GRUPOS DE ENCUENTROS

IGLESIA EVANGELICA BAUTISTA DEL CENTRO. REG. CULTO N:672. RODRIGUEZ 1036. ROSARIO

EDIFICANDOOS LOS UNOS A LOS OTROS

VOLVAMOS A LO BASICO.

LECCION NUMERO DOS. SEGUNDA SEMANA.

Introducción

La obra del samaritano fue anónima y silenciosa, opuesta a la obra que se nos relata en Hechos 5:l-ll donde un matrimonio (Ananias y Safira), donaron una cantidad muy grande de dinero, tal vez "para que todos se enteraran". Al obrar como el samaritano, en alguna medida imitamos a nuestro Dios. Dios hace la mayor parte de su obra en la naturaleza por medio de fuerzas ocultas y silenciosas. La fuerza de la gravedad conserva los océanos en su lugar y las estrellas en sus órbitas. Lo ruidoso es lo más pequeño e insignificante. Los rayos de sol invisibles y silenciosos, evaporan millones de litros de agua cada minuto para alimentar a todos los ríos del mundo. Los ruidos de las cataratas son muy pequeños con el todo de su fuerza. El relámpago es una pequeña fracción del total de la electricidad. El terremoto es una pequeña parte de la obra geológica de Dios. El tornado es una fracción insignificante del total del aire para vivir. Por eso no amemos la notoriedad, ni el show, y busquemos siempre un "perfil bajo". Las acciones de la vida cristiana que tienen que ver con los "unos a los otros", en su gran mayoría, revisten las características de silenciosas o anónimas o de bajo perfil, pero son esenciales para la vida de la iglesia local, el "cuerpo" o la "familia" de los creyentes.

En nuestra lección anterior, recordábamos la parábola del buen samaritano (Lucas l0:25-37) y las cuatro filosofías de vida que los seres humanos llevamos adelante frente "a los otros". Hoy nos toca analizar la conducta del ladrón o los que avasallan derechos.

 

LA FILOSOFIA DE VIDA DE LOS LADRONES O LOS QUE AVASALLAN DERECHOS

Todo lo tuyo es mío y tengo derecho a invadir lo que es tuyo. Tengo derecho a dañarte.

 

Todas las personas necesitamos compañerismo, reconocimiento, comprensión, amor, etc. Cada uno de nosotros necesita sentirse importante y queremos sentirnos valiosos. Estas acciones indudablemente deberán venir "de los otros".

¿Los que participamos de este pequeño grupo somos conscientes de este hecho?

Compartir opiniones y testimonios sobre esta realidad.

Cuando nuestras acciones dañan o hieren a otros, los afectamos negativamente y nos situamos del mismo lado en el que se ubicaron los ladrones de la parábola del buen samaritano. Por eso:

A) No empequeñezca a nadie: no use la critica pública, aun cuando tenga razón, no caiga en la trampa de las conversaciones hirientes, ni se deje llevar por las bromas pesadas, ni se acostumbre a llamar a otros por su sobrenombre, ya que muchos de ellos recuerdan

Defectos ajenos y son ofensivos. Todo lo dicho anteriormente daña la autoestima y la confianza en uno mismo. Tenga en cuenta que los comentarios positivos deben superar siempre en numero a los negativos. (Ver l Cor l2:21-22).

¿Cómo son mis conversaciones? ¿Edifican a otros? ¿Cómo son mis bromas? ¿Hago chistes fuera de lugar? ¿Me gusta poner sobrenombre a otras personas? ¿Me gusta que me digan sobrenombres? ¿Cómo son mis comentarios con respecto a otras personas?

B) No manipule a otros: a nadie le gusta que lo manejen o usen. Los manejos destruyen la confianza en las relaciones familiares, laborales o entre los hermanos en la fe. Ganamos al ser transparentes y honestos, perdemos al ser mañosos y astutos.

Debemos entender claramente como relacionarnos con los otros y aprender a establecer con ellos limites sanos.

¿Estoy dispuesto a servir a otros o servirme de otros? ¿Cómo me relaciono con otros? ¿Soy absorbente y exclusivista en mis relaciones con otros?

 

C) No desaliente a otros: Nunca vea a otro hermano como una amenaza o un competidor, ya que si así lo hace se relacionara de manera inadecuada con él. Manipular es movernos juntos para mi beneficio, y motivar es movernos juntos para mutuo beneficio.

¿Estoy motivando a otros para alcanzar los propósitos de Dios?

¿Cuándo veo a otros en situaciones de prueba, acostumbro a alentarlos o mis comentarios fuera de lugar agregan tristeza?

Cuando Satanás cayó en rebelión, adhirió a la filosofía del ladrón (Is l4:13-l7). Juan el Bautista, se llama a sí mismo como el amigo del esposo, o sea que mantuvo su lugar convenientemente como presentador del Mesías y a su vez enseñó a sus oyentes a no participar del modelo de conducta del que avasalla derechos (Lucas 3:l0-l4).

 

 

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