GRUPOS DE ENCUENTRO
IGLESIA EVANGELICA BAUTISTA DEL CENTRO. REG. CULTO No 672.
RODRIGUEZ 542. ROSARIO
Aurora de una nueva vida- La paz interior
LECCIÓN NÚMERO TREINTA Y CINCO
Seguridad en medio de la
inseguridad – 8
Introducción: el material que estamos utilizando, es de gran ayuda para todos los que necesitan paz interior. Los apuntes del presente ciclo, se refieren a la inseguridad de la gente ante el presente y el futuro en un mundo con gravísimos problemas. Lo que estamos viendo, es una traducción y adaptación de Walter Moore, escritas hace ya más de medio siglo, en los difíciles tiempos de la Segunda Guerra Mundial. La situación mundial es de extrema inestabilidad y lo cierto, es que no podemos hacer como cantaban hace unas décadas los Beatles: “paren el mundo que me bajo”. El mundo no va a parar, y yo no me puedo bajar. ¿Qué haremos en la presente situación? Buscaremos ayuda en Dios y su Palabra. Una de las armas más antiguas del enemigo es el temor, porque engendra inseguridad. Sigamos viendo hoy los elementos que nos van a proteger:
1. No hay que llevar la corona en la cabeza,
sino en el corazón
Ver Filipenses 4:11
“No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera sea mi situación”.
El rey Enrique VI, refiriéndose
al capítulo 4 de la Epístola a los Filipenses, vs
8-20, solía decir: “Mi corona está en mi corazón, no en mi cabeza”. Quizá el
rey reflexionaba sobre la vida de san Pablo, porque el apóstol, lejos de
confiar en sus propios méritos o en sus propias fuerzas, había puesto toda su
vida en las manos de Dios. Pablo era un ser humano que se sentía gozoso
sabiendo que el Señor supliría toda necesidad que él tuviese y que si debía
sufrir alguna contrariedad, Dios tendría un sano propósito al permitirla. Su
cabeza no se llenó de humo, pero su corazón se llenó de paz (ver el versículo
7) ante cualquier circunstancia, porque siempre estuvo seguro gracias a su fe
en Jesucristo. ¿Qué es lo que llena tu corazón en este momento? ¿Qué es lo que
ocupa tu mente en este instante? ¿disfrutás
de la paz de Dios o la inseguridad te asalta a cada momento?
¿En las dificultades y en las circunstancias amargas, dónde tenés depositada tu fe?
2. Dos palabras maravillosas en cualquier
momento de la vida
Ver Mateo 10:29-31
En el Evangelio de Mateo 6:8, el Señor Jesús dice que Dios sabe todo lo que necesitamos, en todas las circunstancias. ¡Aún antes que empecemos a pedir! Estas dos palabras, “Dios sabe”, son siempre maravillosas cuando uno confía en El. En primer lugar, recordemos que Dios sabe como nos llamamos. Conoce nuestros nombres. Y, en segundo lugar, también hemos de tener en cuenta que El sabe todo lo que nos pasa y conoce nuestras necesidades. Por eso es que la frase “Dios sabe” es tan importante. Confiemos plenamente en s amor.
¿Te animás
a guardar estas dos palabras maravillosas: Dios sabe?
3. Siempre hay que mirar las estrellas
Ver Hebreos 13:8
Decir que Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos, es declarar mucho mas que nuestra seguridad en que Jesucristo no cambia. Debemos recordar que Jesucristo es el Autor de la Creación. Según el evangelio de Juan, capítulo uno verso tres, “todas las cosas por El fueron hechas, y sin El nada de lo que ha sido hecho fue hecho”. San Pablo, cuando escribió a los Colosenses, dijo en el capítulo uno versos 16 y 17, que “en El (Jesucristo) fueron creadas todas las cosas, las que están en los cielos y las que hay en la tierra, sean visibles o invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de El y para El. Y El es antes de todas las cosas, y todas las cosas en El subsisten”. Leyendo tales expresiones del apóstol, observemos que en este mundo todas las cosas que nos rodean cambian constantemente. Millones de seres humanos cada día están naciendo, creciendo, envejeciendo y muriendo.
Las instituciones terrenales, gobiernos, empresas, etc., surgen, declinan y desaparecen. Mientras tanto, como se ve en el libro de Daniel, capítulo 2, 21, el Señor muda los tiempos y las edades, quita reyes, y pone reyes. Por ello, la inseguridad de este mundo nos lleva a reflexionar sobre la permanente seguridad que nos ofrece Jesucristo. El es fiel. Confiemos siempre en El. Aunque todo cambie, Dios no cambia. ¿Lo crees?..............
Que un par de hermanos cuenten testimonios que afirmen la fidelidad de Dios. ¿Se animan?
Hasta el próximo encuentro