GRUPOS DE ENCUENTRO

IGLESIA EVANGELICA BAUTISTA DEL CENTRO. REG. CULTO No 672. RODRIGUEZ 542. ROSARIO

Aurora de una nueva vida- La paz interior

 

LECCION NUMERO ONCE

 

Como no desesperarnos y mantener la calma (2º Parte)

 

En nuestro encuentro anterior, nos encontrábamos hablando de ¿cómo podemos administrar nuestros estados emocionales? Resaltamos en dicha ocasión, lo importante que es conocerse a sí mismo, tener bien claro el propósito de nuestra vida, desarrollar una autoestima saludable, y el valor de la toma de decisiones correctas. Una de las decisiones más importantes, es la que está relatada en 2 Corintios 5:17, donde se nos dice: "De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas". El hecho de tomar una decisión de esta magnitud, nos permite concluir victoriosamente con nuestro pasado, porque Cristo se hace cargo de él. Alguien dijo acerca de esta decisión: "A mí este mensaje me quitó 10.000 kilos de peso y automáticamente me sentí libre para comenzar una nueva vida". Después de este evento, hay que trabajar con las actitudes, hábitos, creencias y valores. Esta tarea no es nada fácil. ¿Por qué? Tenemos muchas horas vividas antes de nuestro encuentro con Cristo, donde seguramente soportamos muchas adversidades. Las decisiones que usted tomó en los últimos cinco años, muestran el resultado de como vive hoy, y las decisiones que tome hoy, serán las que determinen su próximo, bueno, malo o mediocre futuro.

 

La calidad de sus decisiones producirá su calidad de vida

 

Momento para que alguien cuente una decisión acertada que tomó hace poco o mucho tiempo, y que ha afectado significativamente su presente en forma positiva. Intercambiar ideas entre todos sobre este importante punto.

Cuando uno posee una autoestima saludable, sabe tomar la iniciativa. Se mueve con la confianza de que va por el camino correcto, y tiene la seguridad de que podrá realizar esas metas y esos sueños que en un momento se veían tan lejanos. Un elemento determinante para actuar bien, es el conocimiento de la voluntad de Dios. ¿Cómo podemos saberla? Dialogar.

Cuando aparecen dificultades en nuestro camino, no es el momento para desesperarnos ante la adversidad, ni para perder la calma.

Un paso importante para mantener la calma, y administrar nuestros estados emocionales, es aprender a manejar nuestros sentimientos. ¿Cómo podemos lograrlo?

Hay cuatro preguntas importantes que podemos utilizar para administrar las adversidades y los problemas:

 

Es decir ¿voy a perder la vida, la familia, el trabajo, u otra cosa significativa?. Si no va a pasar nada de ésto, el problema tiene solución. Acá es donde muchos perecen ahogándose en un vaso de agua, o quieren flotar en el mar aferrándose a un salvavidas de plomo. ¿Le pasó alguna vez ésto? Fracasamos cuando nos enfocamos en el problema, y no en la solución. Recordar algunos ejemplos bíblicos. Uno muy claro fue cuando Moisés envió los 12 espías a recorrer la Tierra Prometida, allí hubo 10 que se centraron en las dificultades e imposibilidades, y sólo 2 en las soluciones. La gente fue influida por los pesimistas.

 

Después de haber encontrado las respuestas a los cuestionamientos anteriores, debemos preguntarnos:

¿Qué cambios debo hacer para qué esto no me vuelva a suceder?

¿Si no hago estos cambios, qué precio me va a costar no realizarlos?

 

Para administrar nuestros estados emocionales, es importante que tengamos motivación, tener un significado, un porqué, una razón de vivir. Es el hecho de saber que algo me va a suceder hoy, y que me va a enriquecer la vida.

¿Con qué estoy comprometido?

¿De qué se siente satisfecho?

 

Son preguntas que nos dan fuerza, energía y vida. Motivación es la fuerza que nos mueve a actuar para conseguir los deseos, los sueños y las metas que queremos alcanzar. Para convertir lo invisible en visible, lo difícil en fácil y lo imposible en posible con la ayuda de Dios. No se desespere.......no pierda la calma. ¿Qué pasa cuándo no he podido alcanzar lo que me propuse? Debo evaluar cuáles fueron mis obstáculos, identificar y buscar alternativas de cómo puedo superarlos. Nunca pierda la fe, ni deje que su voluntad sea socavada por fuerzas adversas y o comentarios negativos hechos por gente falsa. Sus fuerzas se multiplicarán cuando le de la oportunidad a Dios de trabajar en su vida (Isaías 40:28-31).

Desesperarse agrava las cosas, porque perdemos el control de nuestra imaginación, nuestra creatividad y el entusiasmo. Se nos nubla la visión y la capacidad de buscar alternativas que permitan encontrar las soluciones. Alguien dijo que por cada minuto que pase desesperado, desilusionado y abatido, necesitaré once minutos para volver a la normalidad. Cuando yo me enojo, estoy delegando el control de mis emociones en la otra persona y paso a ser víctima de ella; ésto no es correcto.

 

¡No hay ningún problema más grande que Jesús!

 

Reaccionar, no es lo mismo que accionar. Mantenga la calma, la tranquilidad y siéntase seguro bajo la protección de Dios (Salmo 91 y 121). Mientras más grande sea el problema que tenga que enfrentar, mayor será la oportunidad de refugiarse en los brazos de Dios, y descansar en su poder soberano. ¡Sigamos adelante confiando en El! .........y...

Hasta el próximo encuentro.

 

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