GRUPOS DE ENCUENTRO

IGLESIA EVANGELICA BAUTISTA DEL CENTRO. REG. CULTO No 672. RODRIGUEZ 542. ROSARIO

Aurora de una nueva vida- La paz interior

 

LECCION NUMERO DIECIOCHO

 

Reconocer nuestros errores - IV

 

Introducción: en el Salmo 51:7 leemos que David le pide a Dios: "Lávame, y seré más blanco que la nieve". Dios es un Dios que se agrada en la limpieza de nuestro espíritu. Por eso siempre está dispuesto a lavar nuestro corazón. Vemos en la 1º Epístola de Juan 1:7 que, "si andamos en luz, como Dios está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado". También dice el v. 9: "Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad". Cuando el Señor viene a nuestra vida y le permitimos actuar, su toque de limpieza quita el polvo de nuestras almas y nos llena de una frescura celestial. Dejemos que Cristo limpie y refresque nuestros espíritus.

 

10. Hay detectores de mentiras

Ver Romanos 2:16

Podemos engañarnos a nosotros mismos, y engañar a los demás, pero no podemos mentirle a Dios (Hechos 5:3-4). En la conciencia del verdadero cristiano hay un permanente detector de mentiras, que es el Espíritu Santo. ¡Pero Dios también detecta mentiras de todo ser humano!....Cuando Caín mató a Abel, quiso defenderse con mentiras, pero no pudo engañar al Creador (Génesis 4:9-10). No es posible lograr una buena relación con Dios si pretendemos engañarlo, tratando de encontrar argumentos mentirosos que defiendan nuestras maldades. Debemos reconocer humildemente nuestros pecados, nuestros errores, todo lo que ofende a Dios, y hallar en Jesucristo el perdón y la reconciliación con el Supremo Hacedor.

 

Podemos engañarnos a nosotros mismos y a los demás, pero no podemos

engañar a Dios.

 

11. ¿Es buena "una buena excusa"?

Ver Génesis 3:12-13

Un viejo y sabio árabe dijo una vez: "Cuando no queremos hacer algo, una excusa es tan buena como otra". Cualquier pretexto sirve para eludir responsabilidades, o para justificar una actitud equivocada. Cuando la Biblia afirma que somos pecadores y que debemos arrepentirnos, todos buscamos excusas para no reconocer nuestra culpa, pese a lo que leemos en Romanos 3:10-12. En el huerto de Edén, Adán y Eva no fueron excepciones. Adán le echó la culpa a Eva, y Eva le echó la culpa a la serpiente. Todavía seguimos haciendo lo mismo. Pidamos a nuestro Señor, que el Espíritu Santo nos convenza de pecado y nos haga sinceros ante Dios.

 

Abandona el hábito de tener siempre una "buena excusa" a mano para zafar.

 

12. Hay que pagar el boleto del colectivo

Ver Exodo 20:15

Hay "pecados pequeños" (así los llamamos) que nos parecen sin importancia porque aparentemente no son de serias consecuencias. Por ejemplo, no pagar el boleto en el colectivo. Claro, la empresa de ómnibus no sufrirá mayores perjuicios. Pero nunca pensamos que los que realmente nos perjudicamos somos nosotros. Perjudicar al prójimo es pecado, sea un monto pequeño o grande, pero también es pecado deteriorar nuestra propia personalidad. Dios quiere que seamos honestos, obedientes, fieles a sus mandamientos, para que nuestros espíritu se conserve limpio, con el permanente auxilio del Espíritu Santo, si es que de veras seguimos a Jesús.

 

No hay pecados pequeños, ni pecados grandes, hay pecados.

 

13. No ofender al Amigo que vive en nuestro corazón

Ver Hechos 24:16

El apóstol Pablo no quería ofender a Dios ni tampoco a las personas. "Procuro tener siempre una conciencia sin ofensa ante Dios y los hombres". La razón de esa actitud, según el v. 15, es que él vivía "teniendo la esperanza en Dios....de que ha de haber resurrección de los muertos, así de justos como de injustos". Es necesario que reflexionemos seriamente acerca de nuestra propia actitud, pues la paz con Dios garantiza nuestra paz interior y nuestra salvación eterna.

 

¿Cuál es la actitud que asumes frente a Dios y frente a tu prójimo?

 

Hasta el próximo encuentro.

 

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