemano que la táctica de Satanás sería destruir la unidad del cuerpo de Cristo. Así que rogó a Dios que protegiera a los creyentes de las cosas que destruyen la unidad mientras él cumplía el propósito de su Padre en la tierra.

 

Tarea: buscar ahora entre todos y en los primeros capítulos del libro de los Hechos, luego de la ascensión de Jesús al cielo, cómo la iglesia de Jerusalén vivió en unidad, como respuesta a la oración de Juan 17. ¿Significó esto que no había problemas? ¿Intentó Satanás por algún medio destruir esta unidad? Dar respuestas entre todos.

 

 

Hasta el próximo encuentro.

 

 

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