GRUPOS DE ENCUENTRO

IGLESIA EVANGELICA BAUTISTA DEL CENTRO. REG. CULTO No 672. RODRIGUEZ 542. ROSARIO

PINTURAS EN EL EVANGELIO DE JUAN

 

LECCION NUMERO DOS

 

Introducción:

En nuestro encuentro anterior, iniciamos un viaje a través del Evangelio de Juan, visto como una galería de pinturas. No haremos un estudio exhaustivo, sino que nos detendremos en una serie de "dibujos" que nos presenta el apóstol, acerca de Jesús, mostrándonos con gran claridad algún aspecto del carácter y obra del Salvador. Hoy nos toca el primer capítulo. Destacaremos en él los vs 1 al 14, presentando allí a Jesús como el Hijo de Dios. Antes de leer el texto tengamos presente el significado de dos palabras importantes:

Verbo (palabra viva): Es la traducción del griego de Logos. Este término aparece constantemente en el Nuevo Testamento, y se traduce como "palabra, dicho, discurso". En los pasajes en los que se refiere al Señor Jesucristo se lo traduce como "Verbo". Denota su existencia eterna: "En el principio era el Verbo"; "todas las cosas por él fueron hechas" (Jn 1:1,3); Su deidad esencial: "El Verbo era Dios" y su personalidad propia: "El Verbo era con Dios" (Jn 1:1). Como Logos, el Señor Jesús es la sustancia y expresión de la mente de Dios con respecto al hombre; y el término cubre lo que fue en la tierra para el hombre: vida, luz y amor (Apoc 19:13). De la misma forma que la palabra o el discurso de un hombre nos da a conocer su pensamiento, Cristo el Verbo, nos ha declarado la mente del Padre con respecto a nosotros.

 

Solo Cristo, el Verbo, podía declararnos con toda precisión, exactitud y profundidad la mente del Padre

 

Unigénito ("monogenes"): en sentido literal significa "hijo único" (Lc 7:12,8:42). En otros pasajes del N.T. se refiere a Jesús como "el unigénito Hijo de Dios" (Jn 1:14,18). Aquí el énfasis recae sobre su Singularidad más que en Su naturaleza de Hijo, aunque ambas ideas están presentes. El es el Hijo de Dios de una manera que nadie más es. Describe la relación absolutamente singular del Hijo con el Padre en Su naturaleza divina, y es indicador de un intenso afecto derivado de una íntima relación filial.

Juan 1:1-18. Estos primeros 18 versículos son considerados el prólogo del Evangelio de Juan. Es el "discurso inicial" del autor inspirado por el Espíritu Santo, que presenta la relación entre la creación y la redención, entre la ley y la gracia, entre la historia humana y el Señor de la Historia.

¿En qué versículos encontramos estas 3 relaciones?

Un versículo clave en este párrafo bíblico es el v. 14. Los judíos creían en la Palabra creadora (leer Salmo 33:6), pero debían aprender a creer en la Palabra encarnada (el Verbo que se hizo carne).

La existencia de Jesús es desde toda la eternidad, y nuestra mente finita tiene dificultades para entender esta gran verdad. El mundo existe desde el principio, pero el Verbo ya existía en el principio, antes de que el mundo comenzara a existir. El que era en el principio no comenzó con el principio y, por lo tanto, existió siempre, estaba con Dios desde toda la eternidad.

"Todas las cosas fueron hechas por medio de él"(1:3) . Cuando todas las cosas comenzaron a ser, el Verbo como parte de la Trinidad gestaba la creación del mundo. Cuando Génesis 1:26 dice: "..hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza.." ¿nos damos cuenta que el Hijo de Dios también participó en la creación del hombre? Ya en la revelación del Nuevo Testamento, Pablo afirma "porque en él fueron creadas todas las cosas...todo fue creado por medio de él y para él" Colosenses 1:16. Desde el ángel más elevado, hasta el gusano más pequeño, sin la intervención del Hijo de Dios, no hubieran venido a la existencia. En el trabajo creador, Dios el Padre, no hizo nada sin su Verbo, lo cual prueba que el Verbo es Dios. Esto muestra la excelencia del cristianismo, ya que el autor y fundador de la cristiandad, es también el autor y fundador del mundo. El mismo que nos hizo, nos rehizo (ver y comentar entre todos Hebreos 1:2-3).

"En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres" Juan 1:4. Es una prueba de:

* Dios tiene vida en sí mismo (5:26).No sólo es el Dios verdadero, sino el Dios viviente.

* Todas las criaturas vivientes tienen vida derivada de Dios (Mt 4:4, Jn 6:35,48-51).

* Las criaturas racionales tienen su luz en él. El verbo eterno encendió la lámpara del hombre (Pr 20:27).

¿De quien, pues, podíamos esperar la luz de la revelación mejor que de Aquel que nos proporcionó la luz de la razón? ¿A qué se debe el hecho de que los hombres tomen tan poca nota de esta luz? Responder entre todos.

"La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella" (1:5) Es decir, que las tinieblas no pudieron detener su avance. Los judíos tuvieron durante siglos, la luz del Antiguo Testamento, y no acertaron a ver en él a Cristo. Hebreos 1:1-2, nos afirma que fue necesario que Cristo viniese en la forma en que vino a esta tierra necesitada.

"Hubo un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan" (1:6). A Dios le place hablarnos por medio de hombres como nosotros. La pureza y la doctrina de Juan fueron pruebas contundentes de que era un enviado de Dios. ¿Cuáles son las cualidades que muestra tu vida para indicar a otros que sos un discípulo de Jesús?..

Hasta el próximo encuentro.

 

 

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