GRUPOS DE ENCUENTRO

IGLESIA EVANGELICA BAUTISTA DEL CENTRO. REG. CULTO No 672. RODRIGUEZ 542. ROSARIO

Aurora de una nueva vida- La paz interior

 

LECCIÓN NUMERO TREINTA Y DOS

 

Seguridad en medio de la inseguridad - 5

Introducción: el material que estamos utilizando, es de gran ayuda para todos los que necesitan paz interior. Los apuntes del presente ciclo, se refieren a la inseguridad de la gente ante el presente y el futuro en un mundo con gravísimos problemas. Lo que estamos viendo, es una traducción y adaptación de Walter Moore, escritas hace ya más de medio siglo, en los difíciles tiempos de la Segunda Guerra Mundial, y publicadas en "El Heraldo Cristiano". Coincidimos en relación con aquella difícil época, en que hoy el mundo también enfrenta conflictos armados de imprevisibles consecuencias, como es la escalda de violencia entre israelíes y palestinos, o la lucha en la zona selvática de Colombia o en algunas regiones de Africa. Pero debemos recalcar que una de las armas más efectivas de este tiempo es el temor, que a su vez engendra inseguridad. Veamos hoy algunos elementos importantes que nos pueden proteger:

 

1. Cuidado con las cáscaras de naranja

Ver Marcos 14:29-31

 

"Entonces Pedro le dijo: Aunque todos se escandalicen, yo no. Y le dijo Jesús: De cierto te digo que tú, hoy, en esta noche, antes que el gallo haya cantado dos veces, me negarás tres veces. Mas él con mayor insistencia decía: Si me fuere necesario morir contigo, no te negaré. También todos decían lo mismo".

Las cáscaras de banana son peligrosas, pero las de naranja también. El famoso equilibrista y atleta inglés Bobby Leach caminó por arriba de las cataratas del Niágara, sin mayores dificultades. Años después el mismo Leach iba caminando por una calle, y resbaló en una cáscara de naranja, sufriendo una grave fractura de su pierna. ¿Por qué? .....Porque ese atleta había tomado serias precauciones para cruzar el Niágara, pero nunca pensó en el riesgo que ofrecen las cáscaras de naranja. Lo mismo le pasó a un astronauta que viajó a la Luna, pero murió por el golpe sufrido al resbalar en su bañera. Y algo parecido padeció el apóstol Pedro: él creía que, aunque todos los demás lo negasen, él nunca iba a negar al Señor. Pensaba que eso era imposible. Pero, confiando demasiado en sí mismo, ¡No tomó las precauciones del caso y por tres veces negó a su Maestro!. Según Cantares 2:15, hay que cazar las zorras pequeñas, "que echan a perder las viñas". ¡Tengamos cuidado con las cáscaras de naranja en los caminos de la vida! Sólo Jesucristo, por el Espíritu Santo, puede protegernos y guiarnos para que no resbalemos en nuestra marcha hacia el cielo.

 

2. Perder las oportunidades de hoy es perder las oportunidades de mañana

Ver 1º Libro de Samuel 28:11

 

"La mujer entonces dijo: ¿A quién te haré venir? Y él respondió: Hazme venir a Samuel".

Durante muchos años el profeta Samuel procuró comunicarse con el rey Saúl para darle importantes consejos. El monarca necesitaba mucho de la sabiduría y de la guía espiritual de Samuel, pero no se daba cuenta. Era un rey "cabeza dura" y, en general, no prestaba atención a las palabras del profeta. Por eso perdió influencia política y su vida y su gobierno entraron en decadencia. Un día Samuel murió. Al mismo tiempo, la oposición interna y las guerras externas se intensificaron. El rey Saúl había perdido la oportunidad de obedecer a un profeta de Dios y el fin de su monarquía se acercaba velozmente. ¡Recién entonces él quiso comunicarse con Samuel, y consultó a una espiritista, una adivina de Endor, pidiéndole que llamase al profeta! Y lo que sin saberlo hizo esta hechicera fue atraer a un demonio imitador de Samuel (comparar 1º de Crónicas 10:13-14), que le anunció: "mañana estaréis conmigo tú y tus hijos" (1º Samuel 28:19). ¡Saúl, condenado, nunca iba a estar en el cielo, junto al profeta!. Ya había perdido su oportunidad cuando Samuel vivía en la tierra, y ahora perdía toda otra oportunidad. Leamos y comentemos el pasaje de Hebreos 3:7-8.

Perder las oportunidades de hoy, es perder las oportunidades de mañana,¿ qué estás haciendo entonces?

 

3. La mejor seguridad, en uno de los mejores salmos

Ver Salmo 23:1-6.

Sabiendo que Dios es mi Pastor, sé que nada me faltará. ¿Necesito descanso? El me hará descansar en lugares de delicados pastos. ¿Necesito reposo refrescante? El me pastoreará junto a aguas de reposo. ¿Necesito ser reconfortado? El confortará mi alma. ¿Necesito orientación para mi vida? El me guiará por sendas de justicia, por amor de su nombre. ¿Necesito protección? Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque El estará conmigo. ¿Necesito aliento? Su vara y su callado me infundirán aliento. ¿Necesito alimento para mi espíritu? El adereza mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores. ¿Necesito plenitud en mi vida? El es el Unico que a toda hora y en cualquier lugar unge mi cabeza con el aceite de su Espíritu, para que mi copa esté siempre rebosando. ¿Qué más puedo pedir?. "Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del Señor moraré por largos días". ¿Has aceptado a Jesucristo como tu Pastor?.

Hasta el próximo encuentro

 

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