LECCION NUMERO DIEZ. DECIMA SEMANA.

La siguiente ilustración pertenece al libro "Discípulo". "El Señor Jesús nunca dijo que nos conocería por los dones, sino que dijo que seríamos conocidos por nuestros frutos, Mt. 7:20. Los dones no son indicio de espiritualidad porque los dones en una persona son como los regalos que ponemos en el árbol de Navidad. A éstos les ponemos los mejores adornos que están a nuestro alcance. A veces cuelgan de éstos, relojes, anillos u otros regalos costosos. Se ven muy hermosos, aún cuando no todos son árboles naturales. Después que han pasado las fiestas, algunos de estos arbolitos están en los botes de desperdicios. Es probable que para Navidad de sus ramas hubiera pendido un costoso reloj, pero luego el árbol ha sido arrojado entre los desechos. Por lo tanto no se puede decir mucho acerca del árbol basándose en los regalos que estaban suspendidos de él. Los regalos o dones no nos dicen nada respecto de la naturaleza del árbol.

Es solamente por medio del fruto que se puede decir algo acerca de un árbol. Si las manzanas son buenas podrá decir que tiene un buen manzano y lo mismo de cualquier otro árbol. Por supuesto que lo ideal sería que el árbol tuviera buenas manzanas y mejores relojes, es decir, frutos y dones. Pero si esto no es posible, por lo menos el fruto deberá ser bueno. Cualquiera puede disculparse si no tiene dones, pero no tiene disculpa si no posee frutos. Si le dijéramos al manzano: ¿por qué no tienes anillos? -Lo siento. Nadie ha colgado un anillo en mis ramas- podría contestarnos el árbol. Pero el manzano no puede disculparse si no tiene manzanas, por cuanto las mismas son el producto de un árbol sano. De igual manera no podemos excusarnos por nuestra falta de AMOR. Si estamos llenos del Espíritu Santo el AMOR sería algo natural en nosotros."

Esta lectura inicial no tiene el propósito de menoscabar los dones espirituales, sino resaltar el valor del amor.

1. El mostrar afecto y amor a otros cristianos en Cristo, no ocurre automáticamente. Si fuera automático, no habría necesidad de tantas exhortaciones para hacerlo. Nuestro primer paso debe ser tomar seriamente lo que la Biblia dice respecto al amor fraternal.

Estudie cuidadosamente las siguientes exhortaciones y pida a Dios que le ayude a tomarlas en serio como una parte necesaria de andar en su voluntad: l Tes. 4:9-l0; He. l3:l-3; l Pe. l:22-23; 3:8-9 y 2 Pe. l:5-7.

2. Evalúe sus actitudes y acciones respecto a los otros miembros de su "familia cristiana". ¿Hasta qué punto experimenta Ud. emoción y afecto hacia sus hermanos en Cristo? Note que Pablo, en el contexto en que exhorta a los cristianos a "amarse unos a otros con amor fraternal", exhorta también a "gozarse con los que se gozan" y "llorar con los que lloran" Ro. l2:15. Esto implica, naturalmente emoción: sentimientos profundos de gozo y aún de tristeza. Algunos cristianos encuentran dificultad en expresar sus emociones hacia otros, por eso deben examinar cuidadosamente su vida, buscando dónde se encuentra el "atasco" que le retiene.

1. ¿Temo ser rechazado? Quien ha sido herido, teme que le pase otra vez. No permita que una experiencia desagradable le robe lo mejor que Dios le ofrece.
2. ¿Ha tenido Ud. una vida familiar anterior pobre? Algunos han crecido con poca expresión física de afecto entre los miembros de la familia. Cuando las personas han aprendido por medio del ejemplo y la práctica a guardar sus sentimientos dentro, sin expresarlos, esta actitud generalmente se aplica en sus relaciones con los miembros de la familia de Dios. Se tarda tiempo en cambiar estas pautas de conducta.
3. ¿Sufro básicamente de resentimiento e ira? Los que se dejan controlar por la ira y el resentimiento, son generalmente personas que han reprimido estos sentimientos en su primera infancia. Encuentran dificultad para expresar emociones positivas hacia otros.
4. ¿Paso la mayor parte del tiempo pensando en mí mismo? Eso es egoísmo, y el egocéntrico ¿cómo va a expresar amor fraternal? Esta actitud egoísta se nota a veces en la forma de orar.

1. Si Ud. se considera incluido en alguno de los casos anteriores, busque ayuda de otro miembro del Cuerpo de Cristo que sea más maduro, en quien tenga confianza. Por ejemplo si Ud. tiene dificultad en decirle a otros que les ama, fuércese a actuar de la forma en que sabe que debería actuar. Empiece con hacer un pequeño obsequio, unas letras de aprecio, una invitación a un café o a comer. Con frecuencia, los sentimientos siguen a las acciones. Expresar el amor en forma tangible le ayudará a desarrollar sentimientos de amor que podrá compartir verbalmente.

Tarea: haga un plan personal para aplicar las consideraciones del Paso 3- y compártalo la semana entrante.

Hasta el próximo encuentro.

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