GRUPOS DE ENCUENTRO
IGLESIA EVANGELICA BAUTISTA DEL CENTRO. REG. CULTO No 672. RODRIGUEZ 542. ROSARIO
PINTURAS EN EL EVANGELIO DE JUAN
LECCION NUMERO CUATRO
Introducción:
"Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros ( y vimos su gloria, gloria como el unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad "(Juan 1:14).Para analizar estos versículos, estamos siguiendo los comentarios de Matthew Henry. Si todos tomamos debida nota, en el Evangelio de Juan, no se narra el nacimiento de Jesús. En realidad este versículo es la narración resumida de su llegada a esta tierra. Tampoco encontramos genealogía alguna, ya que Jesús es presentado como el Hijo de Dios. Las palabras de este versículo (14), declaran la encarnación del Hijo de Dios, mejor que con todo lo dicho hasta ahora. Ahora, que había venido la plenitud de los tiempos, Dios envió a Su Hijo, nacido de una mujer (Gálatas 4:4). El Verbo se cubrió de naturaleza humana, de hombre mortal, con toda la humillación que la carne débil comporta: "Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, el diablo" Hebreos 2:14. Juan asegura que el Verbo se hizo carne. Carne connota también al hombre pecador y, aunque Cristo no cometió jamás nada impropio, fue hecho pecado por nosotros (2 Cor 5:21). San Pablo iba a declarar en Rom 8:3 "....Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne". El Hijo de Dios, se hizo hombre sin dejar de ser Dios, de la misma manera que una persona puede hacerse médico sin dejar de ser hombre. Y así como la Palabra de Dios vive y permanece para siempre (1 Pedro 1:23), así también el Verbo de Dios, una vez hecho hombre, permanecerá para siempre Dios-Hombre.
El verbo "habitó", se traduce literalmente como "acampó", de la misma manera que el Arca del Pacto, sobre la que reposaba la presencia de Dios en el Antiguo Testamento ("la shekinah"), velaba dicha presencia, al mismo tiempo que la revelaba, así también Emanuel ("Dios con nosotros"), plantó su tienda de campaña en medio de nosotros, haciéndose compañero nuestro de peregrinación por el desierto de esta vida, para nacer, trabajar, sufrir y morir con nosotros y por nosotros. ¿Cómo llegamos a Juan 1:14? Veamos a través de un ejemplo:
Si uno llama por teléfono a un amigo en EE.UU, es un milagro que de 6.000 millones que hay en el mundo, uno pueda comunicarse con alguien y de algún modo descarta por el momento a todos los demás. Miremos como obró Dios para que Jesús llegara a encarnarse como uno de nosotros. En Génesis 3:15, Dios dice: "Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza y tú le herirás en el calcañar". Esta primera profecía y promesa de salvación, da a conocer que el futuro Mesías no sería un ángel, ni un querubín, ni un semidiós, sino un integrante de la raza humana. En Génesis 9:27, encontramos a Noe y sus tres hijos, quienes fueron: Sem, Cam, y Jafet. Allí Dios manifiesta que el Mesías vendría de la línea de Sem. Dicho verso dice: "Engrandezca Dios a Jafet, Y habite en las tiendas de Sem, (allí el sujeto es tácito, y se refiere a Dios), Y sea Canaán su siervo". En Génesis 12 tenemos más precisiones a través del llamado de Abraham. Génesis 12:3 dice: "....y serán benditas en ti todas las familias de la tierra". Ya fue revelado que sería parte de la raza humana, luego de la "sección" de Sem, excluyendo a Cam y Jafet, luego de la nación que fundó Abraham, y más adelante indicó de que tribu de dicha nación. En Génesis 49:10, se da precisión acerca de cual de las doce tribus que hay en Israel. Dicho texto dice: "No será quitado el cetro de Judá, Ni el legislador de entre sus pies, Hasta que venga Siloh; Y a él se congregarán los pueblos". Siloh, es un título del Mesías, y significa "Descanso". Luego de la tribu de Judá, fue marcada una familia, la de Isaí. En 1 Samuel 16, cuando desfilaron 7 hijos de este hombre ante la mirada de Samuel, ninguno era. Hasta que apareció el jovencito David, el pastor de ovejas, y a quien nadie tuvo en cuenta. También Dios iba a marcar en su plan a una mujer de dicha familia. Según Isaías 7:14 vemos: "Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel". ¿Dónde tendría lugar el alumbramiento? Miqueas lo dice (5:2), "Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel, y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad". A medida que la revelación divina aumenta, se va ajustando el enfoque hasta llegar a quien corresponde, hasta llegar a Jesús, y entender el trasfondo de "Y aquel Verbo fue hecho carne...". Repasemos: ¿dónde se establece que Jesús vendría a ser parte de la raza humana? ¿dónde dice de que sección de dicha raza? ¿dónde dice de que nación? ¿dónde se establece la tribu de dicha nación? ¿dónde se indica de que familia vendría y dónde de qué mujer provendría?
"...y vimos su gloria." Eran los rayos de gloria que se filtraron a través del velo de esa carne. El sol es fuente de luz, incluso cuando está cubierto por las nubes o eclipsado. Así también Cristo, aún velado por la carne humana, era el resplandor de la gloria del Padre (He 1:3).¿Quienes fueron testigos de esta gloria? ¿Qué evidencia tuvieron de ello (2 Pe 1:4)? ¿Qué calidad tuvo esa gloria? "...como del unigénito del Padre". ¿Qué beneficio obtuvieron aquellos entre quienes el Verbo hecho carne acampó? La respuesta está en la frase " lleno de gracia y de verdad", las dos cosas que más necesita el hombre caído. Alguien que tenga la plenitud del conocimiento y la plenitud de la compasión. ¿Quién sino el Verbo encarnado? ¡Gloria a nuestro Dios!
Hasta el próximo encuentro.